Más de la mitad de los profesionales inmobiliarios en España cree que una buena etiqueta energética aumenta el valor de una vivienda entre un 5 y un 20%, según las conclusiones del VIII Barómetro Inmobiliario, que refleja el mantenimiento de una tendencia en clave positiva sobre el grado de optimismo, con una nota de 7,5 sobre 10, la más alta desde el inicio de la pandemia.