La eficiencia energética es ya un desafío esencial y uno de los grandes retos de sostenibilidad globales. Invertir en mejorar este aspecto no solo significa apostar por reducir las emisiones de CO2, también aumentar el confort y aportar valor al edificio. Es más, las reformas y mejoras, en cuanto a eficiencia energética, pueden revalorizar hasta en un 10% los inmuebles.