Ubicado en la comunidad de Sotogrande, un refugio verde y tranquilo en la Costa del Sol, este edificio residencial que traslada el estilo de vida de una villa a un bloque de viviendas consigue demostrar, entre otros aspectos, que la exclusividad es compatible con un tamaño de vivienda comedido y con el cuidado de un entorno natural de alto valor ecológico.