La Asociación Nacional Española de Fabricantes de Hormigón Preparado (Anefhop) ofrece cinco aspectos con los que el hormigón contribuye a mejorar la sostenibilidad de los edificios en las diferentes fases de su construcción.
“El uso de hormigón preparado en central, frente a otro tipo de materiales empleados en la construcción de edificios, supone un importante ahorro energético por múltiples razones, lo que ofrece nuevas alternativas en una situación como la actual con la subida de costes y la tendencia de los últimos años de reducir la huella de carbono y fomentar un sector más verde”, afirma Carlos Peraita, director general de Anefhop.
En primer lugar, en la fase de diseño, el uso de materiales con gran inercia térmica, como el hormigón, combinado con una adecuada orientación de los edificios, permite aprovechar la energía solar en zonas de gran amplitud térmica diaria.
Las viviendas construidas con hormigón son capaces de absorber la energía solar a través de las ventanas y almacenarla en la gran masa de las losas, muros y techos, con la posibilidad de ser liberada sólo cuando la temperatura del aire disminuye a valores menores a los de estos elementos, mediante el mecanismo de la radiación. Este fenómeno puede suponer un ahorro energético importante para las personas que residan en estas viviendas.
Estudios describen cómo la solución de fabricación con cerramiento de muros de hormigón, frente a la solución tradicional de cerramiento con ladrillos, también supone múltiples ventajas como son la seguridad frente al fuego, un buen aislamiento acústico o un importante ahorro de energía de climatización del edificio.
En la fase de construcción del edificio, el hormigón es un material local, fabricado en un radio cercano a la obra, con materiales también locales, lo que contribuye al ahorro de energía en transporte.
En la fase de explotación del edificio, la característica más importante es que todas las prestaciones del hormigón son pasivas, es decir, permanentes y consustanciales a la construcción con hormigón estructural, sin necesidad de realizar ni mantenimiento, ni conservación específicos y, por tanto, sin incurrir en costes significativos.
Todo ello contribuye a la elevada durabilidad de las estructuras ejecutadas con hormigón frente a acciones del entorno comparado con otras soluciones constructivas.
Finalmente, en la fase de demolición de una estructura, el hormigón tiene la ventaja frente a otros materiales de construcción que es un material 100% reciclable de una forma muy sencilla. Una aplicación habitual es utilizar el árido reciclado procedente de un hormigón demolido en la fabricación de un nuevo hormigón.
La instrucción del hormigón estructural, el Código Estructural, permite utilizar este árido reciclado como sustituto del árido grueso en porcentajes de sustitución hasta el 20% en peso, y puede emplearse tanto para fabricación de hormigón en masa como hormigón armado de resistencia característica no superior a 40 N/mm2, quedando excluido su empleo en hormigón pretensado.
Entre sus novedades, destaca Zarci, su gama de porcelánico que reproduce con gran realismo el mármol que le da nombre a la colección.
Este año, un 36% de la exposición comercial será internacional, lo que, según los organizadores del evento, evidencia el interés que despierta el mercado español y su área de influencia en el sur de Europa y el Mediterráneo.
El evento dispone de una superficie expositiva que supera los 50.000 metros cuadrados en Feria Valencia y cuenta con el impulso de las principales asociaciones del sector.
El nuevo sistema puede instalarse en entornos comerciales, residenciales o edificios de oficinas para la renovación del aire interior.
La presencia de la marca irá de la mano de algunos de los estudios de decoración e interiorismo que asistirán al encuentro.
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