Micheel Wassouf y Victoria Merchan, Energiehaus Arquitectos
Si el actual confinamiento nos ha llegado en la época de primavera, donde podemos conseguir el confort térmico dentro de las estancias de modo fácil, ¿que pasaría en las viviendas “normales” en condiciones del mes de julio, agosto, enero o febrero? Con esta crisis sanitaria, crecerá la demanda en el mercado inmobiliario para casas que cuidan la calidad del aire interior a lo largo de todo el año.
Si hasta hace poco, los españoles preferían pasar su tiempo en el exterior, ahora nos damos cuenta de la importancia de espacios interiores saludables y de confort, sobre todo viendo el creciente aumento de casos de asma (se estimó en 2018 un total de más de tres millones en España, según Gaceta Médica 2018) y alérgicos de pólenes en España.
Estudios recientes han demostrado la coincidencia de la alta mortalidad de casos Covid-19 con zonas de aire exterior altamente contaminado, donde aumentan las enfermedades pulmonares y por tanto generan una población mucho más sensible a virus agresivos como el Corona-Virus (SARS-CoV-2). Según un estudio realizado en España, la prevalencia de la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC) es del 58% de la población en general. Asimismo, un estudio reciente de la Universidad de Halle (MLU) ha detectado la coincidencia de alta mortalidad por Covid con zonas de muy mala calidad del aire.
Casas pasivas y ventilación controlada
Las casas pasivas, un concepto que ha tenido recientemente un creciente interés en España por ser un estándar de edificios de bajo impacto ecológico, aporta con la ventilación controlada una solución muy interesante de salud y calidad ambiental de las estancias habitables. Además, la combinación de este estándar con criterios de bioconstrucción es sin duda una oferta completa en términos de salud y ecología en el mercado de construcción.
Promotoras de viviendas y oficinas podrán optar para este tipo de edificios para responder a la creciente demanda de espacios resilientes en futuras crisis similares. No olvidemos que nuestro cuerpo humano contiene hasta 100 billones de bacterias, necesarias para un buen metabolismo físico y mental. En un ser humano, la suma de las bacterias puede llegar a pesar hasta 2 kg. La propuesta que nos hace Passivhaus es menos radical que la desinfección total de nuestros hogares: la muy alta calidad del aire se consigue en este estándar con una ventilación controlada con recuperación de calor.
Ventilación controlada en Passivhaus
Este sistema introduce el aire desde el exterior de modo controlado, pasándolo por un filtro del tipo F7, que puede filtrar hasta el 95% de las partículas dañinas para el sistema respiratorio del ser humano (PM2,5=menor que 2,5 micrómetros). Estas partículas se generan sobre todo por los pólenes de plantas y emisiones de coches, fábricas, agricultura etc. Desde luego, un filtro F7 no filtra virus como el Corona, ya que tiene un tamaño aproximado de 120 nanómetros (=0,12 micrómetros).
Visto que la presencia de los virus se relaciona con la alta concentración de seres humanos en estancias cerradas, recomendamos ventilar de modo constante estas estancias, intentando minimizar la recirculación de aire, típica en sistemas de aire acondicionado. Por eso, una ventilación controlada continua, tipo Passivhaus, es una opción muy efectiva para garantizar una muy buena calidad del aire interior, filtrando las partículas agresivas con los filtros mencionados anteriormente.
Las personas que participamos en el desarrollo de proyectos de edificación tenemos una responsabilidad importante en la elección de sistemas constructivos, materiales y estrategias de diseño que ayuden en la consecución de este ahorro de energía e impliquen la disminución de la contaminación. Es importante entender que el ahorro de energía no solo tiene que ver con la reducción de las pérdidas de calor, sino también con la elección de sistemas constructivos adaptados al clima (situación del edificio, tipo de instalaciones, ganancias solares, comportamiento del usuario).
Obtener el estándar Passivhaus no supone el uso de un tipo de material o estilo arquitectónico específicos, sino la optimización de los recursos existentes a través de métodos pasivos para llegar a estas demandas energéticas muy bajas y un confort climático alto.
Materiales de bajo impacto
En este sentido, si diseñamos edificios Passivhaus desde el punto de vista de la bioconstrucción, utilizando materiales que tienen pocas o nulas emisiones y pueden ser incluso reciclados, sumándole la utilización de criterios de alta eficiencia energética, conseguiremos reducir enormemente los impactos de la edificación sobre el medio ambiente y además mejoraremos la calidad de vida de los usuarios.
La bioconstrucción pone al usuario en el centro y es clave dentro del proceso de desarrollo de proyecto. El ambiente interior de los edificios está condicionado por diferentes factores entre los que encontramos la composición del aire, la presencia de hongos, bacterias, alérgenos, la temperatura interior, la temperatura superficial de las paredes, humedad, electroclima… La estanqueidad al aire junto a los sistemas de ventilación mecánica controlada, propios de los edificios Passivhaus, ayudan por lo general a crear un ambiente interior sano como se ha comprobado en diferentes monitorizaciones de edificios construidos.
Respecto a los materiales que usamos para conseguir la hermeticidad al aire, las recomendaciones desde el punto de vista de la bioconstrucción serían tanto la minimización del uso de cintas y espumas y de usar aquellas que tengan emisiones más bajas. En el caso de utilizar tableros de madera se debe comprobar que se usan aquellos con bajas emisiones de formaldehido y comprobar que no emitan otros tóxicos como son los isocianatos. Por otro lado se podrían usar yesos o cales o materiales estructurales ya herméticos como el CLT o el hormigón celular.
En cuanto el uso de barreras de vapor como capa de hermeticidad sería algo a evitar si no son necesarias por la sección constructiva. Utilizar frenos de vapor de sd variable y aislamientos con alta capacidad de difusión e higroscopicidad es una solución más favorable en términos de ecología de construcción.
Es importante un buen dimensionado de los sistemas de ventilación para que sea efectivo a nivel de calidad del aire.
Humedad en la calidad de aire interior
Sobre todo, hay que controlar que se haga un buen barrido de los contaminantes y evitar que la humedad relativa baje a menos del 40% ya que produce sequedad en ojos y garganta sobre todo, debido a una mayor concentración de polvo, virus, disminución de los iones negativos y favorece la creación de cargas electrostáticas.
Para evitar ambientes demasiado secos, el estándar Passivhaus recomienda realizar una ventilación controlada con caudales bajos, no mayores de 30 m3 por hora y persona. La humedad relativa en el interior de los edificios viene en gran parte condicionada por el clima, por lo que en ciertos casos sería necesaria la humidificación adicional o una recuperación entálpica.
Desde la bioconstrucción es importante la utilización de materiales higroscópicos, es decir, aquellos que ayudan a regular la humedad de los espacios interiores. Materiales como madera sin tratar, revestimientos de yeso natural, cal, tierra… son beneficiosos para mantener la humedad relativa en el 50% deseado. Estos materiales de bajo impacto son perfectamente compatibles con el estándar Passivhaus.
La generación de energía también es un punto que se propone desde la bioconstrucción, y en Passivhaus forma parte de los sellos “Plus” y “Premium”.
Diseño, acabados y mobiliario
Respecto el diseño interior, los materiales de acabado y mobiliario también deberían estar formados por materiales que no emitan al ambiente interior compuestos nocivos ni participen en la generación de cargas electricas como puede suceder con materiales plásticos. Además la calidad de la iluminación adaptada a los diferentes usos de las estancias teniendo en cuenta temperaturas de color cálidas y frías, curvas de distribución espectral similar a la luz natural o índice de reproducción cromática.
A lo largo de un año, se han comparado 60 viviendas con ventilación convencional por ventanas (líneas rojas) con otras 60 viviendas con ventilación tipo Passivhaus (líneas en azul). Se muestra la concentración media horaria de componentes orgánicos volátiles, dañinas para el ser humano.
Para finalizar, recordar que el usuario es el gran beneficiario de todas estas mejoras de la construcción; por eso debe ser conocedor del edificio donde habita o donde trabaja. La importancia del entendimiento por su parte del funcionamiento del edificio es la clave, ya que un proyecto bien diseñado pero llevado a la práctica de forma incorrecta puede echar por tierra todos los esfuerzos del proyectista. Por eso, se deberá transmitir todas las informaciones necesarias y dejarlo por escrito en el libro del edificio.
Gran parte de las estrategias que hacen que un edificio cumpla requisitos Passivhaus o criterios aplicados desde el punto de vista de la bioconstrucción tienen que ver con unos buenos hábitos de los usuarios, es por eso que los edificios pasivos necesitan usuarios activos.
El Reglamento de Mercurio de la UE revisado introduce un calendario revisado para la eliminación gradual de la fabricación y exportación de algunos productos de iluminación que contienen mercurio.
Algunos de sus modelos cuentan con hasta un 98% de materiales reciclados y todos los productos de la marca son 100% reciclables.
La promotora utilizará materia prima reciclada proveniente de las fundiciones gallegas de Exlabesa en sus promociones residenciales.
El recubrimiento por deposición física de vapor ofrece una gran durabilidad, resistente al desgaste y a la corrosión.
La gama Sika Ucrete se caracteriza por una elevada resistencia mecánica, química y a la temperatura –tanto baja, desde –40º, como alta, hasta +150º–, pudiendo instalarse en zonas de mucho tránsito o donde se usen productos y sustancias químicas.
La envolvente del edificio contaba con un cerramiento cerámico de bloque de ladrillo de elevada masa superficial que precisaba ser completado con un sistema de aislamiento por el exterior como Sikatherm para garantizar un óptimo comportamiento energético y la eliminación de los puentes térmicos.
La nueva bomba de calor multitarea semi-monobloc Compress 5800i AW está diseñada para ofrecer una solución eficiente, silenciosa y sostenible tanto para nueva construcción como para reformas.
FINN's Global Intelligence ha llevado a cabo un estudio encargado por la Meliore Foundation con el fin de conocer las principales actuaciones en materia de renovaciones en el hogar acometidas en los últimos cinco años en cuatro países europeos.
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