El estudio de arquitectura Fenwick Iribarren (FIA), liderado por Mark Fenwick y Javier Iribarren, analiza cuáles serán las tendencias que marcarán el rumbo de la arquitectura en el año 2024 y darán forma al paisaje urbano de los próximos años.
Algunos proyectos se pensarán como edificios temporales, con un uso determinado durante un periodo de tiempo y, posteriormente, se desmantelarán y trasladarán a otro lugar. En este caso, los proyectos se basan en un diseño modular, sencillo y fácilmente ejecutable, acorde con las condiciones climáticas, el entorno y las necesidades propias del lugar en el que se vaya a desarrollar.
Otra de las tendencias para 2024 en lo que arquitectura se refiere será la construcción de estadios deportivos de pequeña escala. Tanto en Asia como en Oriente Medio se observa una tendencia generalizada a la construcción de estadios de pequeña capacidad, que actúan como dinamizador de la vida deportiva de pequeñas ciudades, con el ánimo de implantar la cultura deportiva en la localidad.
Así, por ejemplo, países con escasa tradición futbolística están apostando por este tipo de instalaciones de pequeño tamaño, pero dotadas de los requerimientos necesarios para el buen funcionamiento y eficacia de las instalaciones deportivas.
De ahí que el futuro se incline al diseño y construcción de estadios eco-amigables, diseñados con responsabilidad, multifuncionales y que no dependan únicamente de un uso puntual. Este tipo de estadios no buscan solo acoger actividades futbolísticas, sino que se abren a otras experiencias musicales, culturales o de celebración de grandes eventos, y están pensados para integrarse en la ciudad en la que se establecen.
Una de las tendencias de 2024 serán las fachadas sostenibles, donde predominará la inserción de zonas verdes en el alzado del edificio. Diversos módulos o anillos a modo de bandejas que harán de base o soporte de distintas especies vegetales y zonas verdes, como si de un jardín vertical se tratara.
Por otro lado, seremos testigos del uso de las dobles fachadas con protección solar, que permiten un mayor aislamiento acústico, así como de las fachadas ecológicas fotocatalíticas, que se implementan desde el inicio del proyecto y que son una parte esencial de la estética e imagen del edificio. Estas fachadas ayudan a descontaminar el entorno de manera constante, gracias a los procesos químicos que suceden de manera natural en su superficie.
Con un diseño centrado en la experiencia del usuario, otra de las tendencias predominantes tendrá que ver con el aumento del número de terrazas exteriores, en donde los límites del edificio se difuminan y los perímetros dentro-fuera se desdibujan. Los espacios interiores parecen exteriores, gracias a la aparición de gradas estanciales, espacios multifuncionales, terrazas interiores, terrazas exteriores con vegetación asociados a los puestos de trabajo, etc.
Por lo que las reuniones en los nuevos edificios de oficinas se podrán realizar al aire libre y el trabajo se desarrollará en estos entornos más abiertos, diáfanos y muy diferentes al espacio laboral tradicional.
Asimismo, la experiencia del edificio comenzará incluso antes de entrar al propio edificio. Aquí cobra sentido la denominada “The Arrival Experience”, es decir, la experiencia previa a la llegada al inmueble. Entran en escena conceptos que tienen que ver con la percepción desde la distancia, cómo se llega al edificio o el acercamiento al mismo, de tal manera que la escala y el diseño de la construcción se desarrolla pensando en el usuario.
El coche ya no es protagonista, pues se aparta definitivamente de la escena principal. La movilidad, ahora, es totalmente eléctrica y sostenible, y mucho más divertida, donde cobran especial relevancia los Segways, patinetes eléctricos, bicicletas o pequeños coches eléctricos para ir de un edificio a otro, mediante vías rápidas de conexión entre ellos. A la vez que se convive con espacios públicos y estanciales, cafeterías, terrazas y espacios verdes.
Otro aspecto principal es el denominado Human Centric Design, con elementos como el confort, la funcionalidad y la estética al servicio del usuario. Se presta especial atención a la luz, la temperatura, la acústica y la ventilación, mientras se promueve la productividad, el sentido de pertenecía a un lugar y el bienestar de las personas.
En este caso, se prioriza el bienestar de las comunidades cada vez más expuestas al cambio climático, por lo que se crean islas que alcanzan una temperatura menor que el entorno, en verano, y que evitan el frío excesivo en invierno mediante la utilización de especies de vegetación adecuadas al entorno.
Asimismo, se apuesta por la eficiencia en los sistemas de riego y consumos de energía eléctrica. Se trata, en definitiva, de adaptar la arquitectura al paisaje existente cuando hay que realizar intervenciones de la edificación en el paisaje.
Entre sus novedades, destaca Zarci, su gama de porcelánico que reproduce con gran realismo el mármol que le da nombre a la colección.
Este año, un 36% de la exposición comercial será internacional, lo que, según los organizadores del evento, evidencia el interés que despierta el mercado español y su área de influencia en el sur de Europa y el Mediterráneo.
El evento dispone de una superficie expositiva que supera los 50.000 metros cuadrados en Feria Valencia y cuenta con el impulso de las principales asociaciones del sector.
El nuevo sistema puede instalarse en entornos comerciales, residenciales o edificios de oficinas para la renovación del aire interior.
La presencia de la marca irá de la mano de algunos de los estudios de decoración e interiorismo que asistirán al encuentro.
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