Los accidentes en jornada laboral en el sector de la construcción cayeron un 15,9% en 2020, situándose en 67.387, según datos de la Confederación Nacional de la Construcción (CNC) dados a conocer con motivo del Día Internacional de la Salud y la Seguridad en el trabajo, que se celebra cada 28 de abril.
Esta caída, aunque importante, es ligeramente inferior a la registrada en el conjunto de la economía, ya que el número de accidentes de trabajo se redujo un 22% debido, fundamentalmente, al descenso de la actividad laboral por la pandemia.
En números absolutos, la construcción registró el pasado año la menor cifra de accidentes mortales, solo por detrás del sector agrario. Sin embargo, sigue presentando el segundo mayor índice de incidencia, tan solo superado por las industrias extractivas, con 6.050,2 accidentes por cada 100.000 trabajadores.
La patronal asegura que el incremento de accidentes mortales en el conjunto de sectores, en un contexto de reducción de accidentabilidad general y disminución notable de la actividad productiva, es un hecho preocupante que evidencia la necesidad de apostar por una transformación eficiente de la actividad preventiva a nivel general y de formación específica. Para CNC, la caída de los accidentes laborales pasa por la adecuada formación preventiva de los empleados del sector, máxime en un contexto marcado por la digitalización y transformación tecnológica de todo tipo de maquinarias.
La mejora de la formación, según CNC, serviría para seguir reduciendo los accidentes de trabajo en el sector y para generar ese efecto tractor sobre el conjunto de la economía, puesto que la construcción representa casi el 10% del PIB y da empleo a cerca de 1,3 millones de personas.
Según el presidente de CNC, Pedro Fernández Alén, “la mejora de la cualificación de los trabajadores es uno de los principales desafíos, sobre todo teniendo en cuenta las buenas perspectivas para la construcción y la cada vez mayor profesionalidad de un sector amenazado por la falta de mano de obra cualificada y capacitado para formar y absorber parados procedentes de sectores muy damnificados por la pandemia como son la hostelería y restauración”.
El evento reunió a más de 400 asistentes, tanto presenciales como virtuales, provenientes de más de 20 países.
Destaca por consumir hasta un 70% menos de energía, en comparación con luminarias convencionales de alta intensidad de descarga.
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Pura Alegría es un amarillo luminoso representa el optimismo, la energía y la creatividad, ofreciendo una respuesta al deseo de transformar los hogares en espacios más luminosos y vitales en un mundo en constante cambio.
Se trata de un proyecto cofinanciado por el programa LIFE, subprograma de Transición a la Energía Limpia, que tiene el objetivo de desarrollar formación presencial y certificación en microcompetencias para la transición verde del sector de la construcción.
Este proyecto está liderado por la empresa Técnicas Reunidas, y además del ITC participa otro centro tecnológico como es AIJU, la empresa Proying XXI Ingeniería, dedicada a la fabricación de hornos de fritas y quemadores, y una empresa usuaria final productora de fritas cerámicas.
El acuerdo de abastecimiento sostenible ayuda a reducir la huella de carbono de los equipos de electrificación clave en un 29%.
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