Construcción industrializada, la respuesta de la industria de la edificación al reto de la vivienda en España

“La industrialización de la construcción no es la panacea, pero sin industrialización no seremos capaces de aminorar el gravísimo problema de la vivienda. La construcción industrializada es una urgencia inaplazable para la edificación en España”, manifestó Jesús Paños Arroyo, presidente del Colegio de Aparejadores de Madrid, institución organizadora del primer Congreso Técnico de Construcción Industrializada y Sostenibilidad. 

Luis Basagoiti Robles, arquitecto de formación y uno de los grandes referentes de España en consultoría inmobiliaria, abundó en la necesidad perentoria de abandonar los procedimientos tradicionales de construcción porque “ya no sabemos qué hacer para la reconversión de todo tipo de inmuebles en viviendas”. Según Basagoiti, “nos hacemos trampas en el solitario importando denominaciones como flex living, co living y otros anglicismos” para no atajar el problema de raíz. 

“Los jóvenes con talento se van de España y recibimos inmigrantes poco cualificados. Hay que hacer vivienda ya y tenemos que incorporar el proceso industrial”, sentenció Basagoiti, que se mostró partidario de avanzar hacia la “prefabricación industrializada” mediante plataformas de software, diseño, compras y suministros que incorporen a ingenieros, técnicos y arquitectos mediante una secuencia de trabajo basada en diseñar, modular, estandarizar e industrializar, con una plena digitalización de todo el proceso mediante códigos de control.

Por su parte, Juan Carlos Cabrero, director del Curso de Técnico Especialista en Construcción Industrializada del Colegio de Aparejadores de Madrid, manifestó en su ponencia que se podrían establecer hasta “seis grados de industrialización de un inmueble, teniendo en cuenta su uso y tipología, puesto que no es lo mismo un McDonald's que una vivienda unifamiliar”.

Estos grados irían desde los baños industrializados propios de un grado 2 hasta la completa industrialización, que alcanzaría la estructura del inmueble, el cerramiento, las instalaciones y los acabados. En este contexto, Cabrero recordó las recientes sucesiones de quiebras y suspensiones de pagos en Gran Bretaña de empresas dedicadas a la construcción industrializada, situaciones que se han derivado de políticas públicas orientadas a un grado de industrialización que no era el acertado. El objetivo de las políticas de Estado para favorecer la industrialización debe ser, según Juan Carlos Cabrero, generar la suficiente estabilidad en la demanda de componentes y facilitar una atmósfera de colaboración entre Gobierno, empresas, startups y universidades. 

Además, hizo un repaso de los fracasos de las iniciativas que en vivienda industrializada se pusieron en marcha durante los años posteriores a la II Guerra Mundial en la URSS, Estados Unidos y Gran Bretaña, con un análisis pormenorizado de los factores que provocaron su fracaso.

A continuación, Sandra Llorente, directora general técnica de Lignum Tech, abordó el problema de la integración de fachadas industrializadas en proyectos de edificación en altura. En este sentido, dejó claro que la industrialización “no significa construir edificios todos iguales, tipo soviético. Las fachadas, como las cocinas, pueden ser muy distintas entre sí, aunque sobre una base muy pautada”. 

La directora técnica de Lignum Tech, empresa creada en 2020 e integrada en Vía Ágora, describió en su intervención el funcionamiento de los dos centros productivos de Lignum Tech ubicados en Cuenca con la madera como materia prima. El primero cuenta con una superficie aproximada de 10.000 metros cuadrados y una capacidad productiva de 175.000 metros cuadrados de fachada industrializada al año. Allí, la empresa produce industrialmente cuatro tipologías de fachadas. 

En el segundo centro productivo, en una zona aledaña a la primera, Lignum Tech fabrica baños, voladizos y escaleras. La directora técnica de esta firma hizo un llamamiento para cambiar la manera de construir, puesto que las normativas de economía circular, residuos, transición energética y eficiencia ya lo están imponiendo.

En su intervención, José María Quirós, director de Industrialización de la promotora de vivienda AEDAS Homes, subrayó la importancia de incluir la industrialización durante las primeras fases, en el propio anteproyecto, y recalcó que los contratos colaborativos son esenciales para que la ejecución llegue a buen puerto. Según Quirós, en AEDAS “se elige un sistema industrializado y se hace una prueba piloto. Posteriormente, se exporta el sistema a otras dos promociones, se aprenden las lecciones y el conocimiento se incorpora a un Libro Blanco de diseño”. AEDAS Homes comenzó en 2018 a impulsar la industrialización de la construcción. 

Quirós indicó que las materias primas de los sistemas industrializados de AEDAS Homes son el hormigón y la madera, único material éste último con el que se mejora la sostenibilidad. La madera, según Quirós, tiene un enorme potencial de futuro en la construcción: “Es fácil de cortar y ligera. Facilita el transporte y es un buen aislante térmico. Ofrece sensación de confort y la aceptación del comprador es muy buena. Además, el negocio promotor necesita capital, muchas veces hay que buscarlo fuera y los fondos de inversión buscan proyectos sostenibles. Llegará un momento en el que la edificabilidad de un proyecto será proporcional a su huella de carbono”.

Asimismo, Lucas Galán, director de Producto e Innovación de Neinor Homes, relató la buena sintonía y sinergia entre promotor y fabricante durante la industrialización de 190 apartamentos en Madrid en colaboración con la compañía Viguetas Navarras. 

De entrada, Lucas Galán manifestó que los accionistas de una compañía exigen ante todo rentabilidad. De ahí que la industrialización “es el futuro, pero no a cualquier coste. Cada vez que en una licitación se prescribe un sistema industrializado, los precios de la constructora suben exponencialmente. Si la constructora no se cree la industrialización, será difícil. Hoy en día es necesario desaprender la construcción tradicional y que las escuelas de arquitectura y edificación enseñen más los sistemas industrializados y enseñen menos a encofrar. Es así de triste. Un drama”. Según Galán, “deberíamos esforzarnos en formar a todos los agentes de la cadena para que entiendan los beneficios de la construcción industrializada y sepan capitalizarlos”.

En el caso de los 190 apartamentos industrializados, concurrieron cuatro constructoras. La ganadora fue Viguetas Navarras, “una empresa familiar nacida hace 62 años especializada en prefabricados de hormigón que se encuentra ahora en la tercera generación”, según indicó David Ilundáin, director técnico de la compañía. Viguetas Navarras cuenta en aquella comunidad autónoma con una de las fábricas más robotizadas y digitalizadas de Europa, de 100.000 metros cuadrados de superficie, especializada en prefabricados de hormigón, como fachadas, doble muro, balcones, vigas pretensadas o placas alveolares, entre otros elementos.

Juan Carlos Bandrés, presidente del Grupo Lobe, identificó las debilidades del sector de la edificación en su camino hacia la industrialización. “El actual urbanismo es del siglo XX y está pensado en ladrillos. El CTE sigue vinculado a la construcción tradicional y existen muy diferentes enfoques normativos entre las distintas administraciones”. 

La estructura del sector, su capacidad productiva, la falta de mano de obra y la atomización en pymes dificultan también, según Bandrés, el salto cualitativo que necesita la construcción. Grupo Lobe, según indicó, es una empresa enfocada completamente a la construcción digital que gestiona de forma integral proyectos inmobiliarios smart homes y Passivhaus para proporcionar a sus clientes una experiencia de construcción única y de alta calidad basada en cinco ejes: diseño de proyectos, eficiencia energética y sostenibilidad, digitalización, industrialización y procesos productivos. Todo ello lo gestiona Grupo Lobe a través de HUBE, un software de desarrollo propio que permite la industrialización desde los primeros compases y la obtención de forma automática de los datos del proyecto a tiempo real mientras se realiza su desarrollo, por medio de conexiones del modelo BIM con bases de datos propias.

Seguidamente, José Luis Suárez, director de industrialización de Unidades y Componentes, insistió en su intervención en que “nadie puede hablar de industrialización de la construcción si con ello no se rebajan los costes. Todo procedimiento industrial se orienta a bajar el coste, como sucede en la industria del automóvil o en la de los muebles, como en Ikea. Pero el sector de la construcción nunca ha orientado sus esfuerzos para reducir sus costes. Ese es su gran error”, indicó.

En su turno, Guillermo Hornero relató la experiencia de YZ Hub, un proyecto colaborativo de construcción industrializada que apuesta por la innovación, la sostenibilidad y la eficiencia energética y que ha reunido a más de 20 empresas referentes del mundo de la construcción.

Por su parte, Rodrigo Juez desarrolló en su ponencia la experiencia de Da Vinci Buildings, compañía de la que es CEO, con una andadura de tres años en el mercado inmobiliario. El propósito de la empresa, según explicó, es el diseño y la construcción llave en mano de edificios de altas prestaciones, uniendo para ello dos conceptos: el de metaedificio (referido al área de diseño) y la Plataforma de Componentes Da Vinci, orientada a la eficiencia en la construcción. Ambas herramientas han cristalizado en modelos de edificios industrializados susceptibles de ulteriores adaptaciones como NIDUM, orientado al área residencial, y UMBRA (tipología de edificio para la práctica del pádel).

Representantes del grupo portugués Casais expusieron en el congreso la trayectoria, estrategia y actuales proyectos de la compañía en el campo de la industrialización, con especial detenimiento en el proceso de diseño y construcción, en colaboración con ACR y en sólo 14 días, del Hotel B&B Madrid Tres Cantos. Este inmueble, de cinco plantas y 120 habitaciones, es fruto de una solución industrializada e híbrida de madera y hormigón (sistema CREE). La estructura del hotel, fachadas, baños y parte de las redes e instalaciones especializadas fueron completamente industrializadas, con fabricación off-site y montaje directo en obra.

Ernesto Bravo Vázquez, responsable de Desarrollo de Proyectos de Casas Inhaus, centró su intervención en un análisis histórico sobre las características higrotérmicas y acústicas de las fachadas tradicionales y de los retos que aguardan a las nuevas fórmulas industrializadas a base de madera, steel framing, prefabricados de hormigón o bien de acero y hormigón, como el sistema fabricado por Casas Inhaus, compañía valenciana que diseña y construye desde hace 9 años viviendas industrializadas de diseño modular con precio cerrado, tanto en España como en territorio internacional.

En su turno de palabra, Javier Álvarez Baigorri, por su parte, explicó el origen y el funcionamiento de su iniciativa personal, denominada ‘Stop Accidentes en Prefabricado’. Se trata de una base de datos en forma de blog que recoge los siniestros que se producen en las áreas de producción, logística y montaje en las factorías de prefabricados de hormigón. 

La idea de esta base, según este experto en prevención de riesgos laborales, surgió en 2016, con objeto de que todas las empresas de prefabricados pudieran aprender no sólo de los accidentes dentro de sus instalaciones, sino también de las demás de su mismo sector. Las premisas de esta base de datos son la confidencialidad, su no obligatoriedad, el compartir un formato único de comunicación de los accidentes y su libre disposición para quien desee consultarla. Según Álvarez Baigorri, hay actualmente 84 empresas adheridas y 6 colaboradoras a esta base de datos.

Pablo Elvira Codina, director comercial en Butech-Porcelanosa offsite, puso punto final al congreso explicando las soluciones de fachada y de baño y la política de innovación de la multinacional española en el campo de la industrialización. En su intervención, relató que la división Butech de Porcelanosa tiene 23 años de vida y profundizó en las características de las fachadas industrializadas Modfaçade, que plantean una nueva forma de construir más rápida, efectiva y sostenible. 

El directivo de Butech indicó que estas soluciones industrializadas reducen los plazos de entrega en obra y permiten un diseño personalizado, dado que todos los procesos (desde el estudio técnico hasta la fabricación e instalación de los módulos) los realiza el departamento técnico de la propia firma. En este apartado, también destacó los sistemas modulares de baños industrializados (Monobath), enmarcados junto a ModFaçades en la división de construcción industrializada de Butech.