La Fundación Ecolum respalda firmemente el Plan de Acción de Economía Circular para el período 2021-2023, en periodo de consulta pública hasta este pasado 26 de febrero. El objetivo está bien definido, y servirá para materializar medidas concretas que desarrollen la Estrategia Española de Economía Circular, aprobada en junio de 2020.
El Plan de Acción incluye numerosas medidas en torno a ocho ejes de actuación: producción, consumo, gestión de residuos, materias primas secundarias y reutilización del agua; y con carácter transversal la sensibilización y participación, así como la investigación, innovación, competitividad, formación y empleo.
El plan de acción busca fomentar el consumo sostenible, fomentando incluso el mercado de segunda mano y reutilizar infraestructuras tanto públicas como privadas. Más aún, contemplar la Etiqueta Ecológica Europea, Ecolabel, para informar debidamente al consumidor, junto al futuro desarrollo de etiquetas que informen de la vida útil de los productos y su índice de reparabilidad, son medidas que potenciarán inexorablemente la circularidad de toda la actividad fabril en nuestro país.
En el primer eje de actuación, de la producción, el consumo y la gestión de los residuos, desde Ecolum se celebra el impulso al ecodiseño, y en especial, la inclusión de medidas más ambiciosas como definir requisitos puntuables, basados en economía circular, para todas las industrias y empresas, en general, que quieran acceder a programas de ayudas públicas, préstamos y líneas de crédito públicas, o que quieran licitar concursos públicos.
Desde Bruselas tienen claro que hay que crear el marco necesario para introducir la denominada Contratación Pública Ecológica, CPE, “aunque es pronto para su implementación por falta de apoyo técnico y directrices precisas. Pero será cuestión de tiempo, como por ejemplo la Directiva de Eficiencia Energética en los Edificios 2018/844/UE o la de Vehículos Limpios 2019/1161/UE, que perfilan actos delegados o requisitos técnicos para obligar a las empresas a cumplir con la sostenibilidad y la circularidad, si quieren licitar concursos públicos”, señalan fuentes de la fundación.
El sector de la construcción es responsable de más del 30% de la extracción de recursos naturales, y a escala europea, son el 40% de los edificios y las infraestructuras los responsables de las emisiones GEI. Un sector, como el técnico y de instalaciones englobados en la construcción, muy difícil de abordar, al intervenir demasiados actores, descoordinados, y con intereses distintos de la circularidad. “El factor precio se impone en casi todas las obras nuevas o de rehabilitación, y por extensión, los consumidores finales o propietarios de inmuebles no saben qué huella de carbono tiene dicha propiedad”, según Ecolum.
El reto, tal y como lo ve Ecolum, reside en el uso de materiales bajos en carbono, que los productos que se instalen o renueven sean reciclables y reutilizables, y sobre todo, convencer a estos profesionales de la instalación y construcción que la estética y el precio no lo son todo: “El público final ya ha comenzado a demandar proyectos bajos en carbono, reciclables, donde el impacto ambiental sea mínimo. Y desde Europa llegan ecos de un posible ‘pasaporte de materiales’, y también definir objetivos u obligaciones de carbono para las viviendas”, apuntan.
En términos generales, la Fundación Ecolum considera que es un plan ambicioso, pero no deja de ser unos pasos que, a futuro, deberán ser más exigentes. “Por ello, si ahora se fomenta la investigación, la competitividad, y la innovación, junto a la formación e inserción de los jóvenes en estas nuevas disciplinas, estaremos forjando un futuro prometedor en nuestro país para la economía circular”, subrayan.
“Con todo ello -añaden-, el Plan de Acción de Economía Circular ha de ser la oportunidad para que transformemos los sectores esenciales de nuestro país en sectores circulares, para incorporar este concepto en toda la cadena de valor, y lograr juntos una economía con huella de carbono nula”.
Para alcanzar el éxito en todos estos retos, Europa ha puesto a disposición de los países miembro hasta 2027 los fondos de recuperación NGEU, Next Generation, que ya están siendo definidos en los Macro Proyecto Tractores en España. Y todo para la recuperación de la economía verde. Desde Ecolum confían en que la estrategia sea la óptima,y que la transformación de nuestro modelo económico sea un éxito en resiliencia, digitalización y sostenibilidad. “Todo el colectivo profesional que trabaja en la edificación tiene que prepararse para asumir un nuevo rol y nuevos argumentos comerciales que van más allá de la eficiencia y el ahorro energético, como el futuro instalador y distribuidor circular”, concluyen.
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