Sostenibilidad, eficiencia energética y economía circular, pilares del sector de la cerámica estructural

Los fabricantes españoles de cerámica estructural no son ajenos al que, sin duda, es el mayor reto de nuestro tiempo: la sostenibilidad. Las políticas de sostenibilidad medioambiental en el sector industrial cerámico se orientan a tres aspectos básicos: la reducción de las emisiones a la atmósfera de gases contaminantes de efecto invernadero, el tratamiento sostenible de los residuos y la mejora de los procesos productivos para reducir el consumo energético.

Además, en los últimos años, las empresas han incrementado su compromiso con la investigación de nuevas técnicas y procedimientos constructivos con productos cerámicos para promover una construcción sostenible y edificios eficientes desde el punto de vista energético.

Declaraciones Ambientales de Producto y fichas para sellos BREEAM, LEED y VERDE

En esta línea de trabajo, y para dar respuesta a la demanda de administraciones, proyectistas y constructoras de obtener información sobre las prestaciones ambientales de los productos cerámicos, los fabricantes han desarrollado las Declaraciones Ambientales de Producto (DAP) sectoriales de los materiales cerámicos de todo su ciclo de vida, demostrando que ofrecen el máximo respeto al medioambiente.

La Declaración Ambiental de Producto (DAP) es una ecoetiqueta tipo III basada en el Análisis del Ciclo de Vida (ACV) de ese producto que suministra de forma clara y rigurosa la información sobre los productos de construcción para la evaluación del rendimiento ambiental de los edificios u obras.

Las DAP sectoriales de materiales cerámicos están registradas en el programa GlobalEPD de AENOR para acreditar y comunicar la excelencia ambiental de los productos cerámicos.

Además, los fabricantes de materiales cerámicos han desarrollado unas fichas para los sellos BREEAM, LEED y VERDE que acreditan la contribución de los productos cerámicos a los criterios de sostenibilidad exigidos por dichos sellos, que han sido publicadas en la Plataforma de Materiales de GBCe.

Decálogo de la sostenibilidad de los productos cerámicos

Los productos cerámicos forman parte de nuestra vida cotidiana, integrados en las construcciones en que vivimos y trabajamos. Son materiales de origen natural, seguros, duraderos, versátiles y económicos. Es por eso que se utilizan en la construcción de edificios y obras civiles desde hace más de 6.000 años.

El equilibrio en cuanto a los aspectos medioambientales, sociales y económicos de este tipo de materiales es uno de los requisitos fundamentales para considerar “sostenible” un producto. Por esta razón, es habitual relacionar el concepto de sostenibilidad con los productos cerámicos. 

La Asociación Española de Fabricantes de Ladrillos y Tejas (Hispalyt), ha desarrollado un decálogo que resume las 10 razones fundamentales por las que los materiales cerámicos son social, económica y medioambientalmente sostenibles.

1.- Materias primas naturales

El componente principal de los productos cerámicos es la arcilla, un material natural, que se encuentra en la naturaleza de forma abundante, básicamente inagotable desde el punto de vista geológico y renovable debido a la sedimentación continua en la misma cuenca. Los productos cerámicos son 100% naturales, puesto que se fabrican básicamente a partir de arcilla, agua y fuego.

2.- Extracción responsable de la arcilla

La extracción de arcilla para fabricar productos cerámicos se realiza de forma responsable y segura, garantizando una tasa alta de empleo y protección social.

Una vez agotada la cantera, se pueden crear reservas naturales, lagos recreativos, zonas de uso agrícola o forestal y, en algunos casos, vertederos para residuos.

3.- Fabricación eficiente y sostenible

En los últimos años, el sector ha llevado a cabo fuertes inversiones para conseguir una reducción progresiva del consumo de energía, y en consecuencia de las emisiones, creando un proceso productivo energéticamente más eficiente.

La industria cerámica también contribuye al ahorro energético y a la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero mediante el empleo generalizado de plantas de cogeneración de alta eficiencia y la utilización de biomasa.

El proceso productivo también es eficiente en el uso de materias primas al caracterizarse por el bajo consumo de agua y el escaso desperdicio de material cerámico.

4.- Aislamiento térmico y eficiencia energética

El 40% de la energía consumida en Europa corresponde a la edificación. Para reducir este derroche energético, así como las emisiones de gases de efecto invernadero, las normas de edificación están experimentado cambios importantes.

El aislamiento y la inercia térmica de la envolvente del edificio incide directamente en el confort del usuario en su interior, así como en la demanda energética de calefacción y refrigeración durante la vida útil del edificio.

Los productos y sistemas cerámicos presentan una elevada inercia térmica y contribuyen al aislamiento térmico de la envolvente del edificio. Por ello, son soluciones constructivas óptimas para el diseño de Edificios de Energía de consumo Casi Nulo (EECN) y Passivhaus y su uso es habitual desde hace tiempo en las obras bioclimáticas.

5.- Seguridad para los usuarios

Los productos cerámicos confieren a los edificios la máxima seguridad a los usuarios, por su robustez, resistencia frente a incendios y protección frente a fenómenos meteorológicos. Además, las paredes de ladrillo son sólidas y resistentes, por lo que soportan impactos y cargas pesadas y garantizan la seguridad frente a robos.

6.- Ambiente confortable y saludable

Los productos cerámicos, además de destacar por su aislamiento térmico, eficiencia energética y seguridad para los usuarios, tienen otras prestaciones técnicas, que proporcionan un ambiente saludable y confortable en el interior de las viviendas.

Entre esas prestaciones técnicas, hay que señalar su alto aislamiento acústico, un excelente comportamiento frente a la humedad y su contribución a la calidad del aire interior en las viviendas, ya que no emiten sustancias tóxicas como compuestos orgánicos volátiles (C.O.V.).

7.- Larga vida útil sin mantenimiento

Si hay una característica de los materiales cerámicos que destaca por encima de todas es su gran durabilidad. Un edificio construido con fachadas de ladrillo cara vista o cubiertas de teja tiene una vida útil que supera los 100 años. Esta larga vida útil se traduce en un ahorro económico para los propietarios de las viviendas en concepto de renovación y/o de mantenimiento.

8.- Soluciones innovadoras y de vanguardia

Los productos cerámicos ofrecen a los proyectistas infinidad de soluciones creativas, no solo en cuanto a texturas y colores, sino también en formas y volúmenes, dando lugar a obras de diseño vanguardista, con gran valor arquitectónico.

Su versatilidad les permite adaptarse fácilmente a los nuevos requisitos, técnicas y métodos constructivos, siendo perfectos para construir edificios innovadores y orientados hacia el futuro, cumpliendo con los requisitos de la arquitectura del siglo XXI.

9.- Conservación del patrimonio arquitectónico

Durante siglos se han construido los pueblos y ciudades de España con ladrillo y teja cerámica. Así, en nuestro patrimonio cultural queda patente que el aspecto estético de los materiales cerámicos no se ve deteriorado, sino que embellece con el paso del tiempo.

10.- Contribución a la economía circular

A pesar de la larga vida de los edificios construidos con productos cerámicos, a veces dichos edificios se demuelen antes del final de su vida útil. Cuando esto ocurre, los productos cerámicos vistos, como ladrillo cara vista, teja y adoquín, pueden recuperarse y reutilizarse.

La Lista Europea de Residuos (LER) clasifica a los residuos de construcción y demolición cerámicos como inertes y no peligrosos, por lo que son altamente reciclables, en diferentes usos como: material de relleno y estabilización de carreteras, áridos para hormigón y morteros, tierra batida en pistas de tenis o substrato de plantas.

Como los productos cerámicos son inertes y no alteran la calidad del agua, permiten el aprovechamiento del agua de lluvia. Así, en las cubiertas de teja se pueden emplear sistemas de drenaje para recogerla y almacenarla para su posterior uso.

En el apartado de Sostenibilidad de la web de Hispalyt, se puede encontrar y descargar toda la información sobre este tema.

Este artículo aparece publicado en el nº 591 de CIC, págs. 20 a 22.