La energía que necesitó una industria para sus procesos productivos o una comunidad de vecinos o un hotel para calentar a sus residentes en 2022 fue 4,6 veces más cara si se obtuvo con gas que si se utilizó astilla de madera. Los consumidores domésticos de pellets, por su parte, ahorraron un 44% frente a los consumidores de gas. Son datos de Eurostat e Idae elaborados por la Asociación Española de la Biomasa para el segundo semestre de 2022 en España.
El pasado 15 de diciembre, la Comisión Europea publicó este nuevo paquete de medidas sobre los mercados del hidrógeno y del gas descarbonizado, que supone un nuevo marco de la UE para descarbonizar los mercados del gas, promover el hidrógeno y reducir las emisiones de metano.
El presidente de Ascer, Vicente Nomdedeu, ha calificado los datos de balance del ejercicio de “positivos”, pero alerta de que el aumento descontrolado de costes tan vitales como gas, CO2, electricidad y materias primas está obligando a las empresas del sector a poner en práctica medidas de regulación de la producción y anticipa que se esperan ERTEs en las próximas semanas.