El Instituto Silestone presentó este miercoles, 15 de febrero, su estudio “La vivienda del futuro de la generación Z en España”, donde se desvelan interesantes cuestiones sobre cómo será la vivienda de los jóvenes de los próximos años en nuestro país: si seguirán siendo partidarios del coliving o buscarán una vivienda propia; si será de compra o alquiler; qué características tendrán; si optarán por ser conservadores o apostarán por una mirada más tecnológica; y a qué le dan más importancia las nuevas generaciones a la hora de elegir una casa.
Se trata de una investigación que pone de manifiesto las nuevas tendencias, y que ha contado con la colaboración de expertos de ámbitos muy diversos e influencers que reflexionan y adelantan cómo será la vivienda de los jóvenes, después de contrastar las opiniones de 800 participantes en el estudio.
Y es que plantearse cómo serán estos hogares no es un concepto abstracto sobre la casa del futuro, sino una necesidad para conocer los rasgos diferenciales de esta generación que pueden afectar a la configuración del que será su hogar. Al fin y al cabo,se trata de una generación que ha nacido en un entorno digital que va a marcar de forma importante su manera de habitar.
Parece que los tres rasgos diferenciales de esta generación que pueden afectar a la futura configuración del hogar están relacionados con: la intimidad, la manera de comunicarse y el tener una conciencia más sostenible. Para los centennials, generación nacida entre 1995 y 2010, la casa recupera la calidad de “refugio” destacando la necesidad de preservar su intimidad, en parte perdida por su sobreexposición en redes sociales. Pero, sin olvidar precisamente que esa inmersión en escenarios reales y virtuales, en tiempo real, transforma el hogar en un escenario que ofrece, acumula y exhibe experiencias.
Del estudio de Silestone sobre “La vivienda del futuro de la generación Z en España” se pueden extraer estas seis conclusiones:
1. Ambiciosos y tradicionales en la tipología y propiedad de la vivienda. Según el estudio los jóvenes apostarán por un modelo de vivienda tradicional: 6 de cada 10 optan por una casa y el 30% elegiría un piso. Además, la cultura de la compra permanece inamovible. Los expertos, en cambio, debido a la economía, apuestan más por un modelo de co-living. “Pero un co-living de verdad, por gusto, no por necesidad. Eligiendo con quién estás y vives”, puntualiza Marta Peris, arquitecta de estudio Peris + Toral Arquitectes, uno de los expertos consultados. “Será un espacio comunitario en el que todo el mundo saldrá ganando y tendrá en la cocina el lugar de socialización”, comentó.
2. Distribución. Espacios minimalistas (36% ellos y 46% ellas), luminosos (55.8% de los jóvenes) y abiertos al exterior, además de modulables y cambiantes. La mayoría en este punto opta por un hogar sin exceso de accesorios ni colores estridentes. Eso sí, la luminosidad es fundamental. Los expertos coinciden, aunque recalca el resurgimiento continuo de nuevas tendencias y sus fusiones. En este sentido, el secretario general de Instituto Silestone, Santiago Alfonso destacó como cada vez más se demandan superficies agradables al tacto, “más allá del plano pulido mate. Gustan la rugosidad y las texturas”, explicó.
3. Clara diferenciación del espacio de trabajo y el personal. Con el teletrabajo en auge, esta es una de las cuestiones que más tienen en cuenta los jóvenes. Un buen despacho, o habitación en su caso, son mejor que el comedor o cocina para el desempeño laboral, y así garantizar el confort y bienestar del día a día. “Los espacios post pandemia han cobrado una importancia fundamental. Es necesario un espacio íntimo, propio, pero desde el que se pueda conectar con los demás”. Es la opinión de Marisa Santamaria, investigadora de tendencias de diseño y arquitectura.
4. La tecnología, prioritaria en la generación Z, ocupa un lugar clave en la vivienda, eso sí, de una manera integrada y sostenible. Es una tecnología vinculada al ahorro económico personal y a la sostenibilidad de los recursos. “Menos objetos y más experiencia” es lo que augura Enrique Dans, investigador y divulgador de innovación tecnológica, que introduce el concepto de “casa difusa”, como aquella que mezcla lo real y lo virtual. Una vivienda, donde la persona disfrute de sus cosas, pero también invente un universo virtual con pantallas o recreaciones. “Un televisor programado como una ventana con vistas al mar”, puso como ejemplo.
5. Una apuesta por la sostenibilidad. Siete de cada 10 jóvenes la tienen en cuenta a la hora de imaginar su vivienda del futuro, y así dar un paso más para contribuir a frenar el cambio climático. La apuesta por materiales reciclados y de segunda mano, es clara. Dans asegura que “con un precio asequible la nueva generación hará uso de energías renovables en sus hogares”.
6. La cocina, más cocina que nunca. Se trata, según el estudio, del espacio en el que más valoran el diseño, recuperando las funciones tradicionales de esta estancia y rechazándola como lugar para trabajar. “Y con un mayor interés en la acción de cocinar, pero lejos de la farsa de la cocina molecular y de esferificaciones”, aseguró Miguel Ángel Almodóvar, sociólogo, periodista y divulgador de nutrición y gastronomía. “La generación Z buscará la verdad, una cocina con identidad de cultura. Identitaria”, aseguró.
El evento reunió a más de 400 asistentes, tanto presenciales como virtuales, provenientes de más de 20 países.
Destaca por consumir hasta un 70% menos de energía, en comparación con luminarias convencionales de alta intensidad de descarga.
Del 5 al 8 de noviembre en el pabellón 10, en el estand 10E01 de Comenza en Ifema Madrid, se podrán conocer las novedades de la marca; en concreto, su gama de barandillas fotovoltaicas conecta SOLAR.
Pura Alegría es un amarillo luminoso representa el optimismo, la energía y la creatividad, ofreciendo una respuesta al deseo de transformar los hogares en espacios más luminosos y vitales en un mundo en constante cambio.
Se trata de un proyecto cofinanciado por el programa LIFE, subprograma de Transición a la Energía Limpia, que tiene el objetivo de desarrollar formación presencial y certificación en microcompetencias para la transición verde del sector de la construcción.
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