Se define como casa inteligente o smart home a aquellas que cuentan con sistemas conectados a internet, que permiten controlar y automatizar diferentes aspectos del hogar. Estos dispositivos conforman un conjunto de tecnologías aplicadas en una vivienda conocidas como domótica, y están diseñados para mejorar en la eficiencia energética, la accesibilidad o permitir a sus inquilinos gozar de un mayor confort y seguridad.
En España cada vez es mayor el interés por la domótica en los hogares, aunque sigue siendo incipiente. De hecho, según el I Observatorio sobre Vivienda y Sostenibilidad, realizado por UCI (Unión de Créditos Inmobiliarios), entidad especialista en financiación sostenible, solo un 13,7% de los españoles considera que vive en una casa inteligente, aspecto que está más considerado entre los hombres, pues el 17% manifiesta vivir en una smart home frente al 10,5% de las mujeres.
A pesar de ello, cerca de la mitad (49,2%) de los españoles afirma contar con tecnologías IoT en su vivienda, siendo las personas de entre 25 y 34 años quienes más equipada manifiestan tener su vivienda, con una media de 2,41 aparatos por hogar.
Por sexos, el 53,3% de los hombres afirma disponer de aparatos domóticos, mientras que en el caso de las mujeres la cifra alcanza el 45%.
Se estima que en 2024 un 20% de las viviendas (de nueva construcción y ya existentes) tenga algún dispositivo conectado, lo que supondría un crecimiento del 300% respecto a 2020. El coste de una instalación domótica en una casa en España varía en función de los metros cuadrados o la calidad de los equipos y, de media, suele oscilar entre los 900 y los 2.500 euros, cuantía que disminuye si se trata de un piso pequeño.
Consultados por la posibilidad de invertir parte de sus ahorros para convertir sus hogares en smart homes, el observatorio de UCI pone de manifiesto que el 82% de los españoles asegura estar dispuesto, frente a un 18% que no lo haría, siendo el porcentaje algo mayor entre los hombres (84%) que en las mujeres (80%).
Por comunidades, los ciudadanos de la región de Murcia (90,6%), Galicia (89,3%) y Castilla-La Mancha (85%) son quienes muestran un mayor interés.
A pesar de su disposición, la mayor parte de los españoles invertiría menos de 5.000€ en sistemas de domótica para las viviendas (68,2%), mientras que un 9,2% invertiría entre 5.000 y 10.000€ o incluso más de 10.000€ (2,3%). Sin embargo, apenas un 2% estaría incluso dispuesto a cambiar de vivienda.
¿Contratarían un préstamo al consumo para convertir su vivienda en una casa conectada? La respuesta es rotunda, pues solo un 22,4% afirma estar dispuesto a solicitar financiación para tal fin, donde curiosamente las mujeres se muestran más partícipes (23,4%), frente al 21% de los hombres.
La domótica y las casas conectadas se han convertido en una tendencia en el mercado inmobiliario debido a los beneficios que ofrecen en términos de seguridad, eficiencia energética y comodidad. Así, el informe de UCI pone de manifiesto que para los españoles el ahorro energético (67,30%), la comodidad y confort (67,05%) son las principales ventajas, seguidas de la seguridad (52,29%) y la sostenibilidad (36,94%).
A la hora de considerar las soluciones de domótica que estarían dispuestos a instalar en sus viviendas, los encuestados muestran mayor interés por las bombillas (75,8%), los termostatos (72,7%), los enchufes e interruptores (72,2%) y los electrodomésticos inteligentes (71,3%).
Por detrás, los españoles valoran los robots aspiradores (69,7%), la instalación de sistemas de seguridad y videovigilancia (62,3), los asistentes y altavoces y persianas motorizadas (56,4%) y la apertura o cierre de puertas remoto (49,5%).
Para Catia Alves, directora de Sostenibilidad y Rehabilitación de UCI:“Aunque no suplen la necesidad de descarbonización del parque inmobiliario europeo, las casas inteligentes desempeñan un papel fundamental en la búsqueda de la sostenibilidad en nuestros hogares. Gracias a la automatización podemos crear entornos más eficientes y reducir el consumo energético de las viviendas, tercera causa de emisiones de CO2 pues la domótica permite programar y controlar dispositivos y sistemas, adaptándolos a nuestras necesidades y maximizando el uso de recursos como la iluminación, la climatización e incluso la gestión del agua”.
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