Desde los orígenes de su actividad, hace ya cerca de 30 años, la firma alavesa Kayati ha enfocado sus esfuerzos a ofrecer las mejores soluciones de demolición a los profesionales de todo el mundo que han de realizar roturas de rocas, vaciados, fracturas en hormigón, extracción de materiales valiosos en minas, etc., “siempre con la tecnología más avanzada, una estricta política de calidad, un respeto escrupuloso al medio ambiente y la tranquilidad de contar con la patente del mejor cemento demoledor del mercado”, explican fuentes de la empresa.
Sin embargo, a lo largo de estos años, las virtudes del Cras han trascendido el mundo profesional y es cada vez más frecuente el uso del cemento expansivo para la realización de demoliciones domésticas. ¿Cuál es la razón del crecimiento de estos usos no profesionales del Cras? “Si hubiera que elegir una, ésta sería la sencillez de uso. Demoler con el Cras es fácil y económico”, apuntan desde Kayati.
En este sentido cabe destacar que no se necesita maquinaria pesada, no hacen falta permisos administrativos, no hay que tener una formación específica para realizar demoliciones con el Cras. El producto, además, realiza la demolición sin explosiones, ruidos y vibraciones molestas.
Solo se necesita un taladro para realizar las perforaciones donde depositar el mortero preparado con el Cras y agua fría, verter este mortero y esperar a que, al fraguar, la reacción expansiva de hidratación produzca la rotura de la roca, la solera de hormigón o cualquier otro elemento que queramos eliminar. Y seguir las instrucciones facilitadas por Kayati para el manejo del producto.
Al cabo de unas horas, el cemento expansivo habrá realizado una vez más su trabajo, y se podrá proceder a retirar el escombro, dando así por acabada la demolición. “Sencillez y eficacia que bien podrían llevarnos a considerar el Cras como un producto que incorpora la demolición al amplio abanico de actividades que pueden ser llevadas a cabo por parte de los amantes de bricolaje”, concluyen.
Funciona mediante una fuente de energía renovable, pues aprovecha el calor del aire.
Se presenta como un instrumento del sector para contribuir con espacios dedicados al asesoramiento personalizado.
Las ventas durante el primer semestre han sido de 692 millones de euros, ligeramente inferiores a las del mismo periodo del año anterior.
Consta de nuevas tipologías ideadas para adaptarse a distintas necesidades de iluminación en el hogar o en espacios de trabajo.
Su incorporación en cualquier proyecto supone una importante actuación de ahorro energético y una mejora considerable de la salubridad.
La empresa resultante tendrá un volumen de negocio agregado de aproximadamente 500 millones de euros y un total de casi 700 empleados.
Los dos sistemas son la fachada ventilada y la fachada con Sistema de Aislamiento Térmico por el Exterior (SATE).
La nueva versión permite operar tarifas fijas como flexibles, reduciendo así la factura de la luz para millones de hogares en España y Europa.
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