En la actualidad, el edificio se encuentra en funcionamiento, aunque no en las condiciones más óptimas para los trabajadores, por lo que se contempla como necesaria la reforma completa del conjunto; desde su redistribución, estudio de su envolvente, cumplimiento del código técnico de edificación (CTE), mejoras energéticas, instalaciones e incluso estudio de refuerzo estructural de ciertas zonas.