“Aire saludable, planeta saludable” es el lema elegido por la ONU para el Día Internacional del Aire Limpio, que con su celebración -por segunda ocasión- este martes, 7 de septiembre, quiere hacer hincapié en los efectos de la contaminación atmosférica sobre la salud.
Mientras los peligros de la contaminación de aire exterior están sobradamente documentados, en ocasiones se pasan por alto los factores de riesgo y la mala calidad del aire en espacios interiores en los que, como consecuencia de la pandemia, tanto tiempo estamos invirtiendo.
Según datos de la Agencia de Protección de Medio Ambiente en Estados Unidos (EPA por sus siglas en inglés), los niveles de contaminantes del aire interior suelen ser de dos a cinco veces superiores a los del exterior, por lo que la calidad de la ventilación es un elemento vital en las prioridades constructivas y de rehabilitación.
Desde la Asociación Ibérica de Fabricantes de Impermeabilización (AIFIm) han querido sumarse a la celebración de este Día Internacional del Aire Limpio y compartir una iniciativa para la promoción y difusión entre los profesionales del sector de soluciones constructivas para mejorar las condiciones del aire interior y, en especial, mitigar los efectos perniciosos del gas radón.
“La presencia de gas radón en determinados edificios y sus efectos sobre la salud han inspirado esta iniciativa. La idea es compartir soluciones y ejemplos prácticos que contribuyan a purificar el aire interior”, explica Blanca Gutiérrez, directora general de AIFIm.
El gas radón, imperceptible sin equipos de medición específicos, es inodoro e incoloro y se origina de forma natural en el subsuelo de algunas zonas con alta concentración de granito que se filtran en espacios interiores y provocan gran parte de la radiación que recibimos en nuestra vida. La OMS lo señala como segunda causa de cáncer de pulmón, después del tabaco, y según un estudio reciente de la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica, causa más de 2.000 muertes al año en España.
Mientras las autoridades mundiales siguen diseñando actuaciones para detectar y mitigar el problema –reconocido por primera vez en el último Código Técnico de Edificación con un capítulo específico-, AIFIm ha compartido, en la primera ficha de la serie, la experiencia de uno de sus asociados en una actuación para mitigar los efectos del gas en una vivienda unifamiliar en la sierra de Madrid, una zona de alta exposición al radón.
La asociación ilustra en esta ficha técnica el problema tratado y la solución aplicada con detalles de diseño, diagnóstico y ejecución que pueden servir para futuras actuaciones. “Se trata de compartir experiencias para tratar de facilitar el trabajo en actuaciones específicas sobre las que no hay mucha literatura. Vamos a realizar una colección de fichas sobre obras que representen desafíos peculiares como este”, explica Blanca Gutiérrez.
Consiste en una red creada para fomentar el conocimiento sobre circularidad y sostenibilidad en la arquitectura y la construcción.
Se trata de la primera comunidad de empresas, entidades y profesionales que une a toda la cadena de valor de la construcción en madera en nuestro país.
Esta cita ha destacado por abrir las puertas a una nueva época en la que la internacionalización, la apuesta por el sector de la prescripción y el desarrollo de la madera como material para la arquitectura y construcción van a marcar el futuro del certamen.
Este movimiento forma parte del cambio de identidad de la compañía, que evoluciona de Cementos Molins a Molins y así lo hacen también todos sus negocios.
La marca utiliza materia prima reciclada en sus procesos de fabricación, diariamente depura cierta cantidad del agua para reutilizarla y, además, el 100% de la energía eléctrica que se consume en su fábrica de Santander proviene de fuentes renovables.
La Fundación Laboral de la Construcción organizó una jornada online sobre la prevención frente al cambio climático en las obras.
Comentarios