Los retos que plantea el cambio climático exigen soluciones alternativas a la producción y el uso de fuentes de energía renovables a gran escala, de acuerdo con los objetivos de descarbonización fijados por la CE para 2030 y 2050. El hidrógeno verde puede ser una solución prometedora para descarbonizar varios sectores industriales, como propone el proyecto europeo Prometeo.