En un momento en el que el modelo de organización del trabajo está atravesando el mayor cambio de los últimos 100 años, la oficina, tal como la hemos entendido hasta ahora, también está en plena revolución. Y no se trata de un mercado menor, si se tiene en cuenta que anualmente el mercado mundial de oficinas mueve 5.000 millones de dólares, cerca de la suma conjunta de los PIB de Alemania y los Países Bajos.
Joseph Allen y John D. Macomber de la Harvard Business School nos recuerdan que, cuando cumplamos 80 años, habremos pasado 72 de ellos en entornos cerrados y, de estos, al menos 13.500 días en una oficina.
Para realizar una prognosis sobre cómo debe ser la oficina del futuro partiendo de las mejores prácticas actuales, Ifma España, capítulo español de la International Facility Management Association, ha lanzado su guía Playbook de la Oficina Sostenible, un libro blanco que define cómo debe ser una oficina sostenible desarrollando de manera integral los criterios ambientales, sociales y de gobernanza.
La obra, que busca ser una referente nacional e internacional, es el resultado del trabajo conjunto de dos comisiones de Ifma España: la de Sostenibilidad, cuya directora es Susana Quintás; y la de Workplace y Personas, cuyo sponsor es Joaquina Garrido; siendo ambas codirectoras y editoras del proyecto de investigación.
El Playbook de la Oficina Sostenible es una guía exhaustiva que ofrece una visión integral de los principios y estrategias para lograr una oficina sostenible. A lo largo de sus más de 340 páginas, explora diversos temas, desde la eficiencia energética y la gestión de residuos hasta el diseño de espacios saludables y la promoción de prácticas laborales responsables.
Su objetivo es proporcionar una herramienta práctica para los profesionales de la gestión de instalaciones y líderes empresariales, brindándoles las herramientas y el conocimiento necesarios para transformar sus espacios de trabajo en entornos sostenibles.
Para conseguirlo ofrece una visión holística, transversal y fundamentada en las mejores prácticas, y cuenta con la participación de numerosos líderes del sector, quienes –ya sea en artículos técnicos individuales o bien en análisis colaborativos- contribuyen con su propia interpretación desde distintos ángulos.
Entre ellos, las megatendencias sociales y en el sector inmobiliario, el nuevo Workplace o la operativa de la oficina sostenible. Y también desde otros aspectos relevantes, como la normativa sostenible, la tecnología, la calidad del reporting, la sostenibilidad en las tasaciones de activos inmobiliarios o dando las claves de aspectos más concretos como la obtención de cero emisiones, entre otros muchos aspectos.
Más en detalle, en su bloque central, las páginas del playbook desarrollan con todo tipo de detalle aspectos clave en el diseño de la oficina sostenible, descifrándose todos los aspectos sobre mobiliario, diversidad e inclusión, la gestión de la energía, el agua, la gestión de residuos, el ruido, la iluminación, la restauración & catering y la limpieza. Y con especial atención en su parte final a la tecnología de la oficina sostenible, con el detalle de BMS y BIM, edificios inteligentes, el mantenimiento predictivo y la IA generativa.
Tal como apuntan Joaquina Garrido y Susana Quintás, “el Playbook se centra en la idea de que la oficina pasa a ser “un lugar al que ir”, un espacio para la socialización, la interacción, la innovación, el aprendizaje y la atracción de talento”.
Ante la gran paradoja del teletrabajo, donde se aumenta la productividad pero se reduce la creatividad, “avanzamos hacia un mundo de espacios fluidos, donde se fusiona lo físico y lo digital” y en los que “la tecnología pasa a tener un papel importante con la adopción de herramientas de colaboración en línea y comunicación digital para mantener la productividad y el flujo de trabajo y la tecnología aplicada al propio espacio”, señalan las codirectoras y editoras del proyecto de investigación.
Se destaca también en la obra el hecho de que “la oficina es un elemento clave para avanzar en los objetivos estratégicos de sostenibilidad”. Más aún cuando según datos divulgados a lo largo de los años por la Unión Europea los edificios son, en su conjunto y a lo largo de su ciclo de vida, responsables del 40% del consumo energético y del 36% de las emisiones de gases de efecto invernadero.
Y del mismo modo, el Playbook de la Oficina Sostenible tiene un claro enfoque hacia las personas, ya que “es una prioridad para las empresas saber qué valoran los profesionales, cómo pueden atraer y retener a los mejores, teniendo el entorno físico adecuado, las herramientas tecnológicas y los líderes que consigan que los empleados den lo mejor de sí mismos”, apuntan Garrido y Quintás.
Para las codirectoras y editoras, “la sostenibilidad se convierte, sin duda, en un intangible con una alta capacidad de impacto en la reputación de las compañías y su competitividad”. En esta forma de trabajar se minimiza el impacto negativo en el medio ambiente, se maximiza el bienestar de los empleados y se contribuye directamente a la cuenta de resultados de la empresa y el valor de la cartera inmobiliaria.
En lo referente al impacto ambiental, la guía presenta las mejores prácticas desde el diseño, la construcción y la gestión de la oficina, conectándolas con los ODS de la Agenda 2030 y descifrando cómo debe ser la gestión de la energía, el agua, los residuos, así como la movilidad sostenible en la oficina.
Para Susana Quintás y Joaquina Garrido, “la oficina sostenible no es solo una oficina verde. Es también una oficina con foco medioambiental, orientada a las personas y la experiencia, con un impacto financiero positivo y habilitada por la tecnología”.
Los edificios han de asumir su responsabilidad, que no es poca, para el cumplimiento de la Agenda 2030 y actuar en consecuencia. Además, el tsunami regulatorio en materia de ESG y de reporting (con un incremento normativo superior al 150% en los últimos años) la crisis global del cambio climático y las nuevas demandas y valores de la sociedad, hacen que la sostenibilidad de los edificios sea clave para todas las partes interesadas: inversores, propietarios, ocupantes, financiadores y la sociedad.
El Playbook de la Oficina Sostenible también se hace eco de que la sostenibilidad no es una opción, sino una obligación. Aquellos edificios que no acrediten un nivel suficiente estarán abocados a la obsolescencia. Por lo tanto, el primer retorno hay que valorarlo en términos de ser o no ser sostenibles.
En cuanto al retorno económico, más allá del de la propia viabilidad del inmueble, las certificaciones impactan positivamente en las rentas, la comercialización, el acceso a financiación verde y el valor. Del mismo modo, el Playbook de la Oficina Sostenible remarca que perder el tren de la sostenibilidad implica obsolescencia y pérdida de valor del activo.
La calidad de vida en un edificio puede aumentar su atractivo y, en consecuencia, su valoración. “Los criterios ESG ya son un activo en las valoraciones. Los edificios con una mejor calidad de vida suelen tener un mayor potencial de salida en el mercado inmobiliario, ya que los compradores y los inversores buscan propiedades que brinden una experiencia de vida agradable y cumplan con sus necesidades y preferencias”, señalan Garrido y Quintás.
Para el presidente de Ifma España, Enrique Carrero, “el libro ayuda a tener una mirada amplia sobre qué es y no es una oficina sostenible y presenta los primeros pasos de la sostenibilidad aplicada al Facility Management”.
En un cambio de paradigma de la relación entre el empleado y su lugar de trabajo, “el Facility Manager se encuentra ante una oportunidad sin precedentes en su historia de liderar dicho cambio” y transformar el concepto tradicional de su especialidad como centro de costes a la visión de ser un recurso estratégico de la empresa en términos de valor, innovación, productividad, ahorros y sostenibilidad.
En este aspecto, el presidente de Ifma España apunta: “Los profesionales del FM deben ser proactivos, muy orientados a la innovación y capaces de adaptarse a un entorno en constante cambio”. Deben encontrar el equilibrio entre eficiencia operativa, sostenibilidad y experiencia del usuario y “este libro blanco es una invitación a todas las empresas y profesionales a unirse a nosotros en este viaje hacia un futuro más sostenible y próspero”.
El proyecto, denominado Balin, forma parte del programa Hazitek de la agencia vasca de desarrollo empresarial SPRI, del Gobierno vasco.
“Tenemos que ser exigentes y pedirle a la Administración que nos dé garantías. Y la garantía puede ser en forma de certificado de sostenibilidad, seguro trienal u otra que valide la propia Administración”, afirma el presidente de Cepco.
Una solución a este desafío es la climatización adiabática, que consiste en el proceso natural de enfriamiento mediante la evaporación del agua.
A diferencia del ladrillo tradicional, presenta unas dimensiones de 236 x 100 x 119 mm (largo x ancho x alto), lo que hace que se disminuya en un 49% el mortero presente en el paño cara vista.
La Asociación Española de Fabricantes de Azulejos y Pavimentos Cerámicos (Ascer), con la financiación de la Generalitat Valenciana, lanza la campaña ‘El ingrediente secreto’.
Saint-Gobain, especialista en construcción ligera y sostenible, en colaboración con Green Building Council España (GBCE), han organizado la jornada ‘Soluciones para una edificación descarbonizada’.
Según datos del II Estudio Pluxee de Retos y Tendencias en RRHH 2024, el 58% de las empresas españolas ya han adoptado un modelo de trabajo 100% presencial.
La jornada ‘Rehabilitación. Por un edificio habitable y accesible’ se ha celebrado este 14 de noviembre en la sede oficial del Colegio Oficial de Arquitectos de Aragón.
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