Hace ya medio siglo que Naciones Unidas tiene fijado en el calendario el 5 de junio como el Día Mundial del Medio Ambiente, una fecha clave para impulsar las acciones dirigidas a cuidar y conservar nuestro planeta. La celebración de este día -que debiera ser extensible a los otros 364 días del año- brinda la oportunidad de ampliar conocimientos para una conducta responsable por parte de las personas, empresas y comunidades en la preservación y mejora del medio ambiente.
El año 1972 supuso un punto de inflexión en el desarrollo de la política ambiental internacional, con la primera gran conferencia sobre cuestiones ambientales, conocida como la Conferencia sobre el Medio Ambiente Humano (CNUMAH) o la Conferencia de Estocolmo: la primera gran conferencia sobre este asunto, que contó con la asistencia de 113 países y más de 400 organizaciones.
Fue en este marco donde se acordó el establecimiento del PNUMA (Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente) y se designó el 5 de junio como Día Mundial del Medio Ambiente, instando “a los gobiernos y a las organizaciones del sistema de las Naciones Unidas a que emprendan todos los años, ese día, actividades de alcance mundial en las que se reafirme su preocupación por la preservación y el mejoramiento del medio ambiente, con miras a profundizar la conciencia ecológica”.
La celebración de hoy tiene lugar, por tanto, 50 años después de la primera Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Medio Humano de Estocolmo; “Una sola Tierra” fue el lema de esa conferencia celebrada en 1972 y, 50 años después, sigue vigente: este planeta es nuestro único hogar y es responsabilidad de la humanidad salvaguardar sus recursos finitos.
La consigna “Una sola Tierra” como lema para este año 2022 destaca la necesidad de vivir de forma sostenible, en armonía con la naturaleza, a través de cambios sustanciales impulsados por políticas y elecciones cotidianas que nos guíen hacia estilos de vida más limpios y ecológicos.
Según el informe ‘Hacer las paces con la naturaleza’, realizado por el PNUMA y publicado a principios de este año, transformar los sistemas sociales y económicos significa mejorar nuestra relación con la naturaleza, comprender su valor y poner ese valor en el centro de la toma de decisiones.
De acuerdo con la directora ejecutiva del PNUMA, Inger Andersen, “en 2022 esperamos que el mundo comience a pasar la página del peor capítulo de la pandemia de Covid-19. Y lo hacemos con el conocimiento de que continuamos enfrentando las tres crisis planetarias que amenazan nuestro futuro: la crisis del cambio climático, la de la pérdida de la biodiversidad y la de la contaminación y los desechos”.
Por su parte, el ministro de Medio Ambiente y Clima y viceprimer ministro de Suecia, Per Bolund, ha señalado que, “ como orgulloso anfitrión del Día Mundial del Medio Ambiente 2022, Suecia destacará las preocupaciones ambientales más apremiantes, y mostrará sus iniciativas y los esfuerzos globales para abordar la crisis climática y de la naturaleza. Invitamos a la comunidad global a unirse a las actuales discusiones y celebraciones”.
El evento reunió a más de 400 asistentes, tanto presenciales como virtuales, provenientes de más de 20 países.
Destaca por consumir hasta un 70% menos de energía, en comparación con luminarias convencionales de alta intensidad de descarga.
Del 5 al 8 de noviembre en el pabellón 10, en el estand 10E01 de Comenza en Ifema Madrid, se podrán conocer las novedades de la marca; en concreto, su gama de barandillas fotovoltaicas conecta SOLAR.
Pura Alegría es un amarillo luminoso representa el optimismo, la energía y la creatividad, ofreciendo una respuesta al deseo de transformar los hogares en espacios más luminosos y vitales en un mundo en constante cambio.
Se trata de un proyecto cofinanciado por el programa LIFE, subprograma de Transición a la Energía Limpia, que tiene el objetivo de desarrollar formación presencial y certificación en microcompetencias para la transición verde del sector de la construcción.
Este proyecto está liderado por la empresa Técnicas Reunidas, y además del ITC participa otro centro tecnológico como es AIJU, la empresa Proying XXI Ingeniería, dedicada a la fabricación de hornos de fritas y quemadores, y una empresa usuaria final productora de fritas cerámicas.
El acuerdo de abastecimiento sostenible ayuda a reducir la huella de carbono de los equipos de electrificación clave en un 29%.
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