Son muchos y muy diversos los factores que pueden influir en la calidad del aire que respiramos en espacios interiores, desde la humedad existente en el ambiente, que genera la aparición de gran cantidad de microorganismos, hasta los Compuestos Orgánicos Volátiles (COVs) que desprender determinados materiales de construcción, pinturas, barnices, etc. También el uso de la calefacción e, incluso, actos como cocinar, pueden elevar la concentración de CO2 en una vivienda.
Si el espacio no está correctamente ventilado y no cuenta con elementos que favorezcan la renovación del aire, podemos encontrarnos ante concentraciones de partículas y sustancias nocivas hasta cinco veces superiores a las recomendadas por la normativa vigente, según recoge el Informe Edificios y Salud.
“La calidad del aire en el interior de los edificios es un importante desafío a la hora de construir espacios respetuosos con la salud. Un ambiente insalubre, con elevadas concentraciones de CO2 o COVs puede ocasionar importante problemas respiratorios, como asma, alergias y otras patologías relacionadas con las vías respiratorias”, señalan desde Wolf.
"Desde Wolf trabajamos para ofrecer soluciones que permitan disfrutar de un aire más fresco, libre de partículas nocivas y con la máxima eficiencia energética”, explicó Antonio Torrado, director general BU Heating and Ventilation de Wolf Ibérica.
La compañía ha desarrollado diferentes soluciones para todo tipo de espacios apostando por sistemas eficientes, silenciosos, saludables y rentables, que ofrezcan el máximo confort, sin incrementar la demanda de energía.
Como los nuevos sistemas CWL-2 de Wolf –disponibles en dos niveles de potencia: CWL-2-325 y CWL-2-400, la solución más compacta del mercado, que destaca por su silencioso funcionamiento y elevada eficiencia energética. Esta solución, tiene un grado de recuperación de calor del 99%, proporcionando un ahorro de energía cercano al 33%, y un funcionamiento muy sostenible.
Entre las ventajas de la gama de ventilación doméstica CWL-2 de Wolf destaca su capacidad para emitir un caudal de aire limpio constante, de hasta 600 m3/h, el mayor en equipos residenciales de pared. Su tecnología les permite controlar la calidad del mismo, monitorizando factores como el nivel de humedad del ambiente o la temperatura. En función de la carga, el equipo adapta el caudal de forma inteligente para que la calidad del aire cumpla siempre los requisitos más exigentes. Además, sus potentes filtros eliminan el polvo, el polen y la suciedad del aire.
“El CWL-2 dispone de anemómetros incorporados, que controlan el caudal del aire. Esta tecnología patentada por Wolf permite asegurar el correcto equilibrado del sistema y el rendimiento estacional”, apuntó Torrado.
Estos sistemas cuentan con ventiladores EC, que hacen que su funcionamiento sea muy silencioso, convirtiendo a la gama CWL-2 en una solución adecuada para todo tipo de viviendas hasta pequeñas centralizaciones, tanto en obra nueva como en rehabilitación. Además, su tecnología es a prueba de fallos, gracias a su regulación de caudal inteligente y a una batería de precalentamiento eléctrico integrada, que protege al equipo contra heladas y garantiza el funcionamiento en todo momento.
“Con el objetivo de crear espacios más sostenibles y saludables, adaptados a las necesidades de los usuarios, lanzamos estas soluciones, que al igual que otros productos Wolf, se pueden integrar con otros sistemas como bombas de calor o calderas de condensación. Nuestros profesionales acompañarán al cliente para diseñar el proyecto más idóneo y le asesorarán a lo largo del proceso”, concluyó Torrado.
El consultor internacional en desarrollo sostenible Dominique Bidou ofreció la conferencia inaugural en el VI Congreso ITE+3R.
El edificio, que se encuentra actualmente en construcción, incluye lo último en flexibilidad y modularidad en espacios de trabajo con el fin de poder adaptarse a las nuevas tendencias del mercado de oficinas.
Con este movimiento, el grupo fortalece su autonomía operativa en el sudeste asiático.
La empresa busca con este cambio dotarla de un diseño más visual e intuitivo que permita navegar con más fluidez.
Fundado por Mark Fenwick y Javier Iribarren, el estudio Fenwick Iribarren Architects apuesta por la adaptación ambiental, la sostenibilidad y el bienestar. Obras emblemáticas como el estadio 974 para el Mundial de Qatar, la Torre Caleido y el edificio Ruiz Picaso 11 llevan su firma.
Al evitar filtraciones de agua, la impermeabilización no solo protege las estructuras, sino que también optimiza el rendimiento térmico, reduce el consumo energético y alarga la vida útil de los materiales.
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