La empresa considera que la nueva versión de esta normativa dará transparencia a los datos de consumo que ofrecen las facturas.
A lo largo de un año, Ista ha monitorizado el consumo de calefacción y las emisiones de CO2 en diez comunidades donde se instaló el módulo de control inteligente Sophia. El resultado ha sido una importante bajada del consumo de energía, en algunos casos por encima del 38%, además de una reducción media de 21,7 toneladas de CO2 emitidas a la atmósfera.
La normativa europea y española que establece la obligación de instalar repartidores de costes afecta a cerca de un millón y medio de viviendas en España. Todos los edificios que no hayan finalizado la instalación antes de octubre tampoco pueden acogerse a las tarifas TUR, según explican desde Ista. Las comunidades que no estén exentas de la instalación y no la hayan acometido se arriesgan a multas de hasta 10.000 euros.