La nueva directora evidencia su convicción de que deben “afrontar los desafíos del futuro y posicionar a Euskadi como un referente a la vanguardia de la construcción: más resiliente, más digital y guiada por un propósito socialmente responsable”.
Sus nuevas iniciativas están orientadas a la transformación digital y el desarrollo sostenible, con el objetivo de aumentar la productividad y la industrialización del sector en la región.