La estructura de cualquier edificio tiene una resistencia limitada y calculada para soportar su propio peso y aquel que se pueda añadir, como es el caso de las persones que lo ocupan, muebles y enseres.
Los tres sistemas más utilizados para la construcción de piscinas en azoteas son el poliéster, el acero inoxidable y el hormigón proyectado, según los expertos. Sea cual sea el material elegido, la recomendación es apostar por el doble vaso, ya que uno contiene el agua y el otro evita filtraciones a la vivienda.