A principios de los 2000, se realizó la rehabilitación del edificio Santa María. Ignacio Lafuente Niño, responsable del proyecto, necesitaba sustituir los frentes de terraza deteriorados por la carbonatación y la acción del salitre. La capacidad de personalización para reproducir la forma redondeada de las terrazas de aquel proyecto fue lo que sorprendió a Jordi G. Miragall. Por ese motivo, ha contado con Ulma para la rehabilitación del edificio Bonaire, en la playa de Gandía.
El ambiente salino y la humedad ambiental son las causas de deterioro más comunes en las fachadas ubicadas en primera línea de playa. Este impresionante edificio curvilíneo con vistas al mar se encontraba deslucido por el paso del tiempo y la corrosión marina. Diseñado en la década de los 70 por el arquitecto Rafael Rivera, sus frentes de forjado originales de un metro de ancho debían sustituirse por prefabricados que replicaran la forma en L de los existentes. Eso sí, ahora con un material resistente a ambientes salinos, como es Stoneo. Al ser casi impermeable, el agua no penetra en sus piezas, haciéndolas resistentes y duraderas incluso en los ambientes más corrosivos.
El proyecto de rehabilitación se llevó a cabo en dos fases, actuando sobre las lesiones de la fachada principal, las grietas y las fisuras causadas en una rehabilitación parcial anterior. Las piezas a sustituir tienen unas dimensiones considerables. Con una anchura de 1 metro y un vuelo de 70 cm hacia abajo, no era fácil su manipulación, por lo que, para simplificar el proceso, se ajustó la anchura de los frentes a 270x660mm.
En Ulma ofrecen diferentes opciones que se pueden incorporar en los proyectos, para simplificar y minimizar las labores de mantenimiento que todo edificio necesita. Por un lado, cuentan con la posibilidad de lacar las piezas para que sean todavía más resistentes, sobre todo, al efecto del impacto directo del sol, porque el paso del tiempo deja su huella en todo y este es un tratamiento que se ofrece para aportar todavía más durabilidad a las piezas.
Otra de las opciones que ofrece es la junta J-Max, la revolucionaria solución para las humedades que se generan en los encuentros entre las piezas. Con ella, se consigue evacuar hacia el exterior el agua de lluvia que se filtra entre las juntas de dilatación necesarias en la instalación de los prefabricados. Es como colocar un pequeño canal de drenaje entre las piezas.
Las ventajas de los prefabricados personalizados de Ulma son diversas:
El proyecto, denominado Balin, forma parte del programa Hazitek de la agencia vasca de desarrollo empresarial SPRI, del Gobierno vasco.
“Tenemos que ser exigentes y pedirle a la Administración que nos dé garantías. Y la garantía puede ser en forma de certificado de sostenibilidad, seguro trienal u otra que valide la propia Administración”, afirma el presidente de Cepco.
Una solución a este desafío es la climatización adiabática, que consiste en el proceso natural de enfriamiento mediante la evaporación del agua.
A diferencia del ladrillo tradicional, presenta unas dimensiones de 236 x 100 x 119 mm (largo x ancho x alto), lo que hace que se disminuya en un 49% el mortero presente en el paño cara vista.
La Asociación Española de Fabricantes de Azulejos y Pavimentos Cerámicos (Ascer), con la financiación de la Generalitat Valenciana, lanza la campaña ‘El ingrediente secreto’.
Saint-Gobain, especialista en construcción ligera y sostenible, en colaboración con Green Building Council España (GBCE), han organizado la jornada ‘Soluciones para una edificación descarbonizada’.
Según datos del II Estudio Pluxee de Retos y Tendencias en RRHH 2024, el 58% de las empresas españolas ya han adoptado un modelo de trabajo 100% presencial.
La jornada ‘Rehabilitación. Por un edificio habitable y accesible’ se ha celebrado este 14 de noviembre en la sede oficial del Colegio Oficial de Arquitectos de Aragón.
Esta iniciativa reúne a los grandes profesionales del sector, comprometidos todos ellos con la misión de ayudar a las familias que han visto sus hogares devastados.
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