Presentado el Pasaporte Energético, la propuesta "estrella" de la Fundación La Casa que Ahorra para dinamizar el sector de la rehabilitación

Bajo el título “El reto de la rehabilitación: el pasaporte energético y otras propuestas para dinamizar el sector”, la Fundación La Casa que Ahorra presentó este martes, 23 de octubre, en el Auditorio del Instituto para el Ahorro y la Diversificación Energética (Idae), un informe realizado por Garrigues y G-advisory en el que se recogen, evalúan y cuantifican una serie de medidas tendentes a dinamizar el sector de la rehabilitación en nuestro país, entre las que cabe destacar el Pasaporte Energético, que va en la línea de fomentar las rehabilitaciones profundas que necesita el parque edificatorio en nuestro país, evitando que los plazos para acometerlas constituyan un problema y basándose en un programa específico de apoyo prolongado en el tiempo.

Según explicó Albert Grau, gerente de la Fundación La Casa que Ahorra, “en España tenemos un parque envejecido; sin embargo, se rehabilita poco, con poca profundidad y con poco criterio de eficiencia energética. Y ello en un contexto en el que desde Europa cada vez son mayores las exigencias, al igual que los condicionantes a nivel mundial, como la Cumbre de París”. Desde la Fundación, “entendemos que es el propio sector de la edificación el que tiene que buscar soluciones para solventar sus problemas”, y de ahí que surgiera hacer este estudio, que “no es una propuesta para implantar ya, sino un mero punto de partida para generar un diálogo entre todas las partes involucradas, tanto del sector público como privado, hasta lograr un consenso que es totalmente necesario”, añadió Grau. El resultado final, en opinión del representante de la Fundación La Casa que Ahorra, es “una excelente plataforma inspirativa para las Administraciones, ya que el estudio demuestra que los retornos superan con creces los costes”.

El objetivo del Pasaporte Energético es facilitar, fomentar y financiar las actuaciones de rehabilitación progresiva de edificios residenciales con una antigüedad mínima mediante una actuación por fases, durante un plazo mínimo de cuatro años, para mejorar su eficiencia energética y reducir su demanda energética anual global de calefacción y de refrigeración

La principal medida propuesta en este trabajo de investigación realizado por Garrigues, tomando como punto de partida algunos de los trabajos elaborados con anterioridad por la Fundación La Casa que Ahorra además del estudio de experiencias conocidas desarrolladas en países de nuestro entorno, como Francia, Bélgica o Alemania, es la implantación del Pasaporte Energético, cuyo principal objetivo es “facilitar, fomentar y financiar las actuaciones de rehabilitación progresiva de edificios residenciales con una antigüedad mínima mediante una actuación por fases, durante un plazo mínimo de cuatro años, para mejorar su eficiencia energética y reducir su demanda energética anual global de calefacción y de refrigeración”, según apuntó Antonio Banea, socio director de G-advisory (Grupo Garrigues).

Actuaciones subvencionables

Las actuaciones subvencionables por el programa serían todas las derivadas de un proyecto de rehabilitación de un edificio que incluyera la mejora del aislamiento térmico de la fachada, cubierta, suelo y de los elementos de cerramiento del edificio, y la mejora o sustitución de los sistemas de calefacción y refrigeración, producción de agua caliente sanitaria y ventilación para el acondicionamiento térmico. “Un 80% de la ayuda sería abonada al final de cada fase, y el 20% restante quedaría pendiente de abono hasta realizar el proyecto completo, para motivar su finalización”, señaló Baena.

Para que estas actuaciones fueran subvencionables, deberían comportar conjuntamente una reducción de la demanda energética anual global de calefacción y refrigeración del edificio referida a la certificación energética de, como mínimo:

-Un 60% en los edificios que estén ubicados en zona climática D y E, de acuerdo con el Código Técnico de la Edificación.

-Un 50% en los edificios que estén ubicados en zona climática C, de acuerdo con el Código Técnico de la Edificación.

-Un 45%, o bien alternativamente una reducción del consumo de energía primaria no renovable, referida a la certificación energética, de un 50% como mínimo, en los edificios que estén ubicados en zona climática A y B, de acuerdo con el Código Técnico de la Edificación.

Los costes subvencionables en el marco de las ayudas integradas en el Pasaporte Energético serían los de ejecución de las actuaciones de rehabilitación, de ejecución de la instalación, obra civil asociada e instalaciones auxiliares necesarias, la Dirección facultativa de las obras de rehabilitación, la redacción del proyecto, y los diagnósticos y estudios previos para la elaboración de dicho proyecto.

Medidas adicionales

El informe, que se ha presentado al Ministerio de Fomento y que también conoce el Ministerio de Transición Ecológica a través del Idae, propone, además del Pasaporte Energético, dos paquetes de medidas adicionales, de naturaleza fiscal y administrativa, “que permitirían fomentar la mejora de la eficiencia energética de los edificios y la transición hacia edificios de consumo de energía casi nulo, facilitando así el cumplimiento por parte de España de los hitos fijados por la Comisión Europea en el horizonte 2030”, según el gerente de la Fundación La Casa que Ahorra.

El primer paquete de medidas propuestas está integrado por incentivos fiscales para la rehabilitación energética y la compraventa de viviendas energéticamente eficientes. En cuanto al segundo paquete, contiene medidas administrativas orientadas a dinamizar el sector de la rehabilitación energética. El objetivo último es que estas medidas “incentiven la iniciativa de los propietarios de edificios y la participación de las empresas del sector, bajo el control, colaboración y tutela de la Administración”, añadió Albert Grau.

Como explicó Antonio Baena, de Garrigues, el Paquete Fiscal consiste en una serie de medidas de bonificación o reducción en los tipos impositivos de determinados impuestos para reducir el coste fiscal de las actuaciones tendentes a la mejora de la eficiencia energética de determinados inmuebles:

-Impuesto sobre Bienes Inmuebles (IBI): bonificación de hasta un 50% de la cuota íntegra para quien haya efectuado obras o actuaciones que hayan supuesto una mejora en la eficiencia energética de los mismos.

-Impuesto sobre Construcciones, Instalaciones y Obras (ICIO): otorgamiento de bonificación de hasta un 95% a favor de las construcciones, instalaciones u obras que supongan una mejora de la eficiencia energética de la edificación.

-Impuesto sobre el Valor Añadido (IVA): tipo impositivo reducido (4%) para nuevas viviendas con calificación energética superior a la exigida por la normativa (válido hasta 2020, puesto que a partir del 1 de enero de 2021 las nuevas viviendas ya deben disponer de la máxima calificación energética; tipo impositivo reducido (4%) para la realización de obras de mejora energética en edificios ya existentes; calificar las “obras de rehabilitación energética” como obras análogas y no como obras conexas, para que las obras puedan considerarse como rehabilitación en su conjunto, posibilitando así que la transmisión posterior se encuentre no exenta del IVA.

-Impuesto sobre Transmisiones Patrimoniales y Actos Jurídicos Documentados (ITPAJD): bonificación en la modalidad de Transmisiones Onerosas (a fijar por cada CCAA) en el supuesto de adquisición de viviendas en las que se acometan obras de mejora de la eficiencia energética en un plazo de tres años; bonificación en la modalidad de Actos Jurídicos Documentados aplicable a las escrituras de declaración de obra nueva y/o de constitución de edificios en régimen de propiedad horizontal sujeta a que el inmueble disponga o vaya disponer de una calificación de “A” en la escala de calificación de eficiencia energética.

Por lo que se refiere al Paquete Administrativo, incluye medidas de derecho público o administrativo, como el “Acuerdo verde”, que inspirado en el Green Deal de UK, sería un acuerdo voluntario entre comunidades de propietarios o propietarios únicos de inmuebles y empresas comercializadoras de gas o electricidad; la inclusión en el certificado de eficiencia energética de la rentabilidad durante su ciclo de vida útil y el ahorro económico anual que supondría la aplicación de las mejoras de los niveles óptimos o rentables de la eficiencia energética del edificio; o la “Hipoteca verde”, consistente en la financiación de proyectos de rehabilitación energética con préstamos bonificados a través de una línea de mediación del Instituto de Crédito Oficial (“ICO”). En este último caso, el riesgo de impago del crédito sería garantizado a la banca comercial por el propio ICO con el respaldo económico del Fondo Nacional de Eficiencia Energética.

Impactos y conclusiones

De acuerdo con el informe de la Fundación La Casa que Ahorra, el Pasaporte Energético y el resto de medidas de los paquetes fiscal y administrativo tendrían un efecto dinamizador sobre la economía al servir de estímulo para el sector construcción en la rehabilitación energética de edificios. “Aunque en principio las medidas propuestas se traducirían en una disminución de la recaudación directa asociada a la reducción propuesta de tipos impositivos; para algunos impuestos el aumento de actividad inducido en el sector, al hacerse más atractiva la rehabilitación energética, tiene un claro efecto macroeconómico positivo neto, que se manifiesta en una contribución positiva al PIB, creación de empleo y un aumento neto de la recaudación desde el cuarto año de aplicación de las medidas, así como en una mejora de la balanza comercial por descenso de las importaciones de combustibles fósiles y una reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero, que a su vez se traduce en un ahorro en la compra de derechos de emisión”, argumentó Antonio Baena.

En concreto, según las conclusiones del estudio, los impactos que se conseguirían con la aplicación de las medidas propuestas son las siguientes:

-Contribución al PIB: 6.000 M€

-Incremento anual empleo 2030: 140.000 empleos

-Impacto anual neto en 2030: 900 M€/año

-Mejora de la balanza comercial: 1.700 M€

-Reducción emisiones en 2030 respecto a 2017: -16%

-Ahorro compra emisiones CO2: 300 M€

EuroACE y Renovate Europe

Uno de los puntos fuertes de la jornada fue la presencia de Adrian M. Joyce, secretario general de EuroACE, y director de la campaña “Renovate Europe” y experto mundial en eficiencia energética. Joyce acudió a esta cita en apoyo a la Fundación La Casa que Ahorra, ya que ésta es una de los tres representantes en España en “Renovate Europe”, y explicó el “estado del arte” en Europa en referencia a iniciativas similares. Se felicitó por la idea “pionera en España”, y detalló las experiencias vividas por iniciativas similares en países como Bélgica, Alemania y Francia.

Para Joyce, es necesario que España cuente con herramientas políticas basadas en el contexto nacional, “teniendo en cuenta qué se está haciendo en otros países y que, además, funciona”. Añadió que tal y como recoge el Pasaporte, hay que combinar incentivos y cambios legales y tener en cuenta un aspecto muy importante “el efecto que esto produciría en las personas, en su calidad de vida”. “En Europa ha sido posible generar este concepto Pasaporte y ninguno se parece al otro, algunos han sido liderados por la iniciativa privada, otros por la Administración Central y otros por gobiernos regionales”, por lo que apeló a la creatividad española y recordó que “España también es Europa, y los recientes cambios en Directivas nos lo deben recordar, pues recibieron el apoyo español”.