Un consorcio de 24 socios ha puesto en marcha el proyecto de investigación europeo Multiclimact, una iniciativa que tiene el objetivo de establecer un marco de trabajo y crear herramientas para evaluar la resiliencia de edificios, áreas urbanas y territorios frente al auge de los peligros naturales y climáticos locales que se están produciendo debido a los efectos del cambio climático.
En un contexto en el que las condiciones meteorológicas han cambiado significativamente y la frecuencia de eventos extremos como inundaciones, terremotos y olas de calor severas está aumentando, la sociedad tiene la necesidad urgente de planificar, diseñar y modernizar el entorno construido para adaptarse a estos riesgos relacionados con el cambio climático.
Tal y como explicó Pablo Gilabert, director de Innovación de la empresa de software para arquitectura, ingeniería y construcción Cype, participante en este proyecto de investigación, “en determinados casos nuestro entorno construido puede llegar a suponer un factor de vulnerabilidad, en lugar de ser un espacio de seguridad para los ciudadanos” debido a que los sistemas, materiales y tecnologías utilizados en su momento no contemplaban ni el cambio climático ni el impacto que está teniendo en estas infraestructuras.
Por ello, explicó el director de Innovación de Cype, “es necesario buscar la resiliencia de estos activos, tanto de los existentes como de los que se van a construir, con objeto de mejorar su capacidad de respuesta a lo largo de todo su ciclo de vida”. Una mejora que, desde su punto de vista, aumentará el bienestar y calidad de vida de los ciudadanos, a la vez que reforzará la seguridad.
Para llevar a cabo esta iniciativa, que comenzó en octubre de 2023 y que se desarrollará durante tres años y medio, los participantes aprovecharán los últimos avances en análisis de datos, modelado y tecnologías predictivas para poder anticipar y responder mejor a las amenazas naturales y climáticas.
El proyecto Multiclimact tiene un enfoque integral al abordar, además de la resiliencia, la sostenibilidad y la seguridad de las comunidades de toda la región europea. Para llevarlo a cabo, el consorcio abordará diferentes líneas de trabajo.
“Estudios in situ para evaluar la resiliencia de espacios y edificaciones ya existentes, desarrollar nuevos métodos de diseño y planificación resilientes, sostenibles y rentables en diferentes escalas geográficas o investigar sobre el uso de materiales y tecnologías que potencien la durabilidad de las construcciones son algunas de las tareas que estamos abordando”, enumeró Gilabert.
La información y datos recopilados en estos trabajos tendrán una importancia crucial para promover una construcción más resiliente frente al cambio climático. Por ello, el consorcio también desarrollará soluciones digitales para monitorear y responder a situaciones críticas, mejorando la utilización de datos para la seguridad y la calidad de vida. En este campo, Cype está trabajando en el desarrollo de modelos digitales y aplicaciones de simulación energética y estructural.
Según avance el proyecto y se consigan los primeros resultados, los participantes realizarán cuatro pruebas piloto en España, Italia, Letonia y Países Bajos. “Todos los lugares escogidos tienen condiciones climáticas y sistemas sociales y económicos distintos, por lo que nos enfrentaremos a desastres ambientales diferentes”, aclaró el director de Innovación de Cype.
En España, el Ayuntamiento de Barcelona ya ha empezado a realizar estudios en su espacio público. En concreto, ha puesto en marcha una prueba piloto para implantar un nuevo pavimento drenante en la ciudad con el objetivo de estudiar el comportamiento de los pavimentos permeables o sistemas urbanos de drenaje sostenible (SUDS) lineales y evaluar su potencial para dar respuesta a los problemas de drenaje urbano frente a los episodios de grandes lluvias.
Esta prueba servirá para evaluar la capacidad drenante del pavimento, así como la calidad de las aguas de filtración obtenidas, aparte de estudiar el comportamiento del pavimento con el paso de vehículos y la temperatura en relación con el pavimento tradicional, para reducir el efecto de isla de calor.
El proyecto, denominado Balin, forma parte del programa Hazitek de la agencia vasca de desarrollo empresarial SPRI, del Gobierno vasco.
“Tenemos que ser exigentes y pedirle a la Administración que nos dé garantías. Y la garantía puede ser en forma de certificado de sostenibilidad, seguro trienal u otra que valide la propia Administración”, afirma el presidente de Cepco.
Una solución a este desafío es la climatización adiabática, que consiste en el proceso natural de enfriamiento mediante la evaporación del agua.
A diferencia del ladrillo tradicional, presenta unas dimensiones de 236 x 100 x 119 mm (largo x ancho x alto), lo que hace que se disminuya en un 49% el mortero presente en el paño cara vista.
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