Con motivo del Día Internacional de la Eficiencia Energética, que se celebra el próximo 5 de marzo, la entidad referente en servicios técnicos, de seguridad y certificación a nivel mundial TÜV Rheinland aconseja qué pequeños gestos cotidianos se pueden llevar a cabo para reducir el impacto medioambiental sin perder la calidad de vida.
En la actualidad, necesitamos el equivalente a 1,6 planetas para satisfacer los recursos naturales que utilizamos cada año, según la Global Footprint Network (GFN). Al ritmo que llevamos, se estima que para 2030 la humanidad va a requerir dos veces nuestra Tierra para saciar sus demandas y casi tres para 2050.
Una de las claves para reducir este impacto medioambiental, y por lo tanto luchar contra el cambio climático, es la eficiencia energética. Con el objetivo de sensibilizar a la población para realizar un uso sostenible de la energía y evitar su derroche surgió en 1998 el Día Mundial de la Eficiencia Energética, que se celebra cada 5 de marzo.
Paralelamente a todas las medidas gubernamentales y las acciones que llevan a cabo las grandes empresas, los ciudadanos pueden colaborar diariamente con pequeños actos. TÜV Rheinland ofrece esta serie de consejos para poner en práctica que, aparte de suponer un ahorro económico, ayudan a proteger el planeta sin perder calidad de vida:
1) Mejorar la iluminación en casa: se recomienda poner bombillas LED en lámparas, focos, etc. que se tenga en casa, ya que son las más eficientes del mercado.
2) Automatización en zonas de paso: es conveniente instalar detectores de presencia en vestíbulos, garajes o zonas comunes para que las luces se enciendan y apaguen de manera automática.
3) Reducir el uso: es preferible apagar los aparatos eléctricos cuando no estén en uso, porque además de disminuir el consumo energético, ayuda a prolongar su vida útil. Un ejemplo es desenchufar el cargador del móvil si ya no está cumpliendo su función.
4) Renovar equipos: cuando exista la necesidad de renovar los electrodomésticos, lo aconsejable es comprar aquellos que tengan la etiqueta con eficiencia energética A +++.
5) Vigilar la temperatura de los frigoríficos: consumen cerca de 30% de la electricidad de los hogares. Por ello, es importante regular correctamente su temperatura (5 ºC en la nevera y -18 ºC en el congelador).
6) Mantener en buen estado los aparatos: limpiar los filtros o la suciedad incrustada de los equipos contribuye al ahorro energético.
7) Ahorrar agua: lo ideal es ducharse en lugar de bañarse y evitar utilizar agua caliente cuando no sea necesario. Si es posible, instalar reductores volumétricos en la ducha y aireadores en los grifos.
8) Luz solar: aprovechar al máximo la luz natural en las actividades diarias y así, de paso, poder evitar un uso irracional de la luz artificial.
9) Movilidad sostenible: siempre que se pueda, es preferible moverse en transporte público, bicicleta, vehículos eléctricos o andando. En caso de tener que desplazarse en coches privados, se recomienda optimizar los viajes.
10) Sensibilizar a los que nos rodean: el boca a boca siempre funciona. Concienciar a los más cercanos, sin imponer ni culpabilizar, para que cambien sus hábitos diarios para ser más eficientes ayuda a sumar en la lucha contra el cambio climático.
Según Jessica España, responsable técnico de Eficiencia Energética en TÜV Rheinland, “el cambio climático es uno de los temas candentes del momento. Deshielos polares, menos lluvias, incremento de la temperatura media… son algunos de los factores medioambientales que se han visto alterados en los últimos años. Por este motivo, el 5 de marzo es una fecha idónea para reflexionar sobre el uso racional que le damos a la energía y actuar en consecuencia”.
En ese sentido, “desarrollar energías renovables y medios de transporte menos agresivos con el medio ambiente sin renunciar a la calidad de vida, se puede conseguir con la mejora de procesos, la cogeneración, el reciclaje, el uso de productos menos contaminantes y, sobretodo, utilizando únicamente aquella energía que realmente se necesite, es decir, un consumo inteligente que vendrá acompañado de un ahorro económico”, concluye.
El reto consiste en diseñar un proyecto integral de arquitectura efímera con materiales sostenibles y reutilizables para exhibir productos y tendencias del sector de la piscina, el wellness y el outdoor en un entorno realista y experiencial.
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