Integrado por los arquitectos Maier Vélez Olabarria y David Serrano Amatriain, la propuesta de este estudio, con sede en Pamplona, ha merecido el reconocimiento del jurado por “acomodarse a la lógica constructiva del inmueble”, preservando la identidad de la institución, y por ofrecer un concepto de oficina amable, versátil y funcional.