La Comisión Europea obligará a que todas las viviendas tengan un certificado de eficiencia energética E en enero de 2030 y D –o mejor– en enero de 2033. Esta exigencia de Bruselas se incluye en los Estándares Mínimos de Eficiencia Energética (MEPS, en sus siglas en inglés) y plantea un gran reto a un entorno construido como el español, en el que más del 80% de los edificios y viviendas reciben una calificación energética E, F o G.
La oficina de gestión de ayudas a la rehabilitación de Aparejadores Madrid actúa como ventanilla única en el proceso; de hecho, es la única en la comunidad autónoma que ofrece todos los servicios posibles relacionados con la rehabilitación energética. Desde la experiencia vivida hasta el momento en la oficina, es cierto que hay condiciones del proceso que plantean dificultades y ciertas zonas de sombra, pero en los ciudadanos debe calar un claro mensaje: hay que aprovechar hasta el último euro de los fondos Next Generation.