La iluminación en las oficinas es un factor determinante para la productividad y el bienestar de los empleados. No solo se trata de una cuestión estética, sino de una influencia directa en el estado de ánimo, la concentración y los niveles de energía. Diversos estudios han demostrado que una iluminación adecuada puede incrementar la productividad hasta un 10% y reducir el estrés.
La Asociación Profesional de Diseñadores de Iluminación (APDI), que agrupa a los profesionales del diseño de iluminación arquitectónica en España, destaca la importancia de un diseño bien planificado en el entorno laboral. Desde su fundación en 2008, APDI ha trabajado para fomentar una cultura de la luz que priorice en los centros de trabajo tanto la eficiencia de la solución adoptada como la salud y bienestar de los empleados. Actualmente, cuenta con 167 socios que promueven el reconocimiento del papel del diseñador de iluminación en la creación de espacios que mejoren la calidad de vida y el rendimiento.
La luz no solo nos permite ver, sino que también regula nuestros ritmos circadianos, los ciclos naturales de sueño y vigilia que afectan nuestra energía a lo largo del día. En oficinas, donde pasamos largas horas bajo luz artificial, un diseño de iluminación adecuado puede marcar la diferencia en el rendimiento.
La luz natural es el estándar ideal para el bienestar. En espacios cerrados, la iluminación artificial puede compensar la falta de luz natural si se diseña correctamente. Los sistemas de luz blanca dinámica simulan los cambios a lo largo del día, manteniendo así los niveles de energía de los empleados. Por ejemplo, una luz más fría y brillante por la mañana favorece la alerta y el rendimiento cognitivo, mientras que una luz más cálida al final de la jornada ayuda a la relajación y reduce la fatiga.
Un estudio de Staples en 2018 reveló que un tercio de los trabajadores se sentiría más satisfecho con una mejor iluminación en su lugar de trabajo. Esta mejora está relacionada con la reducción del deslumbramiento y la posibilidad de ajustar la intensidad, evitando contrastes que causen fatiga ocular. De hecho, el 80% de los encuestados afirmó que una buena iluminación es esencial para su bienestar laboral.
La calidad de la iluminación impacta no solo en la productividad, sino también en la salud física y mental de los empleados. Una mala iluminación puede provocar fatiga ocular, dolores de cabeza y estrés, mientras que una buena iluminación ayuda a reducir la tensión ocular y mejora el estado de ánimo.
Investigaciones en neurociencia han demostrado que la luz adecuada influye en la liberación de hormonas como la melatonina y el cortisol, que regulan el sueño y los niveles de estrés. Al adaptar la luz a los ritmos circadianos, se puede mejorar el bienestar general, ayudando a los empleados a mantener altos niveles de energía y concentración.
En un artículo reciente, el vicepresidente de la APDI, Álvaro Coello, de Portugal, desgrana varios consejos y conceptos fundamentales como primer paso para entender cómo funciona la luz artificial y proyectar un espacio de trabajo bien iluminado. Estos principios abarcan desde el aprovechamiento de la luz natural, que nuestro cuerpo asimila positivamente, hasta consideraciones técnicas que impactan en la calidad de la iluminación. La elección del tono de blanco es clave, ya que sus variaciones afectan a la percepción del entorno y a nuestro estado físico.
Además, la calidad de la luz se evalúa mediante el índice de reproducción cromática (IRC), que asegura que los colores se vean de manera precisa y natural. Por último, implementar sistemas de regulación, ya sean alámbricos o inalámbricos, permite personalizar la intensidad lumínica según las tareas, contribuyendo así al bienestar y la productividad de los empleados.
La tecnología LED se ha convertido en la opción más utilizada en entornos de trabajo modernos debido a su eficiencia energética y versatilidad. Permite ajustar tanto la temperatura de color como las luminancias adecuadas, creando ambientes laborales más saludables y confortables.
Los sistemas de iluminación circadiana son otra tendencia en crecimiento. Estos sistemas cambian de tono y brillo a lo largo del día para imitar la progresión natural de la luz solar. Por ejemplo, se utiliza una luz más fría en las horas matutinas, favoreciendo la concentración, y se cambia a una luz más cálida al avanzar el día, promoviendo la relajación.
Al planificar la iluminación de un espacio de trabajo, es esencial tener en cuenta algunos principios:
La iluminación en oficinas no es simplemente una cuestión de estética y eficiencia, sino que también es una herramienta fundamental para mejorar la productividad y el bienestar de los empleados. A medida que las empresas buscan optimizar sus entornos laborales, la inversión en sistemas de iluminación inteligentes se convierte en una estrategia clave para incrementar tanto el rendimiento como la satisfacción laboral.
Conocer estos conceptos nos permite repensar cómo diseñamos los espacios de trabajo. Al utilizar soluciones de iluminación que cuiden la salud y se adapten a los ritmos naturales del ser humano, podemos crear entornos más saludables y productivos, siempre priorizando el bienestar de todos.
El evento reunió a más de 400 asistentes, tanto presenciales como virtuales, provenientes de más de 20 países.
Destaca por consumir hasta un 70% menos de energía, en comparación con luminarias convencionales de alta intensidad de descarga.
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Pura Alegría es un amarillo luminoso representa el optimismo, la energía y la creatividad, ofreciendo una respuesta al deseo de transformar los hogares en espacios más luminosos y vitales en un mundo en constante cambio.
Se trata de un proyecto cofinanciado por el programa LIFE, subprograma de Transición a la Energía Limpia, que tiene el objetivo de desarrollar formación presencial y certificación en microcompetencias para la transición verde del sector de la construcción.
Este proyecto está liderado por la empresa Técnicas Reunidas, y además del ITC participa otro centro tecnológico como es AIJU, la empresa Proying XXI Ingeniería, dedicada a la fabricación de hornos de fritas y quemadores, y una empresa usuaria final productora de fritas cerámicas.
El acuerdo de abastecimiento sostenible ayuda a reducir la huella de carbono de los equipos de electrificación clave en un 29%.
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