El diseño y las artes expresan y son expresión de la sociedad, la cultura, la economía, la tecnología y, en definitiva, el entorno que nos rodea, transformándose y evolucionando constantemente al ritmo de este contexto o coyuntura.
Esta exposición muestra el estado actual de las disciplinas creativas a través de proyectos reales, que han sido seleccionados por jurados formados por profesionales de prestigio que han valorado la excelencia, la originalidad y la innovación conceptual de los proyectos presentados a los premios que organizan las asociaciones del FAD en las diferentes disciplinas del diseño y de las artes.
En conjunto, la muestra nos ofrece una valiosa panorámica del arte, la arquitectura, el interiorismo, el diseño gráfico y la comunicación visual de hoy en día, haciendo visibles proyectos que están en nuestras casas y en nuestras calles diseñados o creados por los talentos locales, producidos por empresas e industrias del país, y que también conforman nuestra cultura.
Una de las novedades más destacadas de esta 12ª edición de la exposición ‘El mejor diseño del año’ es que se pone a disposición de los visitantes una audioguía que explica las claves para entender los tres ámbitos de la exposición (arte, arquitectura e interiorismo, y diseño gráfico y comunicación visual) de una forma sencilla para todos los públicos. Para acceder a la audioguía solo hay que escanear un código QR con el móvil. Se recomienda llevar auriculares propios.
Además, todos aquellos que visiten la exposición en familia dispondrán de un recurso pedagógico en forma de juego de dinámica libro dirigido a niños de hasta 12 años.
La doceava edición de la exposición “El mejor diseño del año” recoge más de cuatrocientos proyectos y obras, todos ellos ganadores o finalistas de los premios de las diferentes disciplinas del diseño que organizan las asociaciones del FAD.
La exposición está dividida en tres ámbitos: arte; arquitectura e interiorismo, y diseño gráfico y comunicación visual.
Recoge las obras finalistas de la 13ª edición de los Premios FAD de Arte, unos galardones que, desde 2003, organiza A-FAD, la Asociación de Artistas y Artesanos del FAD, y promueven la creación artística contemporánea, reconociendo el diálogo entre el concepto, el relato, los materiales y la técnica.
Esta edición ha confirmado la buena salud de los galardones, llegando a las 220 obras presentadas, de las cuales se han seleccionado 33 que pueden optar al Premio FAD de Arte. La convocatoria de estos galardones alcanza cada vez más artistas de fuera de Cataluña, que este año representan un 30% de las obras presentadas. La ceremonia de entrega de los Premios FAD de Arte tendrá lugar el 16 de octubre en el Auditorio del DHub.
Este año A-FAD celebra la 13ª edición de los Premios que tienen cuatro objetivos claros: destacar el uso innovador de los materiales; la excelencia en la aplicación de la técnica; la calidad del relato conceptual que representa la obra; y la representación de las tendencias más contemporáneas del sector artístico del Estado español.
Hay que destacar el gran trabajo que han desarrollado los 5 miembros del jurado, formado por profesionales independientes, de los sectores de la cultura y del arte. Stella Rahola, Sabel Gavaldon, Rocío Santa Cruz, Pere Parramon y Begoña Corzo.
En la exposición, se han dividido las 33 obras seleccionadas en 6 familias: madera, papel, metal, pintura, cerámica y textil.
Una de las tendencias de este año es la combinación de materiales que, a priori, parecerían inconexos para elevar la obra. En “La lluna és un peix de llum”, Carlos Gavilán trata la madera con plata y oro. La talla de la madera simula la técnica del martelé, para dar una textura diferente a un material como la madera que genera un acabado singular.
Otro ejemplo de obra de madera es “Naturalesa protegida” de Antoni Yranzo. Esta pieza muestra cómo el artista ha manipulado la madera para conseguir una curvatura para acoplar los diferentes elementos, creando un tipo de cápsula para la piedra, que se expone sin ningún tratamiento. Se trata de una pieza metáfora sobre la protección que necesita el planeta realizada con materiales apenas tratados, poniendo la técnica artesanal y la manipulación al servicio de las características del material.
En la exposición se pueden ver otras piezas interesantes hechas de madera, todas combinadas con otros materiales como el vidrio o incluso con la cestería.
El papel es contenedor y continente, soporte y obra. Un material que en las corrientes creativas actuales tiene una gran versatilidad conceptual. Dibujo, fotografía, collage, instalación… Son muchas las aplicaciones que aportan protagonismo a las obras que proyectan el plano hacia la volumetría. Las propiedades del papel se están explotando los últimos años con una reivindicación de la técnica artesanal que traspasa hacia el arte contemporáneo o incluso la producción industrial.
Un caso curioso es la obra titulada “Ribozim”de Edgard Massegú. Por primera vez en los Premios FAD de Arte vemos el binomio papel-luz, creando juegos de luz con un artefacto que hace de vehículo para la ilusión óptica que se proyecta. En “Geometrías del poder”de CritTeam (Eugenia López Reus & Miguel Jaime), en cambio, el papel hace la función de soporte, pero la manipulación lo transforma en la propia obra de arte.
Hemos hablado antes del martelé, pero hay más propuestas en la exposición. Encontramos obras de hierro, bronce o acero que dan vida y forma a esculturas de grandes dimensiones y otras más pequeñas. Esta versatilidad se complementa con el carácter duro, rudo o frío que pueden transmitir estos materiales al servicio de unos conceptos que nos vinculan a la contemporaneidad.
Un ejemplo es la obra realizada por Javier Blanco “Plato’s cave: metaverse”. Una teoría tan antigua, hecha escultura con material también clásico, pero al servicio de un relato contemporáneo. Se trata de un busto de Platón con gafas de realidad virtual, parafraseando la alegoría platónica de la caverna (el mundo de lo ideal y el de lo sensible) con nuestro mundo de lo real y de lo virtual. Los artistas cuestionan la realidad con herramientas tradicionales, actualizando constantemente nuestras ideas preconcebidas de la tradición y sus posibilidades creativas.
Otro ejemplo interesante es la obra “A mitad del camino de nuestra vida, me encontré a mí mismo dentro de un bosque oscuro”, de Mariko Kumon. Una obra de alambre de alpaca y bronce que parte de la Divina Comedia de Dante para hablar de la depresión, la salud mental y la presión del tiempo que corre.
“Sense títol”, de Javier Poveda Lasheras, es una obra muy figurativa que establece una conexión directa entre el arte y la arquitectura. Esta obra no deja de ser un detalle, un fragmento, de algo más allá que solo existe dentro de nuestras mentes. Podemos imaginar como acaba esta línea, donde se refleja la sombra, pero nunca lo podremos confirmar.
En la exposición encontraremos algunas pinturas más, como la titulada “Linda Jones”, de Vito Thiel, que nos recuerda al pop-art de la década de los 70, con una sensación de tridimensionalidad que se escapa del 2D para saltar a nuestro mundo.
La cerámica tiene bastante presencia en la exposición y, en general, en los Premios FAD de Arte. Y es que es una disciplina de la artesanía que ha entrado con fuerza en el ámbito artístico reivindicando, una vez más, el oficio artesanal como medio para la expresión artística. Estos materiales cerámicos nos conectan con los orígenes, pero con una demostración de destreza en la práctica de la técnica y el dominio de la materia.
“Belluguet”, de Sandra Partera Garcia, es una obra de cerámica con imprimación negra. Destaca por el hecho de aplicar la técnica tradicional, pero para conceptualizar una obra totalmente alejada de aquello que se pueda imaginar cuando se piensa en una pieza de cerámica. Los diferentes elementos colocados estratégicamente y jugando con los vacíos toman una nueva dimensión en el espacio, suspendiendo la fragilidad del material.
El arte textil es el más representado en esta 13ª edición de los Premios FAD de Arte. Materiales textiles para piezas utilitarias, pero también para la expresión artística, que no es solo una reivindicación de las llamadas artes menores, sino también de las artífices, de las artesanas, de las conocedoras, las profesionales y las productoras: las mujeres.
Este año tienen la gran suerte de compartir espacio con una exposición que reivindica las pioneras, y desde A-FAD quieren unirse a la reivindicación de aquellas creadoras y creativas que nunca fueron reconocidas, que siempre estaban a la sombra trabajando en aquello que se consideraba un trabajo creativo menor. Se suman a la reivindicación con obras tan bien ejecutadas como “Ordir com a mètode de resistència” de Carla Mañosas Mas, “Morfologia d’agost” de Mariona Cañadas y Pedro Murúa, y Ajuar de Concha Romeu López de Sagredo, pero podríamos destacarlas todas por su calidad en un arte que va creciendo y que esperamos que cada vez más vaya tomando su lugar dentro del sector creativo.
Dentro de la exposición podrá verse también de forma simbólica el trabajo de las artistas que este año recibirán los Reconocimientos FAD de Arte 2023. En esta edición serán reconocidas las artistas Silvia Gubern (1941), Patricia Dauder (1973) i Eva Fàbregas (1988)), por su trayectoria, aportación profesional al sector artístico y por la excelencia en el trabajo conceptual, material y técnico de sus obras de arte.
Esta sección de la exposición incluye las obras finalistas y seleccionadas de los Premios FAD de Arquitectura e Interiorismo y de los Premios Habitàcola para estudiantes de arquitectura y diseño. Estos galardones están organizados por la Arquinfad, la Asociación Interdisciplinaria del Diseño del Espacio del FAD.
La convocatoria se cerró a finales de enero con un total de 576 obras presentadas y la edición de este año de los premios finalizará el 19 de octubre con la fiesta de entrega, que tendrá lugar en el Paraninfo de la Escuela Industrial.
Desde 1955, los Premios FAD valoran, año tras año, las mejores obras de arquitectura barcelonesa, catalana e ibérica, progresivamente, siendo los premios de arquitectura más antiguos y prestigiosos de Europa. Sesenta y cinco años promoviendo una arquitectura que no deja de buscar soluciones en los retos y problemáticas que como sociedad tenemos que afrontar; en su momento fue la necesidad de modernización, ahora aspectos relacionados con la crisis climática, así como la sostenibilidad social y medioambiental.
La exposición propone un recorrido por las propuestas más destacadas de la producción arquitectónica peninsular, desglosada en cuatro categorías: Arquitectura, Interiorismo, Ciudad y Paisaje, e Intervenciones Efímeras. También deja un espacio al pensamiento y la crítica arquitectónica, así como a propuestas arquitectónicas internacionales, sin olvidarnos de las reflexiones y las aportaciones de arquitectas en formación —el futuro de la profesión— mediante los Premios Habitàcola.
Una arquitectura pensada desde la diversidad que afronta problemas contemporáneos. Esta es la dirección que ha tomado la selección de obras este año, con un jurado integrado por reconocidos profesionales del sector: el interiorista y diseñador industrial Francesc Rifé lo ha presidido acompañado por Xavier Delgado, Carme Fiol, Uriel Fogué, Patrícia Santos Pedrosa y Jelena Prokopljević como vocales.
Gran parte de los proyectos exhibidos exploran, experimentan e innovan alrededor del programa de la vivienda, aportando una diversidad notable en tipologías y sistemas constructivos que surgen de la necesidad de pensar la arquitectura desde dentro para acoger las diferentes y cambiantes formas de ejemplo, promociones de vivienda social, obras que exploran las posibilidades de la vivienda colectiva o nuevas maneras de proyectar encargos de bajo presupuesto, como en el caso del proyecto 12-10K house, de los arquitectos Mireia Luzárraga, Alejandro Muiño de Takk, un buen ejemplo de cómo abrirse a nuevas maneras de habitar el espacio con la construcción de soportes sencillos y fáciles de transformar, según evolucionen las necesidades de quienes lo habitan.
Soluciones que proponen, de manera eficiente, diferentes maneras de apropiarnos de los espacios que habitamos y que se pregunten cómo tendrían que ser en el futuro los lugares de convivencia para hacer frente a la actual situación de emergencia habitacional. Es el caso de las 136 viviendas sociales en Gavà de HArquitectes o las también viviendas sociales Raw Rooms de Peris Toral Arquitectas en Ibiza.
También se exponen casas particulares con espacios personalizados que miran hacia nuevas situaciones domésticas, rehabilitaciones e intervenciones sensibles con el patrimonio o con el paisaje; escuelas como la Reggio School, de Andrés Jaque, que entienden la arquitectura como parte del aprendizaje y como medio para estimular la curiosidad; o incluso bibliotecas públicas arraigadas en la ciudad que se perciben como condensadores sociales, como es la ya reconocida Biblioteca Gabriel García Márquez del estudio Suma Arquitectura.
Se muestran también obras construidas por estudios peninsulares en todo el mundo en ubicaciones tan diversas como Taiwán, Perú, Italia, Francia o Estados Unidos, entre otros países. Propuestas en que la diversidad no solo se encuentra en su localización, sino también en las tipologías proyectuales.
En definitiva, una selección de lugares donde coexisten diferentes realidades y necesidades, con propuestas de autoría joven y con proyección de futuro que apuestan por el trabajo colectivo, aprovechando los recursos naturales y teniendo en cuenta problemáticas propias de nuestro tiempo a las cuales dar respuesta mediante soluciones técnicas innovadoras.
Los textos dedicados al pensamiento y crítica arquitectónica también tienen su espacio en esta exposición. Unos títulos valorados por su diversidad y calidad, situando a investigadores y editoriales peninsulares en un lugar destacado a nivel europeo e internacional. Estos trabajos muestran el compromiso social y medioambiental creciente de la disciplina y permiten plantear alternativas a la hegemonía del estamento urbanizador-industrial.
En esta edición se ha hecho notable el aumento de publicaciones firmadas o editadas por autoras, aunque en un número aún lejos de la paridad.
La exposición termina dando voz a las nuevas generaciones de arquitectos —el talento emergente que en un futuro muy próximo se encargará de defender, entre otros, el espacio público urbano de nuestras ciudades— mediante la selección de los Premios Habitàcola, concurso dirigido a estudiantes que promueve la reflexión alrededor de nuevos marcos teóricos en los campos del diseño y de la arquitectura, así como el debate sobre soluciones y puntos de vista innovadores en relación con diferentes temas de interés social y de actualidad.
Las temáticas que año tras año vehiculan la convocatoria son relevantes para la sociedad, abordando problemáticas actuales sin resolver. Este año, bajo el título “In Between” se plantea una reflexión sobre el diseño de los espacios de transición interior-exterior de nuestras viviendas. Una invitación a buscar métodos de habitar que se adapten de manera inteligente a las nuevas necesidades derivadas de la pandemia, la crisis climática y el encarecimiento de la energía.
Muestra las obras galardonadas de los Premios ADG Laus de Diseño Gráfico y Comunicación Visual que organiza la Asociación de Directores de Arte y Diseñadores Gráficos del FAD (ADG-FAD), realizadas tanto por profesionales como por estudiantes. Son el barómetro anual del estado de la profesión, reconocen la excelencia y el talento emergente y promueven la importancia cultural y económica del diseño y la comunicación para la sociedad.
Convocados desde 1964, estos galardones han llegado este año a su 53.ª edición con más de 1.200 proyectos presentados. Se otorgaron el pasado 8 de junio y en total se premiaron 313 proyectos.
Cuentan con seis categorías: Diseño Gráfico, Digital, Publicidad, Audiovisual, Estudiantes y Aporta. Dentro de cada categoría, los proyectos, presentados en diferentes apartados, compiten por conseguir los trofeos Laus de Bronce, Laus de Plata y Laus de Oro. Los premiados con un Laus de Oro en cada categoría pueden hacerse con un Grand Laus y, en el caso de los estudiantes, con un Young Talent.
El reparto de los premios recae en los diferentes jurados de cada categoría, formados por profesionales de prestigio del sector, tanto nacionales como internacionales, entre los cuales destacan, este año, Luís Morillas de Morillas Branding, Liza Enebeis de Studio Dumbar, Titti Kurppa de Kurppa Hosk o Demian Conrad de Automatico Studio.
El jurado de este año ha destacado varios proyectos que utilizan el diseño gráfico y la comunicación visual para ir más allá de la excelencia formal y comunicativa, aportando mensajes con valor social.
Algunos de los proyectos que se pueden ver en la exposición cruzan los límites del diseño gráfico con otras disciplinas, haciendo patente su importancia en todos los niveles de la vida cotidiana. Es el caso del sistema visual para las intervenciones de urbanismo táctico de Barcelona, de Arauna Studio, que fue galardonado con un Grand Laus en diseño gráfico. El proyecto aporta, por un lado, un código visual fácilmente reconocible como es lo de los panots de Barcelona y, por otro, humaniza las áreas asfaltadas que pasan a ser zonas para peatones.
En la categoría de Publicidad, el jurado ha premiado con el máximo galardón, un Grand Laus, a otro proyecto con trasfondo social: “Muchoyó”, de Jorge Martínez, F33, Collage, Arena y Hype. Se trata de un proyecto colaborativo en el que se da voz a niños y adolescentes para que sean ellos y ellas quienes exijan, en primera persona, el cumplimiento de sus derechos en problemáticas como la discriminación, el trabajo infantil, la violencia sexual o los conflictos bélicos, relacionándolo con un personaje mítico de la niñez para muchas generaciones, Pocoyó.
En la categoría Digital se destacó con un Grand Laus el proyecto web de autopromoción de una agencia, “Silencio – Digital products for contemporary brands”.Proponen un storytelling inmersivo alrededor del proceso de compra virtual de los productos que ofrece la agencia, que se va descubriendo a lo largo de la navegación, y combinan animaciones tipográficas y elementos 3D renderizados en tiempo real al entorno web.
El cortometraje “InTENsity”, creado por Brut y Bounty Banana, se llevó al máximo galardón de la categoría Audiovisual, un film de producción compleja por la cantidad de localizaciones y por las técnicas que utiliza: live action, animación tradicional, stop motion, 3D y motion graphics.
Por otro lado, dentro de los proyectos de la categoría Estudiantes destaca sin duda el audiovisual “Beyond the Fringe”, de Constanza Baj, Han Tang i Giulia Zanette, de la que fue galardonado con el premio Young Talent. Con una gran sensibilidad y una ejecución impecable, este cortometraje de animación narra un viaje de autodescubrimiento de un maravilloso personaje de papel.
La categoría Laus Aporta es específica para proyectos que tienen una aportación social muy destacada desde las diferentes disciplinas del diseño gráfico y la comunicación visual. Se premian dos proyectos, uno de profesional y uno de estudiantes. El profesional fue para “Internacional Progressista”, de Gabriel Silveira, un ecosistema gráfico que quiere transmitir los valores de un mundo nuevo: democrático, descolonizado, justo, igualitario, liberado, feminista, ecológico, pacífico, postcapitalista, próspero y plural, que provoca el pensamiento, inspira resistencia y se atreve a imaginar.
El galardón de la categoría Aporta para estudiantes recayó en el proyecto “Referentas”, de Amanda Lázaro Rubio, de la escuela de Arte José Val de Omar. A través de una web y de un perfil de IG pone en valor las contribuciones de las mujeres a la historia del diseño gráfico, posicionándolas como referentes, a la vez que garantiza la democratización de una información difícil de encontrar.
Finalmente, los premios honoríficos de los Laus también se pueden ver en la exposición. José María Cruz Novillo recibió el Laus de Honor por contribuir a explicar la importancia y la utilidad del diseño gráfico en el día a día de las personas a través de su trabajo, con la creación visual de marcas, identidades e imágenes que han quedado fijadas por siempre jamás al imaginario colectivo.
El montaje expositivo de este año, de las arquitectas Giovanna Giampetruzzi y Soledad Lanús, destaca por ser una apuesta contundente hacia la sostenibilidad, a través de grandes cortinas reutilizables de tejido biodegradable de la empresa Endutex, así como mobiliario expositivo reaprovechado.
La gráfica de la muestra ha corrido a cargo del estudio Cómo Design, y está caracterizado por el uso de cintas de colores que atraviesan las imágenes, y que se han trasladado también al plano físico en el montaje expositivo como soporte de cartelas y paneles.
El evento reunió a más de 400 asistentes, tanto presenciales como virtuales, provenientes de más de 20 países.
Destaca por consumir hasta un 70% menos de energía, en comparación con luminarias convencionales de alta intensidad de descarga.
Del 5 al 8 de noviembre en el pabellón 10, en el estand 10E01 de Comenza en Ifema Madrid, se podrán conocer las novedades de la marca; en concreto, su gama de barandillas fotovoltaicas conecta SOLAR.
Pura Alegría es un amarillo luminoso representa el optimismo, la energía y la creatividad, ofreciendo una respuesta al deseo de transformar los hogares en espacios más luminosos y vitales en un mundo en constante cambio.
Se trata de un proyecto cofinanciado por el programa LIFE, subprograma de Transición a la Energía Limpia, que tiene el objetivo de desarrollar formación presencial y certificación en microcompetencias para la transición verde del sector de la construcción.
Este proyecto está liderado por la empresa Técnicas Reunidas, y además del ITC participa otro centro tecnológico como es AIJU, la empresa Proying XXI Ingeniería, dedicada a la fabricación de hornos de fritas y quemadores, y una empresa usuaria final productora de fritas cerámicas.
El acuerdo de abastecimiento sostenible ayuda a reducir la huella de carbono de los equipos de electrificación clave en un 29%.
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