Cartuja Qanat, el proyecto de transformación de la Avenida Tomás Alva Edison (Sevilla) en un laboratorio ciudadano con un modelo innovador de climatización que integra un anfiteatro, un zoco y una isla atemperada, se inauguró este lunes, 24 de octubre, en el marco de unas jornadas de lanzamiento, organizadas por la Dirección General de Empleo y Apoyo a la Innovación y a la Economía Social del Ayuntamiento de Sevilla, con la participación de más de 200 personas reunidas en torno a mesas y talleres participativos que se desarrollaron durante toda la jornada.
El nuevo espacio fue inaugurado por el alcalde, Antonio Muñoz, y por el secretario general de Investigación e Innovación de la Junta de Andalucía, Pablo Cortés, que estuvieron acompañados por Miguel Ángel Castro, rector de la Universidad de Sevilla, y Margarita Paneque, delegada institucional del CSIC en Andalucía.
Durante el acto se llevó a cabo también la firma del convenio que sienta las bases del modelo de gestión de este nuevo espacio, y que correrá a cargo del Ayuntamiento de Sevilla, el PCT Cartuja, la Universidad de Sevilla y Emasesa, considerados “socios protectores” de Cartuja Qanat.
El proyecto, promovido por el Ayuntamiento de Sevilla, Emasesa, el PCT Cartuja, la Universidad de Sevilla, el Instituto Eduardo Torroja del CSIC y la Fundación Innovarcilla, y confinanciado por el Fondo Europeo de Desarrollo Regional a través de la iniciativa Urban Innovative Actions (UIA), ha contado con una inversión de 5 millones de euros, de los que la UIA aporta el 80%.
Las obras se iniciaron en junio de 2021 y acabaron a finales del pasado mes de septiembre. Con ellas, Cartuja Qanat se incorpora al tramado urbano del PCT Cartuja como un espacio innovador que incorpora soluciones para la mejora bioclimática de entornos urbanos con voluntad de ser replicados en otros espacios de Sevilla y otras ciudades españolas y europeas.
Esta intervención que se enmarca en la estrategia de lucha contra el cambio climático y transformación sostenible de calles y espacios públicos promovida por el Ayuntamiento de Sevilla. Pero, más allá de los aspectos climáticos, el objetivo último de esta iniciativa es acelerar la transformación urbana, inspirada en el uso de la ciudad como una dinámica social, mejorándola e involucrando la transformación pública, privada y ciudadana en un sistema de gobierno pionero.
Así, más allá de las innovaciones desplegadas en el nuevo espacio, Cartuja Qanat propone un nuevo modelo de gobernanza para la transformación público-privada de la ciudad, con la integración de nuevos modelos de negocio que combinen el conocimiento científico con el patrimonio cultural, en un laboratorio vivo para el cambio a través de la eco innovación. El convenio suscrito entre los socios protectores está encaminado a hacer posible dicho modelo de gobernanza.
Cartuja Qanat se concibe como el primer laboratorio ciudadano de Andalucía especializado en todos los ámbitos relacionados con la lucha contra el cambio climático y las ciudades sostenibles. Un laboratorio ciudadano que busca que las personas trabajen en red, compartiendo conocimiento y experiencias.
En lo que tiene que ver con la tecnología, Cartuja Qanat queda configurado como un entorno sostenible con un microclima gracias al aprovechamiento de los recursos hídricos a través de un qanat (infraestructura para captación y conducción de aguas subterráneas) que contribuye al enfriamiento del entorno; un anfiteatro bioclimático, un zoco construido bajo el nivel del suelo, y zonas ajardinadas y pérgolas vegetales como espacios de sombra. Todo ello, usando técnicas innovadoras desarrolladas por los socios del proyecto.
El punto de partida del proyecto desde el punto de vista de la tecnología de bioclimatización es el modelo de microclima desarrollado con éxito en la Exposición Universal de 1992, que ahora se amplía y completa con nuevas innovaciones.
Así, Cartuja Qanat incorpora estrategias como control solar variable, disipación nocturna hacia el cielo, disipación hacia el terreno con regeneración evaporativa nocturna, almacenamiento térmico en qanats o producción de electricidad solar. Todo esto contribuirá al desarrollo de una experiencia pionera de instalación de consumo de energía nula y de cero emisiones, planteando nuevos modelos de negocio que combinan con el conocimiento científico para el cambio, a través de la ecoinnovación y la adaptación a nuevas soluciones para la mejora microclimática.
Concretamente, en el proyecto Cartuja Qanat se utilizan tecnologías de enfriamiento asociadas a sumideros medioambientales más sutiles pero más replicables, como son el terreno (enfriamiento por conducción), el aire exterior durante el día (enfriamiento directo por evaporación), el aire exterior durante la noche (enfriamiento por convección/evaporación) y el cielo durante la noche (enfriamiento por radiación).
La mayoría del estrés térmico en el espacio urbano durante el verano procede de la radiación solar. Para conseguir condiciones de confort en el espacio público, se aplican estrategias de control de la radiación solar mediante elementos de sombra que no se sobrecalienten; reducción de temperaturas de las superficies que rodean a los ocupantes por debajo de la temperatura corporal y reducción de la temperatura del aire (únicamente cuando las otras dos estrategias se han implementado).
Junto a esto, se generan nuevas zonas verdes y elementos de sombra, aprovechando entre otras cuestiones, la pérgola de la Expo con especies que se adaptan a las nuevas condiciones de salobridad del agua procedente del río Guadalquivir que se usa para proporcionar los nutrientes.
Todos estos elementos innovadores de control térmico se aplican en los tres grandes espacios que resultan de la intervención:
1. El anfiteatro
Fue utilizado durante la Expo 92 como quiosco de espectáculos. Tiene forma semicircular de aproximadamente 28 metros de diámetro y tiene capacidad para 200 personas. Se sitúa en depresión respecto al nivel de la avenida para minimizar la entrada de aire exterior. El confinamiento se completa con un muro diametral que cierra el escenario y los cipreses que rodean la zona de gradas.
La intervención sobre el anfiteatro se basa en estrategias de control climático para aliviar la temperatura del emplazamiento, que implican el enfriamiento del aire mediante el uso del agua del estanque y de los qanats (infraestructuras para la captación y conducción de aguas subterráneas). Ese aire se distribuye a través del frente del escenario y los peldaños de las gradas. La forma del espacio y su nivel de confinamiento hace posible la creación de un “lago de aire” a baja temperatura en la zona donde se encuentran los ocupantes.
Anfiteatro.
2. El zoco
Es un espacio de nueva creación con forma rectangular de 750 m2. Puede compartimentarse en subespacios según múltiples patrones para permitir la realización simultánea de diferentes actividades. El zoco se sitúa a 2 metros en depresión respecto al nivel de la avenida para minimizar la entrada de aire exterior. El cierre se completa con barreras semitransparentes en las dos dimensiones principales.
Interior del zoco.
3. La isla atemperada
Se diseña como un espacio abierto con cierta linealidad que incorpora una serie de elementos verticales, horizontales y de mobiliario que sirve de nexo de unión entre el acceso a la plaza por el muro de la calle Leonardo Da Vinci y el Anfiteatro. El objetivo es crear un microclima atemperado a partir de tecnologías bioclimáticas innovadoras desarrolladas y probadas en este proyecto.
Las soluciones incorporadas en la isla atemperada han sido previamente diseñadas y desarrolladas según requerimientos bioclimáticos, así como experimentadas y modelizadas para analizar sus prestaciones, partiendo inicialmente del estudio y la caracterización de los materiales que las componen, principalmente cerámica y hormigón.
Isla atemperada.
Durante la inauguración del espacio se llevó a cabo la firma de un convenio de colaboración que define el modelo de gestión por parte de los máximos responsables de las cuatro entidades que, en calidad de “socios protectores”, y por un periodo de cuatro años, se encargarán de mantener y velar por el espacio, a partir de un modelo de gobernanza y cooperación que apuesta por la innovación social y la participación.
Así, el Ayuntamiento de Sevilla, el PCT Cartuja, la Universidad de Sevilla y Emasesa se comprometen a mantener un modelo de gestión basado en los parámetros de la gobernanza público-privada, abierta a la participación de múltiples actores. Asimismo, se comprometen a impulsar en el espacio iniciativas innovadoras para el crecimiento social y económico de la ciudad de Sevilla, promoviendo su utilización como lugar de desarrollo de actividades desarrolladas por la ciudadanía, y muy especialmente del público joven.
El convenio compromete también a los socios protectores a poner en marcha un laboratorio ciudadano de innovación social. Se trata de un proyecto pionero en Andalucía, ya que será el primer laboratorio dedicado a la movilidad urbana y resiliencia como modelo de participación para la transformación urbana.
En un plano más concreto e inmediato, los cuatro socios protectores llevarán a cabo un Reglamento de Régimen Interno que regulará el funcionamiento del espacio, donde se establecerán los derechos y obligaciones de cada tipología de socios, la metodología de acceso de los socios usuarios, las reglas de reserva y uso, así como cualquier otra cuestión relacionada con la financiación, desarrollo y funcionamiento.
Un Consejo Rector será el órgano responsable de admitir a socios usuarios, de aprobar el Plan de actividades, y de aplicar el Reglamento de Régimen Interno. Bianualmente, y con carácter rotatorio, cada uno de los socios protectores asumirán las tareas de coordinación y gestión. Por su parte, la Universidad de Sevilla aportará su personal docente e investigador, así como la infraestructura científico técnica y administrativa.
Como laboratorio urbano donde se enclava la iniciativa Cartuja Qanat, el PCT Cartuja, consciente de su rol como dinamizador de la actividad científica, tecnológica y empresarial, ha puesto en marcha un nuevo programa de incubación de iniciativas emprendedoras sostenibles.
Cartuja Qanat ha generado un espacio sobre el que pueden desarrollarse prototipos y testear su viabilidad para colocar en el mercado nuevos productos y servicios que contribuyan a una ciudad saludable, compartida, sostenible y emprendedora.
Esa es la premisa del programa de incubación de startups lanzado en el marco de Cartuja Qanat, en el que ya han participado nueve proyectos, que han sido mentorizados para el desarrollo de un producto mínimo viable en las áreas de eficiencia energética, movilidad, gestión del agua y calidad del aire.
Estos nueve proyectos, que ya están siendo formados y mentorizados, son Blowind, Climaction, Giraeco, Mobergy, Novality, Remonda, The Predictive Company, Water Care Project y Zerocem. Todos ellos trabajan ya en sus ideas sostenibles a aplicar en el marco de Cartuja Qanat.
Como culminación de todo el proceso de obras y la puesta en servicio del nuevo espacio, durante todo el día 24 se desarrollaron en el zoco las jornadas de lanzamiento Cartuja Qanat SevillaLab.
Organizadas por la Dirección General de Empleo y Apoyo a la Innovación y a la Economía Social del Ayuntamiento de Sevilla, y coordinadas por su directora, Mª Paz Lagares, en ellas participaron más de 200 personas, con diversas mesas de trabajo y talleres que se prolongan hasta la tarde. Su objetivo es la reflexión colectiva con el fin de compartir experiencias innovadoras y desarrollar participativamente los posibles usos de este espacio público.
La ponencia inaugural de las jornadas corrió a cargo de Miquel de Paladella, CEO de UpSocial y experto en innovación social en los #100deCotec. Tras la inauguración del alcalde y la visita institucional al espacio, tuvieron lugar las distintas mesas de trabajo.
Concretamente fueron cuatro: la primera versó sobre Laboratorios Ciudadanos, y reunió a Sara Anés, responsable del Laboratorio de Gobierno Abierto de Aragón (LAAAB); Esteban Romero, director de Participación e Innovación Social–Medialab UGR (Granada); Javier Ibáñez, técnico de Innovación Social en Las Naves (Ajuntament de València); y Lucas Perea Gil, de Urbanlab Watercool. Esta mesa estuvo moderada por David Pino, director de Innovación Social y Economía Social del Ayuntamiento de Sevilla.
La segunda mesa se centró en la Innovación Social y Pública, en la que participaron Manuel Rodríguez, consultor político y de innovación social y director de Cámara Cívica; Teresa Echevarría, de Novagob; Ana Báez, jefa de Servicio de la Diputación de Huelva y experta en innovación pública en #Los100DeCotec; y Mª Paz Lagares, directora General de Empleo y Apoyo a la Innovación y a la Economía Social del Ayuntamiento de Sevilla. La mesa fue moderada por Juan Romero, hacker cívico y fundador de Kratio Sistemas.
La tercera mesa sobre la Innovación y el Emprendimiento. En ella intervinieron Cristina Sancho, responsable de Sostenibilidad de Impact Hub Madrid; Blanca Gómez, del Parque Científico-Tecnológico Cartuja; Rosa Siles, directora gerente de la Fundación Andalucía Emprende; y Francisco Javier Páez, teniente de Alcalde Delegado del Área Economía, Comercio y Turismo del Ayuntamiento de Sevilla. Daniel Llamas, coordinador del estudio de diseño Macedonia, moderó dicha mesa.
Tras la pausa del almuerzo y una visita guiada al espacio Cartuja Qanat, se llevó a cabo la última de las mesas, centrada en Innovación Urbana y Sostenibilidad. En ella participaron Gustavo Romanillos, director del Máster en Ciudades Inteligentes y Sostenibles de la UCM; Reyes Tirado, científica en Universidad de Exeter y Activista con la Red Sevilla por el Clima; Enrique Figueroa, director de la Oficina de Sostenibilidad; y Servando Álvarez, catedrático de la Universidad Sevilla y director del Grupo de Termotecnia de la Universidad de Sevilla. La moderación de esta mesa recayó sobre la filósofa y comunicadora Nerea Blanco.
Por la tarde se celebraron, simultáneamente, cuatro talleres participativos: Mapeo local y global de iniciativas, comunidades y ecosistemas; Metodologías y modelos de funcionamiento; Herramientas digitales; y Comunidad de contenidos y programas. Marcos García, ex responsable del programa cultural de Medialab-Prado, fue encargado de ofrecer la conferencia de clausura.
El proyecto, denominado Balin, forma parte del programa Hazitek de la agencia vasca de desarrollo empresarial SPRI, del Gobierno vasco.
“Tenemos que ser exigentes y pedirle a la Administración que nos dé garantías. Y la garantía puede ser en forma de certificado de sostenibilidad, seguro trienal u otra que valide la propia Administración”, afirma el presidente de Cepco.
Una solución a este desafío es la climatización adiabática, que consiste en el proceso natural de enfriamiento mediante la evaporación del agua.
A diferencia del ladrillo tradicional, presenta unas dimensiones de 236 x 100 x 119 mm (largo x ancho x alto), lo que hace que se disminuya en un 49% el mortero presente en el paño cara vista.
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