El pasado jueves, 13 de febrero, fue inaugurado en Getafe -en el barrio de Los Molinos- el Edificio Infinity, que con 150 viviendas de VPPL (viviendas con protección pública de precio limitado) en una superficie útil de 12.157 m2 es el primer edificio plurifamiliar en altura Passivhaus, de promoción privada, de la Comunidad de Madrid.
Tras una exhaustiva auditoría, las viviendas obtuvieron el pasado 17 de enero la certificación Passivhaus Classic. Todas y cada una de ellas fueron sometidas a una revisión con el objetivo de comprobar que cumplen con todos los requisitos que establece el estándar Passivhaus, uno de los más completos, reconocidos y exigentes del mundo en edificación energéticamente eficiente: una demanda de energía para calefacción y refrigeración menor o igual a 15kWh/m² al año; una demanda de energía primaria menor o igual a 120kWh/m² al año; y la práctica ausencia de infiltraciones de aire en el interior de la vivienda o edificio (menor o igual a 0,6 renovaciones por hora a 50 pascales).
“La inauguración del Edificio Infinity es un claro ejemplo de que el estándar Passivhaus se está extendiendo en la construcción de edificios plurifamiliares en la Comunidad de Madrid y Grupo Lobe lo está abanderando con gran determinación en el sector privado. Sin embargo, el compromiso de Lobe no deja de ser una pequeña muestra frente al gran impacto que podría tener tanto el sector privado como, sobre todo, la administración si se comprometieran con la construcción eficiente”, comentó Bruno Gutiérrez Cuevas, presidente de la Plataforma de Edificación Passivhaus (PEP).
De hecho -según añadió Gutiérrez-, “solo con que 1.000 viviendas se construyeran bajo el estándar Passivhaus, se dejarían de emitir a la atmósfera más de 570 toneladas de CO2 que es el CO2 que absorben 57.000 árboles en un año o lo que es lo mismo, más de 3,8 veces el parque del Retiro de Madrid. Y si fuéramos capaces de rehabilitar bajo este estándar 23.000 viviendas en los próximos años, ello supondría que podrían dejar de emitirse a la atmósfera cerca de 80.000 toneladas de CO2, que es el CO2 que anualmente absorben 8.000.000 árboles o, lo que es lo mismo, 533 veces el parque del Retiro, ¡más que la superficie de la ciudad de Madrid!”.
Para Juan Carlos Bandrés, director general de Grupo Lobe, “hacer edificios como este, con garantía de confort, ahorro y salud al cliente, tiene que ser un reto para el sector. El sector poco a poco se preparará, a medida que el cliente vaya exigiendo este tipo de viviendas. Las 150 familias que vendrán a vivir aquí al final serán detonante, se lo contarán a su familia o sus amigos vendrán a ver cómo se está en estas casas, y no sabrán por qué, no sabrán como explicarlo pero comprobarán que están de una manera muy confortable, que es diferente, y además es menos costoso por el ahorro en la factura energética. Y sumado a ello, en el contexto de concienciación sobre medio ambiente en el que estamos, cuando se vive en una casa de este tipo y te das cuenta de que tú también colaboras a que el cambio climático se pare porque estás haciendo algo, qué duda cabe que se sentirán muy satisfechos y todo el mundo acabará entendiéndolo”.
Grupo Lobe ha apostado por la certificación Passivhaus y espera construir cerca de 2.000 pisos con esta certificación hasta 2021. En concreto, ya ha finalizado 396 viviendas repartidas en seis edificios plurifamiliares de Aragón y la Comunidad de Madrid. En el caso del Edifico Infinity, el precio de las viviendas está entre los 175 y 190 mil euros según la orientación y planta en que se encuentren, partiendo siempre de 90 m2 en adelante.
700 millones de euros de ahorros potenciales
El estándar Passivhaus se basa en cinco principios básicos que permiten un ahorro energético de hasta el 90%: aislamiento térmico; la eliminación de los puentes térmicos, puertas y ventanas exteriores de altas prestaciones térmicas; la hermeticidad al aire de la envolvente; y la ventilación con un sistema mecánico con recuperación de calor que permite renovar el aire interior de manera constante y controlada sin perder la temperatura en el interior del edificio. Se trata de una forma de construcción que puede aplicarse tanto a edificios de nueva construcción como a obras de rehabilitación.
Actualmente en la Comunidad de Madrid hay 19.800 m2 construidos certificados Passivhaus, los cuales dejan de emitir cada año 132 toneladas de CO2, el equivalente al que absorben 13.200 árboles y, según estimaciones del equipo técnico de la plataforma, solo en Madrid se ahorrarían cada año 700 millones de euros en consumo energético con un 100% de edificios construidos bajo este estándar.
La decisión inaugura una etapa de renovado impulso para consolidar al aluminio como un material protagonista ante los retos de sostenibilidad y descarbonización a los que se enfrenta actualmente el sector.
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Ha participado en eventos clave del sector, nuevas iniciativas solidarias y acciones de apoyo en situaciones de emergencia.
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