La actividad industrial es uno de los motores de la economía y uno de los sectores que en mayor medida es capaz de contribuir a un futuro sostenible. Produce alrededor del 50% de emisiones de CO2 a la atmósfera y consume casi el 26% de la energía mundial. Por ello, se hace imprescindible utilizar soluciones y sistemas constructivos que confieran una mayor eficiencia en la producción.
El proyecto, que ya se encuentra en vigor en 14 de los 30 países previstos antes de 2030, pretende dar solución a que solo se recicle en España el 37% de los materiales usados en la construcción, muy por detrás de otros países como Italia o Bélgica, que superan el 70%.