Por decisión gubernamental, el sector de la madera tiene parada una parte importante de su actividad industrial y comercial. Solo se produce y distribuye lo que el mercado demanda: esencialmente palets y embalajes para alimentos, consumibles para el hogar y material sanitario y farmacéutico, según explica el presidente de la Federación Española de Industrias de la Madera (Feim) y de la Asociación de Fabricantes de Paletas y Productos de Madera para la Manutención (Faproma), Eduardo Márquez, que añade que “está entrando en el circuito mucho palet nuevo que más adelante, cuando la situación se normalice, se regularizará”.
En opinión de Márquez, el impacto que va a tener la pandemia del Covid-19 en la cadena de valor forestal “va a ser perfectamente superable. Habrá un impacto, en unos sitios mayor, en otros menor, pero no generará una adversidad insuperable. Esto es, el temible rosario de empresas que empiezan a cerrar. Dure lo que dure la crisis, una parte importante de la cadena va a mantener la actividad”.
El mercado muestra en la actualidad tres realidades esenciales, según el representante del sector de la madera: parte de la demanda está bloqueada; dificultad para evacuar subproductos; y bloqueo a la exportación de elaborados a EEUU. “La primera transformación está produciendo aquello que demanda la segunda transformación. Por ende, la explotación forestal se acomoda a la parte de la primera transformación que está abierta”, subraya Márquez.
Esta realidad varía según las regiones del país. En el País Vasco, la primera transformación está funcionando prácticamente al 100%; los aserraderos están trabajando y la explotación forestal está manteniendo el ritmo que tenía antes de estallar la pandemia. Sin embargo, en zonas como Burgos y Soria se registra un paro significativo en la actividad de primera transformación, y la explotación forestal asociada a ese consumo se ha frenado. Parece que la primera transformación también está funcionando en Cataluña, en general, según datos de Feim.
Un factor que ha bloqueado en parte la actividad en la cadena forestal, según el presidente de la federación, es la caída de producción, principalmente en la industria del tablero, y algo también en la industria del papel. Del territorio nacional y de nuestro entorno, en particular el sur de Francia: “La primera ha frenado muchísimo, y este frenazo ha hecho que parte de los subproductos que estaban absorbiendo ahora no se puedan absorber. Hay empresas que, ante la imposibilidad de evacuarlos o estocarlos de manera razonable, han tenido que parar. De nuevo aparecen Burgos y Soria como zonas sensibles en este sentido”, asegura.
Las exportaciones serán complicadas
Desde la federación apuntan que, independientemente de que se lleve más de una semana de parón en el sector, todos los productos que utilizan la madera para ser exportados, principalmente al mercado americano y también en gran medida al mercado europeo, están también bloqueados.
Con carácter general, Márquez asegura que, a partir de ahora, las exportaciones serán complicadas, porque hay asimetría en el impacto que está teniendo la pandemia en diferentes países: “Varía por días cómo está cada país en cada momento”.
En Feim dan por seguro un retraso generalizado de las nuevas obras y cuentan también con que muchas obras planificadas no se terminen haciendo. Otro sector que genera un movimiento importante de madera y derivados, y que se encuentra parado en la actualidad es el de las grandes superficies de bricolaje: “Queda por ver el ritmo de actividad que muestren cuando se recobre la normalidad.
Por lo que se refiere al sector del embalaje, se prevé que como consecuencia de la pandemia haya pérdida de mercado y pérdida de volumen de negocio este año, afectando sobre todo a los productos que se exportan a EEUU y, en menor medida, a Europa: “El impacto global no será muy grande”, apunta Eduardo Márquez.
En el sector de la madera para la construcción, el impacto dependerá del grado de demora o cancelación de obras nuevas, en tanto que en el sector de la carpintería industrial, el impacto mayor va a ser también para la exportación al mercado americano, así como para el producto destinado a rehabilitación del sector terciario (turismo) y del sector doméstico: “Esto es, de aquellos hoteles que incluían en sus proyectos de renovación productos de madera o derivados de la madera. La demanda en este segmento va a frenar, porque el impacto de la pandemia en este sector ha sido brutal. También otra parte de lo que se iba a renovar en vivienda (renovación de puertas, ventanas, suelos, escaleras...). Con todo, el contract o decoración generalizada del sector terciario será una de las actividades más afectadas por la crisis que viene. Hasta que no se vea el horizonte claramente despejado, y Europa no garantice que los países del sur van a tener ayudas para poder continuar”, concluye el presidente de Feim y de Faproma.
El consultor internacional en desarrollo sostenible Dominique Bidou ofreció la conferencia inaugural en el VI Congreso ITE+3R.
El edificio, que se encuentra actualmente en construcción, incluye lo último en flexibilidad y modularidad en espacios de trabajo con el fin de poder adaptarse a las nuevas tendencias del mercado de oficinas.
Con este movimiento, el grupo fortalece su autonomía operativa en el sudeste asiático.
La empresa busca con este cambio dotarla de un diseño más visual e intuitivo que permita navegar con más fluidez.
Fundado por Mark Fenwick y Javier Iribarren, el estudio Fenwick Iribarren Architects apuesta por la adaptación ambiental, la sostenibilidad y el bienestar. Obras emblemáticas como el estadio 974 para el Mundial de Qatar, la Torre Caleido y el edificio Ruiz Picaso 11 llevan su firma.
Al evitar filtraciones de agua, la impermeabilización no solo protege las estructuras, sino que también optimiza el rendimiento térmico, reduce el consumo energético y alarga la vida útil de los materiales.
Comentarios