El profesor de UIC Barcelona School of Architecture Jordi Roviras ha afirmado que la calidad del aire en espacios interiores, como viviendas u oficinas, es “mucho peor” que la del exterior. Roviras ha explicado que los materiales que se emplean en la construcción -como pinturas, lacas, barnices, plásticos o sintéticos-, los productos de limpieza, las instalaciones eléctricas y lo que se genera con la propia actividad, como cocinar o hacer ejercicio, generan una gran contaminación en los interiores, a los que se suma “la que llega del exterior, CO y CO2, nitratos, pesticidas o sulfatos”.
Con motivo del Día Mundial del Medio Ambiente, que se celebra cada 5 de junio, este especialista en arquitectura saludable ha recordado que la OMS ya advirtió que la contaminación de los espacios interiores está entre cinco y 10 veces por encima de la de los exteriores, por lo que teniendo en cuenta que, tras la Covid-19 la gente pasa más tiempo en casa, la situación es “crítica”.
Roviras ha afirmado que, en la actualidad, “la gente pasa un promedio del 90% del tiempo en espacios interiores” y ha lamentado que, por norma general, “no se ventilan lo suficiente ni de forma adecuada”.
El profesor de UIC Barcelona ha detallado los elementos que intervienen en la mala calidad del aire de los interiores. En este sentido, ha destacado los factores biológicos, como hongos, bacterias o virus que provienen principalmente de la poca permeabilidad de los materiales y sistemas constructivos, de las condensaciones y humedades que se generan debido también a una falta de ventilación de los espacios”.
“Es importante señalar que este tipo de toxicidad en el ambiente interior puede resultar altamente peligroso para la salud de las personas. A menudo no damos importancia a las manchas verdes u oscuras que aparecen en las zonas húmedas de las viviendas -los hongos- y estos, en función de su tipología, pueden resultar muy tóxicos y provocar graves enfermedades”, ha insistido.
Roviras también ha citado factores químicos, que proceden sobre todo de los exteriores, de los materiales de acabado en las casas y de los productos de limpieza. Finalmente, se ha referido a las fuentes de contaminación de radiación natural, como aguas subterráneas o gas radón, y a las de radiación artificial, como antenas, routers u ordenadores, entre muchos otros. Según este experto, “cuanto mayor sea la intensidad y exposición a este tipo de campos, mayores serán las consecuencias en la salud, entre ellas los trastornos del sueño”.
El profesor de UIC Barcelona ha dejado claro que, en general, una mala calidad del aire interior puede provocar problemas cardiovasculares o en vías respiratorias, alergias e incluso enfermedades más graves como el cáncer, “debido a que muchas de las partículas volátiles (COV y COP) que se encuentran en el ambiente de un espacio interior son consideradas cancerígenas”.
Ante esta situación, el experto ha propuesto trabajar “con materiales de origen 100% natural, sin tóxicos y con una gran capacidad higroscópica, es decir, que regule la humedad relativa del ambiente”. Además, ha abogado por realizar “un buen saneado de las superficies verticales y horizontales, eliminando capas añadidas con los años, como pinturas sintéticas, y ejecutarlas con un nuevo revestimiento en base a cal, yeso o arcilla”.
En su opinión, también se debería llevar a cabo “un buen saneado de los cableados eléctricos e instalarlos de nuevo según parámetros de bioconstrucción con una buena conexión a la toma de tierra”. Asimismo, un buen sistema de ventilación y luz natural serían indispensables, según Roviras.
El profesor de UIC Barcelona ha asegurado que, a raíz de la pandemia, “existe una mayor recepción por parte de la sociedad por aquellas soluciones que son capaces de garantizar una mejor calidad de aire interior y que, al mismo tiempo, sean respetuosas con el medio ambiente”.
Por ello, se ha mostrado convencido de que “con los años, no muchos, vamos a integrar en nuestra manera de trabajar y entender la arquitectura todos aquellos parámetros sobre arquitectura saludable y bioconstrucción en beneficio de una mejor calidad de vida de las personas”.
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