El importante crecimiento de la población de las últimas décadas ha traído consigo un aumento de la edificación, lo que ha provocado que la huella medioambiental de los edificios haya sido muy elevada, ya que cualquier construcción conlleva un consumo energético, de materiales, alteración visual, modificación del medio, etc.
Teniendo en cuenta el fuerte impacto ambiental que origina la construcción, en los últimos años se han dado pasos hacia la reducción de su huella. Por ello se hace necesario encaminar acciones a la transformación de los entornos habitados en modelos más sostenibles y eficientes energéticamente.
Con el foco puesto en este objetivo nació el proyecto Modecel -financiado por el Instituto Valenciano de Competitividad Empresarial (Ivace)-, que está coordinado por el Instituto Tecnológico de la Energía (ITE) y cuenta con Aidimme como socio.
El equipo de ITE ha desarrollado tecnologías de eficiencia energética que posibiliten un mejor aprovechamiento de la energía mediante el desarrollo de soluciones digitales que promueven nuevos modelos de consumo y gestión energética dirigidos a la creación de entornos comunitarios con balance energético cero y positivo y climáticamente neutros.
Este proyecto tiene como finalidad el desarrollo de soluciones orientadas a realizar un uso más eficiente de la energía de edificios en entornos urbanos y, en particular, en comunidades energéticas. Abarca tres niveles de actuación: recubrimientos para mejorar el aislamiento térmico de la envolvente; nueva metodología basada en modelado digital orientada al diagnóstico y evaluación energética del edificio; y diseño de soluciones digitalizadas para la gestión energética colectiva.
Durante el proyecto, los investigadores se han concentrado en identificar qué medidas y actuaciones se pueden implementar para favorecer el uso eficiente de la energía, teniendo en cuenta las características de la comunidad energética.
Para ello, el equipo ha puesto el foco en dos desarrollos: por un lado, una metodología basada en simulación para el diagnóstico y evaluación energética de edificios; y por otro, una aplicación para smartphones que permita concienciar a usuarios residenciales sobre el uso que hacen de la energía con el fin último de promover cambios en su comportamiento que contribuyan a lograr los objetivos medioambientales y energéticos marcados por la comunidad.
Las soluciones planteadas permiten sistematizar el proceso de modelado energético de los elementos pasivos de edificios del entorno residencial y terciario mediante el uso de software accesible, aunando en una misma metodología la definición de características constructivas del edificio, la definición de cargas térmicas, el consumo energético asociado a equipos, sistemas de generación renovable y sistemas de almacenamiento energético, y todo ello considerando diferentes escenarios de uso.
Asimismo, se posibilita la evaluación automatizada y de acuerdo con una metodología estandarizada del impacto de incluir modernizaciones, reformas o mejoras respecto al diseño base a través de procesos que se repiten una y otra vez hasta conseguir un diseño mejorado.
La solución de Modecel facilita un mejor aprovechamiento de la energía, sus efectos son sumamente positivos ya que fomenta hábitos de consumo responsables, favorece la participación del usuario en la mejora de los hábitos de consumo energético, optimiza la gestión de la energía producida por la CEL minimizando excedentes y optimizando el balance energético global, además de maximizar incentivos económicos a través de coeficientes de reparto dinámico en instalaciones fotovoltaicas compartidas.
En general, empresas y organismos de los ámbitos del hábitat sostenible y la energía se verán beneficiadas por los resultados de este proyecto, destacando a entidades locales, comunidades energéticas, empresas del sector de la construcción, empresas instaladoras, empresas de servicios energéticos y comercializadoras de energía.
El proyecto Modecel, con expediente Imdeea/2022/40, con solicitud de cofinanciación por el Instituto Valenciano de Competitividad Empresarial (Ivace) y por la Unión Europea a través del Fondo Europeo de Desarrollo Regional (Feder).
Con el revestimiento Moso Bamboo N-durance y el suelo Moso Bamboo Prestige, la marca busca no solo innovar en soluciones arquitectónicas funcionales y estéticamente atractivas, sino también seguir siendo sostenible.
La inversión de 30 millones de euros hecha por la marca aumenta la capacidad máxima de producción en un 25% y permite fabricar suelos hasta un 30% más rápido que otras líneas.
Los fluxómetros son sistemas de descarga de agua de alta presión que se utilizan en inodoros, urinarios o grifos. Su sistema manual funciona a través de dos cámaras separadas por un diafragma, una válvula de alivio y un mecanismo de palancas.
El secretario general de Agenda Urbana, Vivienda y Arquitectura analiza en esta entrevista en exclusiva con CIC Arquitectura y Sostenibilidad el pasado y presente del sector.
Dolores Huerta, directora del GBCE, felicita a CIC Arquitectura y Sostenibilidad por la publicación del número 600 de la revista.
Con esta alianza, Catalonia Ceramic se convierte en distribuidor oficial de Venux en Cataluña y Andorra.
Este nuevo objetivo sustituye al anterior enfoque del grupo sobre plásticos reciclados y amplía su alcance para incluir los dos materiales más utilizados por la compañía en términos de peso.
El Pacto Mundial de Naciones Unidas es una iniciativa global, pero se articula a través de las redes locales, que funcionan a nivel nacional, para poder acercar todo lo que desarrollan a la realidad de cada territorio.
“La colaboración con Gerflor ha sido clave para integrar los pavimentos en la narrativa del espacio”, explica Sara Sánchez, CEO de Dobleese Estudio e interiorista responsable del proyecto.
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