El pasado mes de marzo se calaron los túneles que atraviesan el Coll de Lilla y, en breve, terminarán las labores de excavación que se iniciaron en noviembre de 2019. Los túneles permitirán unir los tramos ya en servicio de la autovía A-27, con lo que la autovía ya sería transitable desde Tarragona a la AP-2.