Saint-Gobain, referente mundial en construcción ligera y sostenible, aborda seis acciones claves para un buen funcionamiento de la cadena de valor en el sector de la construcción a través de soluciones que integran ahorro energético y rendimiento en cada una de las fases. Desde la búsqueda de la eficiencia energética y el confort, hasta la adopción de los principios de la construcción ligera.
Estas claves vienen recogidas en el primer número de la revista “Construir un futuro sostenible” que la compañía lanzó recientemente dentro de las iniciativas que forman parte del proyecto ‘El Observatorio de la Construcción Sostenible’, creado por Saint-Gobain dentro de su compromiso de promover y concienciar en favor de la descarbonización dentro del sector de la construcción.
En la revista, la compañía reúne el compromiso de toda la cadena de valor en seis acciones fundamentales que se recogen en los siguientes puntos:
• Objetivo: la eficiencia energética. El sector de la construcción se ha comprometido a abordar los retos del cambio climático, la pobreza energética y la autosuficiencia, buscando ser más eficiente energéticamente. Aunque se han realizado esfuerzos, la eficiencia energética de los edificios sigue siendo desigual en todo el mundo. Solo el 40% de los países del mundo tienen códigos o reglamentos de construcción que incluyan criterios energéticos.
Concretamente, Europa actúa ahora como motor, con una legislación cada vez más estricta destinada a responder a los nuevos retos de la pobreza energética y el cambio climático. La normativa ha impulsado la optimización de la envolvente del edificio, con énfasis en la hermeticidad y el aislamiento térmico.
Además, se busca diversificar las fuentes de energía a través de la incorporación de energías renovables y equipos de alta eficiencia contribuyendo, de esta manera, a la descarbonización de los edificios. La integración de la energía y la tecnología digital también desempeña un papel clave para lograr un mejor control del consumo y la producción de energía, mejorando al mismo tiempo el uso y el confort.
• Actuar en toda la cadena de valor. La descarbonización de los materiales y soluciones de construcción es crucial y requiere un debate intersectorial, desde el diseño hasta el transporte. Se están explorando enfoques como formulaciones rediseñadas, procesos modernizados, productos más ligeros y una logística optimizada.
Por ejemplo, se están desarrollando nuevas formulaciones de hormigón de bajo carbono y neocementos que reducen las emisiones. Las nuevas soluciones a medida de hormigón bajo en carbono EnviroMix de Chryso Saint-Gobain consiguen reducir las emisiones de CO2 hasta en un 50 %. Los neocementos fabricados a partir de arcilla bruta, residuos industriales o subproductos también se perfilan como serias alternativas. Es el caso, por ejemplo, de los morteros descarbonizados de Saint-Gobain Weber.
También se están modernizando los procesos industriales, mediante la electrificación de hornos y la transición a energías renovables. Además, se están implementando prácticas de logística eficiente para reducir las emisiones de transporte. La descarbonización del sector de la construcción requiere la cooperación de todos los actores involucrados para lograr una economía más sostenible.
• Diseñar los edificios de forma diferente. La construcción sostenible se beneficia de las fases iniciales del diseño del edificio y de herramientas como el Modelado de Información para la Construcción (BIM) y los gemelos digitales. El modelado de información para la construcción (BIM) es una auténtica herramienta de colaboración que cada vez gana más terreno.
Con BIM, ahora es posible probar y optimizar el rendimiento de un proyecto en todas las fases de su ciclo de vida útil: desde el diseño y el funcionamiento hasta el mantenimiento. BIM favorece la cooperación y la gestión de proyectos, ya que cada parte interesada conoce en tiempo real el avance del proyecto gracias a un mejor intercambio de información y una mayor centralización de los datos.
En esencia, el BIM y los gemelos digitales están impulsando la construcción hacia una economía de bajas emisiones de carbono y una filosofía de circularidad. Al considerar todo el ciclo de vida útil de un producto, estas nuevas herramientas nos liberan del antiguo modelo lineal. A través de sus múltiples modelos, también están abriendo el campo de la construcción sostenible, cuyo objetivo es limitar el consumo de materiales naturales y combustibles fósiles.
• Integrar los principios de la economía circular. La circularidad en la construcción busca repensar, reducir, reutilizar y reciclar materiales para construir edificios de manera sostenible. Prolongar al máximo la vida útil de un edificio es hoy un reto de gran importancia. Esto significa que el edificio debe diseñarse de forma flexible, modular e incluso reversible.
También se busca optimizar la demolición y aprovechar los materiales como un “banco de materiales”. La digitalización y la mejora de la logística son factores clave a la hora de facilitar la reutilización. Trabajar colectivamente es fundamental para lograr una economía más resistente.
• Optar por la construcción ligera. La construcción ligera se perfila como una respuesta sostenible al cambio climático, la escasez de recursos y el crecimiento urbano. Ofrece ventajas en términos de consumo de materiales, ahorro de tiempo y bienestar para los residentes.
La elección de materiales se basa en la disponibilidad local, como la madera en Estados Unidos, Japón y Suecia. Además de la estructura, la construcción ligera abarca soluciones para fachadas, tabiques y techos, con materiales como placas de yeso y paneles de madera laminada. La construcción ligera es una técnica clave que agiliza la implementación, optimiza el transporte, mejora la salud de los trabajadores y reduce los residuos.
En Cataluña, Saint-Gobain participó en la construcción de un hospital de 108 camas diseñado únicamente con elementos modulares preensamblados en fábrica. El resultado: el edificio se levantó en solo cuatro meses, frente a los cuatro años que habría tardado con los métodos tradicionales.
• Cuidar de las personas. La construcción sostenible va más allá de la preservación de recursos y la elección de materiales. Ahora también se considera la salud y la seguridad de los trabajadores en las obras, así como el confort de los residentes. Se busca reducir los riesgos para los trabajadores al desarrollar productos no irritantes, que produzcan menos polvo y sean más fáciles de manejar.
Se están utilizando robots colaborativos para minimizar lesiones musculoesqueléticas y aumentar la productividad. En cuanto a los edificios, se enfoca en la calidad del aire, el confort térmico, acústico y visual, y se reconoce su impacto en la salud mental y la productividad. La concienciación sobre la salud se ha intensificado durante la pandemia, lo que ha llevado a la necesidad de edificios que ofrezcan máximo confort y calidad del aire. La construcción sostenible implica una transición ambiental, energética y sanitaria.
Tras la publicación de esta primera edición, los próximos números de la revista continuarán en una plataforma digital llamada ‘Constructing a Sustainable Future by Saint-Gobain', que se lanzará este verano. Esta plataforma tiene como objetivo arrojar luz sobre la construcción sostenible y su impacto positivo en el clima y la sociedad, además de descubrir soluciones innovadoras y proyectos inspiradores.
El consultor internacional en desarrollo sostenible Dominique Bidou ofreció la conferencia inaugural en el VI Congreso ITE+3R.
El edificio, que se encuentra actualmente en construcción, incluye lo último en flexibilidad y modularidad en espacios de trabajo con el fin de poder adaptarse a las nuevas tendencias del mercado de oficinas.
Con este movimiento, el grupo fortalece su autonomía operativa en el sudeste asiático.
La empresa busca con este cambio dotarla de un diseño más visual e intuitivo que permita navegar con más fluidez.
Fundado por Mark Fenwick y Javier Iribarren, el estudio Fenwick Iribarren Architects apuesta por la adaptación ambiental, la sostenibilidad y el bienestar. Obras emblemáticas como el estadio 974 para el Mundial de Qatar, la Torre Caleido y el edificio Ruiz Picaso 11 llevan su firma.
Al evitar filtraciones de agua, la impermeabilización no solo protege las estructuras, sino que también optimiza el rendimiento térmico, reduce el consumo energético y alarga la vida útil de los materiales.
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