Actualidad y perspectivas de la industria de cerramientos en España: superando los pronósticos

2021 está siendo un buen año para el sector de cerramientos, con un “alto ritmo de actividad”, según afirma Pablo Martín, director de la Asociación Española de Fabricantes de Fachadas Ligeras y Ventanas (Asefave). El responsable del organismo sectorial supone que esas buenas sensaciones se mantendrán hasta el final de este ejercicio. Eso sí, alerta de que hay que estar muy pendiente de “las tensiones en las materias primas, su entrega y distribución, que por ahora no causan roturas en los servicios, pero están incrementando los plazos de entrega”.

Isabel Larrea, directora de la Asociación de Ventanas PVC (Asoven), sigue la misma línea de pensamiento sobre la evolución del sector durante este ejercicio, e incluso indica que desde el inicio de 2021 “se han ido mejorando las previsiones. Estas empezaron con cierto optimismo por el aumento de la rehabilitación y se han visto incrementadas gracias a la fuerte entrada de fondos europeos”. Por ello, Larrea espera finalizar este curso con datos “de finales de 2019”, ya que confía en subir de manera exponencial la cifra de ventanas de PVC fabricadas a cierre de 2020, establecida en 1,3 millones de unidades.

El progreso de la pandemia, la eficiencia energética y la mayor conciencia por el medio ambiente explican la evolución del sector de cerramientos en la actualidad

Desde la Asociación de Fabricantes de Ventanas de Madera y Mixtas madera-aluminio (Asoma) también se muestran satisfechos con la evolución del sector durante este año. Su presidente, Oskar Huidobro, señala que “la realidad ha superado las perspectivas”, ya que ha notado un “gran aumento de la demanda de cerramientos con madera y esta ha llegado para quedarse”.

Razones para este buen 2021

La evolución de la pandemia, una mayor consideración por el medio ambiente y la eficiencia energética explican el momento actual de la industria de cerramientos. Para Pablo Martín de Asefave, a raíz del confinamiento hubo “un rápido incremento de la actividad, con obras que aceleraron para terminar lo antes posible, por la incertidumbre a nuevos encierros”. El confinamiento propició que las personas, al pasar más tiempo en los hogares, fueran más conscientes de las carencias de confort de las viviendas y, por ello, “se incrementase el número de reformas”. 

A todo esto, Martín resalta que hay que sumar el efecto que producen “los programas de ayudas públicas a la rehabilitación tanto de edificios como de viviendas. En julio de este año concluyó el periodo para solicitar ayudas a través del PREE y en agosto se publicaron las bases para que las comunidades autónomas pongan en marcha el programa PREE 5.000”.

Isabel Larrea, de Asoven PVC, justifica el comportamiento del sector, durante este 2021, en que “se está empezando a trabajar en lo que se denomina ‘Revolución Verde’, proyecto donde se promueve la revolución de gases efecto invernadero y habitabilidad”. Por lo tanto, las previsiones de Larrea son que se rehabiliten “1,2 millones de viviendas en la próxima década”. Por su parte, Huidobro, de Asoma, resalta que el cliente valora “los productos de construcción naturales”. Por eso, reflexiona que es un momento perfecto para la ventana de madera, “por su calidad, el respeto al medio ambiente, el fomento de la salud y por la eficiencia energética”.

Desde el punto de vista empresarial, los hechos que explican la evolución del sector no difieren en demasía a lo apuntado por los organismos sectoriales. Bart Derudder, Area Sales manager Ibérica de Renson, centra la atención en que “la Covid-19 ha hecho reflexionar a la gente sobre su casa, el confort y el espacio exterior”. Por ello, Derudder explica que la división de Renson Outdoor, en expansión desde antes de la pandemia, al llegar la crisis sanitaria se ha visto reforzada. 

Asimismo, Derudder avisa del problema de suministros, por la elevada demanda, con el que se están encontrando. Esta dificultad afecta “a la mayoría de las empresas protagonistas del sector. Una tendencia que aún continúa”, afirma.

Por su parte, Ana Bodoque, directora técnica de Multipanel Internacional, pone en relevancia “la aceleración de las pequeñas reformas de particulares y el pasar más tiempo en casa ahorrando dinero durante el confinamiento. Esto ha influido en los hábitos de los usuarios, ya que han sido más conscientes de las necesidades de acondicionar su hogar”. También destaca la decisión de muchas personas de cambiar sus residencias por “viviendas unifamiliares con pequeños terrenos al aire libre”.

Empresas y organizaciones del sector ven fundamental la llegada de las ayudas económicas para la recuperación de la industria

Si se mira al ejercicio 2020, todo se justifica bajo el prisma de la Covid-19, que hizo que “el sector de la construcción se enfrentara a una crisis sin precedentes, que provocó dificultades financieras y preocupaciones de liquidez, sobre todo en las pymes”, rememora Bodoque, la cual valora “muy positivamente la ayuda de los créditos ICO”, puesta en marcha para paliar la falta de liquidez. Ya en la segunda mitad de 2020 se logró “alcanzar niveles del año anterior, con una pequeña caída del -3%, respecto a 2019”, revela.

Conforme a los datos del Consejo Superior de Colegios de Arquitectos de España (CSCAE), el año pasado se visaron 87.687 viviendas nuevas, lo que supuso una caída del -17,32%, respecto a 2019. En cuanto a rehabilitación, si bien las pequeñas reformas en el hogar repuntaron en diciembre pasado, según indica CSCAE, las estadísticas de los colegios de arquitectos constatan que la gran rehabilitación se vio afectada por la pandemia. “Aunque la caída fue inferior a la registrada en obra nueva, el porcentaje de viviendas visadas con rehabilitaciones de fachada, estructura o cambios de usos retrocedió un -8,5%, conforme al ejercicio 2019”, informan.

Eficiencia energética y digitalización

Dejando a un lado la pandemia, el sector tiene ante sí varios retos importantes. Por un lado, está todo lo referente a “la economía circular”, tal y como indican desde Asefave y Asoven.

También destacable es el tema de la eficiencia energética “el gran motor de innovación en el sector en los últimos años”, según manifiesta Pablo Martín, de Asefave. A ello, hay que añadir “la incorporación de la energía renovable, con el desarrollo de productos fotovoltaicos de alto rendimiento que se puedan incorporar a ventanas y fachadas, superando los primeros pasos que en este sentido se dieron hace unos años”, aclara.

La cuestión de la eficiencia energética es otra de las líneas que recalca Oskar Huidobro, de Asoma, además de la intención de ofrecer más prestaciones en el tema de superficies que aporten ambientes limpios. Huidobro avanza que “se está invirtiendo en ventanas con alta eficiencia y gran calidad”. Además, la idea del sector ya no es solo hacerlo bien, “sino con la mínima huella ecológica y ambiental”, razona.

Isabel Larrea, de Asoven, sostiene que la ventana de PVC es puntera en ofrecer “las soluciones técnicas más innovadoras, proporcionando aislamiento térmico, manteniendo los niveles de confort de calefacción y climatización, y teniendo a la eficiencia energética como eje estratégico”. Igualmente, en la organización abogan por la aplicación de un IVA reducido, “un IVA verde, en proyectos realizados por profesionales acreditados y que cumplan unas exigencias técnicas concretas”, que junto a otras actuaciones, “fomentará el crecimiento de la economía y permitirá conseguir los compromisos medioambientales de España con la UE”, resumen.

Desde Renson, Bart Derudder menciona el lema de su empresa: ‘Creating Healthy Spaces’, con el que muestra la filosofía energética de su entidad. Esta empieza dentro de la propia organización, donde se ha eliminado el plástico de la cantina, se han instalado placas solares para autoabastecer la fábrica de energía o se utilizan productos de ventilación y protección solar, “que aportan directamente una mejora de la eficiencia energética de los edificios donde se instala”, argumenta.

También, Ana Bodoque, de Multipanel Internacional, confirma la apuesta de su compañía por la eficiencia energética. Por ello, revela que desde la entidad se decidió “dar un paso más allá” de cumplir con el CTE y los edificios de Consumo Casi Nulo, con su panel Multizero, diseñado para edificación bajo el estándar Passivhaus. Según Bodoque este panel es preindustrializado, compuesto por grandes espesores de materiales térmicos y acústicos, los cuales incorporan la lámina hermética al aire para cumplir con envolventes continuas libres de puentes térmicos. Además, todos los materiales que utilizan en la fabricación de las soluciones constructivas cuentan con DAP’s.

Otro de los puntos importantes para la industria es la digitalización. Dentro de esta categoría, uno de los aspectos más solicitados es la conectividad de los productos para administrar las instalaciones de un edificio o vivienda, que se está convirtiendo, cada vez más, “en una prestación demandada por el mercado, pero no solo para el accionamiento de puertas, ventanas, etc., sino para una gestión automatizada mediante sensores o dispositivos electrónicos sin presencia del usuario”, recalcan desde Asefave.

Del mismo modo, el dirigente de esta asociación se hace eco del trabajo por parte de la industria en el “desarrollo y conocimiento de los sistemas de instalación de los diferentes productos, garantizando así las propiedades de estos a lo largo de su vida útil”. Sin duda, la digitalización se ha acelerado, incluso “a la fuerza”, como manifiesta Bart Derudder, de Renson, quien recalca que, desde hace cinco años, su empresa “inició un proceso de digitalización e industrialización profundo, que en gran parte ya se ha instalado, como en nuestra nueva factoría de pérgolas ‘Renson Outdoor’, una fábrica nueva, con casi toda la producción automatizada. Todos esos cambios nos permitirán crecer en el futuro”. Para Renson la innovación resulta un factor clave, al contar con un departamento de I+D compuesto por más de 100 profesionales.

En Multipanel Internacional están centrados en tres líneas de investigación: la preindustrialización de envolventes, la construcción modular y las envolventes bajo el estándar Passivhaus. Su directora técnica avisa de que en la industria de la construcción habrá “un cambio disruptivo”, ya que a su juicio “está al borde de una transformación digital”, aunque este desarrollo debe dirigirse de “manera óptima para asegurar un valor añadido al sector. Esta evolución va a desempeñar un papel imprescindible que ayudará y fomentará la economía circular”.

Para Ana Bodoque, esa digitalización tiene “un gran potencial”, ya que les permitirá aumentar la productividad, reducir costes de construcción, aliviar tareas pesadas y físicas, facilitar la renovación y el mantenimiento mediante una mejor recopilación y análisis de datos, y para aumentar la trazabilidad de los materiales para su futura reutilización y reciclaje.

Expectativas por las ayudas europeas

El Fondo de Recuperación de la Unión Europea, conocido como Next Generation EU, de los que España recibirá 140.000 millones de euros, ha generado “grandes expectativas”, afirma Pablo Martín de Asefave. Asimismo, el sector espera “un gran empujón a través de medidas indirectas como desgravaciones fiscales, anunciadas por el Gobierno”, explica.

Isabel Larrea, de Asoven PVC, se hace eco del plan ‘Recuperación Transformación y Resiliencia’ 2021-2026, en el que se aglutinan diez políticas de transformación económica, rehabilitación de viviendas y agendas urbanas, programas PREE, etc… Sobre los fondos europeos, Larrea expresa que “el objetivo de recuperación se nos presenta positivo, gracias a estas ayudas aprobadas para la reconstrucción social y económica de los países comunitarios”. Para la dirigente de Asoven, realmente “estos fondos son únicos y esta ayuda es la mayor nunca aplicada a la rehabilitación”, recalca.

Por su parte, Ana Bodoque, de Multipanel Internacional, también es partidaria de estas ayudas económicas, ya que las ve como “claves para el sector”, porque a pesar de “vivir un momento positivo, tenemos retos por delante como son: el aumento de los precios de las materias primas, la escasez de materiales y la falta de mano de obra especializada”. De la misma manera, aboga por un diálogo continuo entre “la Comisión Europea, los estados miembros y los interesados en la construcción a fin de reforzar la capacidad de recuperación y apoyarla”.

Bodoque indica que más del 60% de los fondos europeos está destinado a “programas de rehabilitación residencial, cuyo principal objetivo es la eficiencia energética”, y advierte de que para acometer con éxito estos planes, todo dependerá de “la asistencia técnica que se dé a los propietarios de viviendas, como por ejemplo, ventanillas únicas locales”.

Otra medida que ayudaría a la industria sería la aplicación de un IVA específico para las obras de rehabilitación de edificios y viviendas. Asefave considera que esta clase de iniciativa “sería un espaldarazo definitivo para que el sector llegase a niveles similares a los de nuestro entorno”. 

Por su parte, Ana Bodoque apuesta por mejorar las competencias digitales y verdes en la industria. Para ello, pide un aumento de la normativa paras las pymes en los dos ámbitos, y una regulación progresiva y “realista adaptada a la realidad de la pequeña y mediana empresa”.

Futuro esperanzador, aunque con cautela

Las perspectivas del sector a corto y medio plazo son ilusionantes. El informe de Euroconstruct (junio 2021) indica que la confianza en la recuperación del sector de la construcción español ha subido y, pese a que el arranque del 2021 ha estado plagado de incertidumbres, se prevé un segundo semestre plenamente operativo con el que conseguir un crecimiento del +5,5%.

A pesar de esos buenos augurios, hay incertidumbre por el suministro de materias primas y componentes, que aún “no ha provocado suspensión en la entrega en obras o a clientes, pero sí un incremento en los plazos para servir los productos”, revela Pablo Martín de Asefave, el cual vaticina que, de mantenerse en el tiempo esta tensión en la fabricación y en la logística, “no sería de extrañar ver disminución de actividad en las empresas como está pasando en otros sectores”.

Igualmente, Bart Derudder de Renson cree que las expectativas son “buenas”, aunque lo complicado es el tema del abastecimiento de materias, que hará “al año próximo un ejercicio lleno de dificultades que afectarán a plazos y precios”. Por su parte, Oskar Huidobro, de Asoma, ve “perspectivas positivas” a corto plazo, debido a “la mayor demanda de ventanas y cerramientos con madera y a que hay multitud de proyectos”.

También Ana Bodoque, de Multipanel Internacional, confía en que el sector de la construcción continúe “la línea de crecimiento”. Para la directora técnica, “las miradas están puestas en la construcción”, ya que, a su juicio, esta industria es “fundamental para la reactivación de la economía y el empleo, porque supone un 10% del PIB y un 6% del empleo”, apunta.

Eso sí, Bodoque avisa sobre algunos datos económicos, que no son tan halagüeños como se esperaban y esto puede llevar a que la recuperación sea más lenta. Una muestra es la previsión del Gobierno referente al crecimiento del PIB en el segundo trimestre de 2021, que “no se ha cumplido”, y en cuanto al incremento interanual “se esperaba un 20% de recuperación, y el real ha sido del 17,5%”, aclara. Además, señala que “las familias y las administraciones públicas gastan, pero las empresas no están invirtiendo y esto se traduce en más paro”.

Por último, Bodoque hace referencia al informe de coyuntura de Cepco de julio de 2021, que informa que la tasa de paro en la construcción “alcanzó el 9,8% en el segundo trimestre, recuperando unos 14.000 ocupados respecto al trimestre anterior; sin embargo, aún no se han recobrado los puestos de trabajo prepandemia”.

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Este artículo aparece publicado en el nº 572 de CIC, págs. 54 a 57.