En esta segunda edición, el premio, cuya finalidad es visibilizar buenas prácticas de diseño y gestión en renaturalización de entornos urbanos. tendrá dos categorías: localidades con más de 100.000 habitantes y localidades con menos de 100.000 habitantes.
Las previsiones apuntan a que la población urbana seguirá aumentando exponencialmente, por lo que el urbanismo, la manera que tenemos de ordenar los usos y el territorio, será, más aún si cabe, una tendencia transformadora y trascendental. Su control y su planificación han de ser capaces de definir y anticipar las mejores ciudades posibles. Y, como las ciudades son inventos ya “viejos”, hay que trabajar sobre lo existente para poder llevar a cabo esa transformación y que no se queden “obsoletas”.