Aunque a lo largo de los años se han aprobado y modificado numerosas normas que configuran el marco legal del sector de la construcción, como la Ley de Ordenación de la Edificación, el Código Técnico de la Edificación (CTE) o el texto Refundido de la Ley de Suelo y Rehabilitación Urbana, la seguridad y salud laboral en las obras de construcción sigue estando regulada por el Real Decreto 1627/1997 de 24 de octubre.
El Consejo General de la Arquitectura Técnica de España (CGATE) considera que, después de 23 años de vigencia, esta norma sería susceptible de mejora por lo que ha propuesto una modificación concreta que se revela indispensable para contribuir a la reducción de los índices de siniestralidad.
La organización solicita que las obras denominadas coloquialmente como “obras menores” y que el Instituto Nacional de Seguridad y Salud identifica como “obras sin proyecto” queden también recogidas por la norma: “Lo que solicitamos es que se incluya de forma expresa en el texto normativo la definición de proyecto como el conjunto de documentos que definen y determinan las obras de construcción, y que quede claro qué obras requieren de un Estudio de Seguridad y Salud o, en su caso, Estudio Básico de Seguridad y Salud y, por tanto, de un Plan de Seguridad”, afirma el presidente del CGATE, Alfredo Sanz.
El real decreto limita la obligatoriedad de elaborar documentos esenciales para el control preventivo de la seguridad de los trabajadores a las obras que requieren de proyecto (art. 4 RD 1627/1997), si bien no define qué se entiende por proyecto a los efectos de esta norma.
Esta falta de definición condiciona la aplicación de varios de los preceptos más relevantes del real decreto a efectos de prevención y, en opinión del CGATE, ha generado una inseguridad jurídica en cuanto a su cumplimiento y la documentación sobre seguridad que se debe recoger en cada obra o intervención. “Cuando pensamos en siniestralidad en el sector, siempre nos imaginamos grandes obras con maquinaria pesada, trabajos en altura, etc., pero, aunque parezca mentira, son las “obras menores”, en las que ocurren más accidentes laborales, a veces con consecuencias muy graves”, reflexiona Alfredo Sanz.
Del análisis de los datos de los accidentes laborales en el sector de la construcción se desprende que existe una elevada siniestralidad asociada a la falta de cumplimiento por parte de las empresas o particulares implicados sobre sus obligaciones en materia de prevención de riesgos laborales y a la inadecuada gestión de la seguridad y salud en este tipo de obras. “Muchos particulares desconocen que en una obra, por pequeña que sea, si interviene una empresa y una subcontrata, una empresa y un trabajador autónomo o dos autónomos, ya se precisa de un coordinador de seguridad. Sin embargo, por desconocimiento, esta norma se está incumpliendo y el resultado es que hay siniestros que se podían haber evitado”, explica el presidente del CGATE.
Con motivo de la celebración del Día Mundial de la Seguridad y Salud Laboral, la Arquitectura Técnica ha querido volver a insistir en esta petición, que redundará en “el beneficio de todos: empresas y, sobre todo, de los trabajadores”. Para el Consejo General, es motivo de celebración el notable descenso de la siniestralidad laboral en la última década y que “aunque es, en parte, reflejo del descenso de las obras”, expone Alfredo Sanz, “también responde en mayor medida a la labor de los arquitectos técnicos como coordinadores de seguridad y salud en las obras. No podemos olvidar que la nuestra es la carrera técnica con más carga lectiva sobre seguridad y esto, a la postre, ha supuesto una importante formación y concienciación para nuestra profesión”, finaliza.
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