Un grupo de expertos y profesionales del sector compuesto por instaladores, fabricantes y representantes de las asociaciones, y moderados por Marina Alonso, directora de Marketing de Ursa, se reunieron recientemente, en el marco de la última Asamblea General de la Asociación de Instaladores de Aislamiento (Aisla), para debatir la situación actual y exponer propuestas para impulsar la rehabilitación energética en España.
En el transcurso de la reunión se puso de manifiesto que uno de los principales escoyos que se encuentran los usuarios finales a la hora de solicitar las ayudas a la rehabilitación energética es el desfavorable tratamiento fiscal que tienen, lo que unido a la lentitud de las administraciones al resolver expedientes genera desconfianza en la población.
También se detectó un problema de falta de mano de obra, debido a la carencia de programas formativos y un bajo interés de los jóvenes por adquirir habilidades en el ámbito de la rehabilitación energética, y la ausencia de la figura del aprendiz.
Según se señaló, “esta falta de profesionales favorece la intromisión de oportunistas no especializados que compiten deslealmente, lo que supone un riesgo para la reputación del sector, existiendo peligro de que una ejecución deficiente por parte de algunos pueda afectar negativamente a la confianza del ciudadano”.
La disponibilidad de fondos europeos continúa siendo una oportunidad clave para impulsar proyectos de rehabilitación energética, y las deducciones fiscales ofrecen incentivos adicionales para propietarios que desean mejorar energéticamente sus viviendas.
También en este tiempo se ha incrementado la conciencia social por la eficiencia energética y el interés en productos sostenibles que permitan reducir las emisiones contaminantes de las viviendas. La colaboración entre técnicos, fabricantes e instaladores incrementa la capacidad de prescripción de sistemas eficientes y ofrece una buena oportunidad para implementar soluciones innovadoras.
Además, promover instaladores profesionales que trabajan de manera excepcional contribuye a elevar los estándares de calidad del sector.
Actualmente hay en vigor un ambicioso programa de ayudas a la mejora de la eficiencia energética de viviendas, edificios y barrios, que abarcan desde el 40% hasta el 100% del coste de las obras, y que cubre prácticamente todas las actuaciones que tengan por resultado una mejora de la eficiencia energética.
Ahora bien, estos programas de ayudas son innecesariamente complejos para actuaciones sencillas y rápidas que reportarían beneficios y confort a los usuarios, como un cambio de ventanas o un insuflado de material aislante bajo cubierta o en la cámara de aire de la fachada.
Son las siguientes:
• Incrementar el porcentaje de las deducciones fiscales por inversión en mejorar la eficiencia energética, ya que son ayudas más sencillas de articular y solicitar.
• Eliminar el IVA en las obras de mejora energética de viviendas.
• Impulsar desde la administración una campaña de comunicación dirigida al usuario final y destacando las ventajas de la rehabilitación energética: ahorro, sostenibilidad, salubridad y confort.
Aisla seguirá trabajando activamente para superar los desafíos y aprovechar las oportunidades en la rehabilitación energética, impulsando la figura del instalador profesional y contribuyendo al crecimiento sostenible y la mejora de la eficiencia energética en la edificación.
El consultor internacional en desarrollo sostenible Dominique Bidou ofreció la conferencia inaugural en el VI Congreso ITE+3R.
El edificio, que se encuentra actualmente en construcción, incluye lo último en flexibilidad y modularidad en espacios de trabajo con el fin de poder adaptarse a las nuevas tendencias del mercado de oficinas.
Con este movimiento, el grupo fortalece su autonomía operativa en el sudeste asiático.
La empresa busca con este cambio dotarla de un diseño más visual e intuitivo que permita navegar con más fluidez.
Fundado por Mark Fenwick y Javier Iribarren, el estudio Fenwick Iribarren Architects apuesta por la adaptación ambiental, la sostenibilidad y el bienestar. Obras emblemáticas como el estadio 974 para el Mundial de Qatar, la Torre Caleido y el edificio Ruiz Picaso 11 llevan su firma.
Al evitar filtraciones de agua, la impermeabilización no solo protege las estructuras, sino que también optimiza el rendimiento térmico, reduce el consumo energético y alarga la vida útil de los materiales.
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