Aunque la economía circular ha avanzado bien en otros sectores, en la edificación todavía existe un largo camino por recorrer y se necesita la implicación de todos los actores para transformar el modelo en todo el ciclo de vida de los edificios. Esta es una de las principales conclusiones del informe ‘Economía circular en la edificación’, elaborado por Green Building Council España (GBCe) y publicado en el marco del Día Mundial del Reciclaje, que se celebra cada 17 de mayo.
El informe arroja datos reveladores, como que entre el 10% y el 15% de los materiales se desperdician durante el proceso de construcción o que el 54% de los materiales de demolición son enviados al vertedero
“En la edificación, el concepto de economía circular se suele relacionar con los residuos y los productos, pero va mucho más allá. Para integrar este concepto en el sector, debemos abordarlo en distintos niveles. Por ejemplo, ciudades y edificios deben integrar sus principios y asumir estrategias para la transición”, explica Eulàlia Figuerola, miembro del Grupo de Trabajo de economía circular de GBCe y coautora del informe, que añade: “Es cierto que actualmente dentro del sector existen ámbitos de la economía circular que han evolucionado, pero no debemos perder de vista el marco general para que la transformación sea posible”.
El informe también arroja datos reveladores, como que en Europa los edificios representan el 40% de la energía total consumida y emiten un 36% de las emisiones de CO2. Asimismo, entre el 10% y el 15% de los materiales se desperdician durante el proceso de construcción y el 54% de los materiales de demolición son enviados al vertedero. Estas cifras reflejan la necesidad de cambio del sector, que debe avanzar hacia un sistema circular en el que los productos, componentes y materias mantengan su utilidad y valor máximos en todo momento, con el fin de reducir los residuos al mínimo.
El trabajo realizado por GBCe muestra la necesidad de una hoja de ruta factible y creíble que detecte prioridades y aúne esfuerzos de todos los actores: desde los organismos oficiales hasta el usuario final, pasando por promotores, arquitectos, consultores, etc. “Actualmente existe una dispersión de objetivos en el sector. Hay muchas barreras a superar y es necesaria la cooperación entre todos los actores. Cada uno debe asumir sus responsabilidades, empezando por la administración, que debe dar ejemplo y promulgar la legislación adecuada eliminando las barreras a la economía circular”, recoge el informe.
El sistema actual, la llamada economía lineal, es ineficiente e insostenible en el tiempo ya que consiste en extraer, fabricar, usar y tirar, buscando únicamente crecimiento económico y consumo constante. Entre las consecuencias de este sistema se encuentran el agotamiento de la biocapacidad del planeta, la extinción de especies, el agotamiento de materias primas o la emergencia climática.
El informe refleja la necesidad de cambio del sector, que debe avanzar hacia un sistema circular en el que los productos, componentes y materias mantengan su utilidad y valor máximos en todo momento
“A diferencia de la economía lineal, la economía circular tiene en cuenta las externalidades ambientales y sociales que genera, incorporándolas en la ecuación y en el cómputo del coste total de los recursos”, aseguran los autores del informe, que recalcan la importancia de establecer cimientos sólidos sobre los que puedan prosperar las inversiones y la innovación que lideren el cambio.
Además, la economía circular representa otro tipo de ventajas, tal y como explica Eulàlia Figuerola: “Actualmente no se percibe la economía circular como una ventaja económica, ya que el modelo de uso o servicio frente a la propiedad no se concibe como algo ventajoso y los productos reciclados no se consideran más económicos frente a los productos nuevos. Una transición hacia la economía circular en el sector generaría nuevos modelos de negocio y otros que actualmente son residuales o poco valorados tomarían mucha fuerza”.
Serie de “Informes XL”
Esta publicación, que forma parte de la serie de “Informes XL”, realizados por GBCe con el objetivo de posicionar al sector de la edificación ante los grandes retos globales y las necesarias transformaciones locales, reflexiona sobre la necesidad de transformar el sector hacia un sistema circular. El informe cuenta con el patrocinio de Saint-Gobain, Rockwool, Soprema, GLP, Sika y Montó.
La vicepresidenta segunda del Gobierno ha visitado la sede y el centro de formación de la Fundación Laboral de la Construcción (FLC) en Madrid.
El proyecto se inició en 2017 con un estudio exhaustivo de la evolución histórica y arquitectónica del edificio hecho a través de fotografías antiguas, calas realizadas en obra y con el estudio de color del edificio en el momento de su inauguración, el 1888.
Dispone de cuatro acabados mate y de dos tipos de palancas: la clásica en forma de gota y la palanca en forma de cilindro.
A través de los canales digitales de la empresa, y tras el diseño y lanzamiento de campañas de publicidad online, se captan contactos reales de clientes particulares interesados en el cambio de ventanas.
Desde Agremia aconsejan limpiar y sustituir los filtros de aire para retirar las impurezas y partículas en suspensión.
Cuenta con una serie de funciones diseñadas para mejorar la comodidad y la calidad del aire en los hogares.
Se celebrará del 23 al 25 de abril en Ifema Madrid bajo el eslogan ‘It’s time: industrialize for sustainability’.
La construcción está en una encrucijada y el proyecto Iceberg se erige como una iniciativa pionera para transformar un sector tradicionalmente lineal.
Los cambios en su uso y su papel, cada vez más relevante, dentro de la vivienda definen este espacio para el día a día, donde todos los habitantes se sientan a gusto, no haya riesgos innecesarios, se apueste por la ergonomía y se pueda cocinar y disfrutar a partes iguales.
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