Los cimientos del edificio son un elemento crítico a la hora de garantizar un espacio seguro, saludable y confortable. Hasta un 20% de la energía del inmueble se pierde por el “suelo” y hasta un 5% se produce por los puentes térmicos de sótanos y garajes. Es, por lo tanto, prioritario prestar especial atención al aislamiento en contacto con el terreno como vía para reducir el consumo de energía, al tiempo que se evitan molestas patologías como la aparición de humedades o moho.
Los cimientos son la parte del edificio que están en contacto con el terreno y están sometidos a fuertes cargas mecánicas, amplias variaciones de temperatura, así como otras condiciones extremas como humedad, ciclos de hielo y deshielo, etc. El aislamiento de cimentaciones reduce las pérdidas de calor en la base del edificio, permitiendo una temperatura confortable y evitando la condensación de agua en esas estancias interiores bajo el terreno, eliminando así el riesgo de aparición de humedades o malos olores.
Asimismo, el Código Técnico de la Edificación (CTE) establece la necesidad de reducir la demanda de energía del edificio, limitando el consumo energético del mismo en función de la zona climática en la que se encuentra. El marco normativo sitúa a la envolvente del inmueble en el epicentro de la acción para lograr este control, estableciendo unos parámetros mínimos de transmitancia energética de los elementos que la componen.
Para proporcionar un aislamiento duradero, capaz de resistir estas condiciones excepcionales se debe valorar el empleo de un material con alta resistencia a la compresión, prácticamente nula absorción de agua y alta durabilidad y resistencia a la putrefacción. Desde la Asociación Ibérica del Poliestireno Extruido (Aipex), su secretario general, Mario Serrano, no duda en señalar al XPS como el material adecuado para este tipo de trabajo. “El poliestireno extruido es una excelente solución para llevar a cabo el aislamiento de las zonas perimetrales, en contacto con el terreno, del edificio. Entre sus características más destacadas podemos señalar su capacidad para resistir las grandes cargas, su limitadísima fluencia a la compresión, su comportamiento ante el agua, la humedad y a los ciclos hielo-deshielo y, por supuesto, sus valores como aislamiento térmico, que proporcionan un elevado grado de confort en el interior del inmueble y una alta eficiencia energética”.
Además, este material permite una rápida y fácil instalación, gracias al mecanizado de sus planchas, que facilitan un encaje perfecto, sin puentes térmicos. Gracias a sus propiedades como aislamiento térmico se evitan las fluctuaciones de temperatura que pudiesen afectar a los cimientos del edificio. Su empleo está recomendado para el aislamiento de sótanos por su pared exterior; aislamiento térmico debajo de las losas de cimentación o aislamiento de zócalos.
A continuación, desde Aipex analizan cómo se debe llevar a cabo la puesta en obra en cada uno de estos casos.
Los muros del sótano pueden estar construidos con ladrillo, hormigón, mampostería con un revoco o bloques. Es importante proceder a su correcto aislamiento térmico para evitar los cambios de temperatura en el interior del espacio, previniendo así la aparición de patologías que pudiesen dañar el edificio. “En ningún caso, el aislamiento de muros enterrados sustituye a la impermeabilización de los mismos”, recuerda Mario Serrano. “Es importante proceder al sellado mediante el empleo de un sistema de impermeabilización para evitar filtraciones antes de instalar el aislamiento”.
Para ello debe elegirse un producto compatible con las planchas de XPS y concluir su aplicación antes de instalar el aislamiento. En caso de emplearse un producto líquido, se deberá esperar hasta su completo secado y endurecimiento. Esto es así, porque en la base del edificio las planchas necesitan una superficie de apoyo firme para evitar posteriores deslizamientos o asentamientos. El XPS se coloca directamente sobre la pared, aprovechando el mecanizado y planeidad de las mismas.
“El aislamiento se fijará con un adhesivo, que lo mantenga en una posición estable hasta que se cubra la zanja”, apunta Serrano. “Además, entre aislamiento y terreno, se dispondrá del necesario drenaje para evitar sobrepresiones en los muros enterrados”, (especialmente si hay un nivel freático muy elevado o incluso somero).
Las zonas expuestas, como el zócalo o primer metro de la fachada sobre rasante, deberán protegerse de posibles daños mecánicos y frente a la acción del sol y otros elementos, mediante la aplicación de mortero. Asimismo, para evitar temperaturas frías por el interior debidas a puentes térmicos, habrá que cuidar que se mantiene la continuidad del abrigo de aislamiento en todos los encuentros, por ejemplo, entre aislamiento de losa de cimentación con aislamiento de muro de sótano.
Para finalizar la puesta en obra, se procederá al llenado del perímetro a base de capas de arena y grava, que se irán compactando.
Para la correcta instalación de aislamiento térmico bajo las losas de cimentación, es necesario que la superficie sobre la que se instalan las planchas de poliestireno extruido sea plana y suficientemente resistente para el uso previsto, ya sea el propio terreno adecuadamente compactado o la capa de hormigón de limpieza.
Las planchas se colocarán niveladas sobre el soporte, aprovechando el mecanizado, que facilita su instalación. En función de las necesidades de aislamiento, las planchas pueden colocarse en una sola capa o en varias capas, contrapeando las planchas para asegurar que las juntas no coinciden.
Como protección contra las heladas, los bordes laterales de las losas deben aislarse para evitar así la aparición de puentes térmicos. “Esta protección puede extenderse más allá de los bordes de las losas de cimentación, a modo de escudo térmico”, afirma Mario Serrano.
Al igual que ocurría en el caso anterior, a la hora de impermeabilizar se deberá tener en cuenta la compatibilidad de ambos materiales. No se precisa ninguna protección especial frente a humedad en el caso del XPS instalado bajo losa de cimentación.
Para finalizar la puesta en obra, previamente al hormigonado, se procederá al relleno a base de capas de arena y grava, que se compactarán. “Una vez instalado el aislamiento de XPS, se puede disponer por encima una lámina de PE para evitar que pueda penetrar lechada de cemento del hormigonado de la losa de cimentación por las juntas del aislamiento. Una ventaja de la robustez del XPS es que se pueden disponer los distanciadores de las armaduras con certeza de que se mantendrán en posición y permitirán por tanto el debido recubrimiento de las armaduras”, finaliza el secretario general de Aipex.
El último de los tres supuestos referidos es el aislamiento de zócalos. Al igual que en los casos anteriores, es importante proceder a la impermeabilización con productos compatibles con las planchas de XPS, esperando a que el material elegido esté completamente instalado, seco y endurecido antes de colocar el XPS.
Después, se colocan las planchas de poliestireno, hasta unos 30 cm, por encima de la rasante del terreno, y se fijan por medio de un adhesivo adecuado mediante el sistema de aplicación por puntos y banda perimetral o en toda la superficie de la plancha. Por último, se aplica la capa final directamente sobre el XPS, como si estuviésemos ejecutando un SATE.
Dos ejemplos de aislamiento en contacto con el terreno llevados a cabo en dos obras singulares son los siguientes: la residencia de ancianos de Torrescámara (Zaragoza). Este edificio, de uso hospitalario geriátrico, es el primero de su clase construido siguiendo criterios Passivhaus. Como aislamiento térmico en contacto con el terreno se empleó XPS por su elevada resistencia mecánica a la compresión y su capacidad para minimizar la pérdida de energía en la base del edificio.
El segundo ejemplo es la casa taller laboratorio Passivhaus Premium de Robledo del Buey, en Toledo. Este edificio de 160 m2 se emplea como aula-taller para comunicar las ventajas de la construcción pasiva en un entorno real y monitorizable. En este caso, el aislamiento fue bajo losa, soportando todo el peso del edificio. Para ello se emplearon planchas de XPS de 80mm de espesor, lográndose una capa aislante de 240mm. Por su alta resistencia a la compresión, transpirabilidad y excelente aislamiento térmico, el poliestireno extruido fue el material empleado para este trabajo.
La decisión inaugura una etapa de renovado impulso para consolidar al aluminio como un material protagonista ante los retos de sostenibilidad y descarbonización a los que se enfrenta actualmente el sector.
La empresa ha instalado 14.100 m² de forjado radiante inercial: 10.800 m² de sistema típico y 3.300 m² sobre aislamiento, utilizando el tubo RAUTHERM S.
El Real Casino de Madrid fue el lugar elegido para conmemorar este aniversario de la marca.
El evento empezará el lunes 13 de enero y terminará el 17 de enero de 2025. En él, se presentarán numerosas novedades de productos de las distintas líneas de negocio de la marca.
Ha participado en eventos clave del sector, nuevas iniciativas solidarias y acciones de apoyo en situaciones de emergencia.
El reto consiste en diseñar un proyecto integral de arquitectura efímera con materiales sostenibles y reutilizables para exhibir productos y tendencias del sector de la piscina, el wellness y el outdoor en un entorno realista y experiencial.
El modelo desarrollado por el ITC combina inteligencia artificial con sensores de bajo coste para monitorizar contaminantes.
La marca ha contado con una presencia destacada con el estand más grande de la feria, concebido por el reconocido arquitecto Francesc Rifé.
Comentarios